Disculpas públicas pidió el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, a las autoridades de la Universidad de Chile luego de reunirse con el Rector de nuestra casa de estudios, Víctor Pérez Vera, y la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda, para aclarar el escándalo que se produjo con las cartas enviadas por los directores de los servicios de salud oriente, las que solicitaban el desalojo inmediato de los campus clínicos que tiene la universidad en el Hospital del Tórax, el Salvador, Luis Tisné e Instituto de Neurocirugía.
El secretario de Estado afirmó que se produjo una interpretación errónea del dictamen de Contraloría que solicitaba regularizar las relaciones administrativas entre las universidades públicas y los centros de salud, por lo que pidió disculpas por la forma en la que se notificó a nuestra universidad y dio curso al acto administrativo de recuperar y ponerles términos a las cartas, anulando el desalojo.
“Le he expresado al rector y a la decana que independiente de no haber participado en la génesis de esta carta, nos corresponde como Ministerio pedir disculpas porque no es la forma ni la oportunidad. Aquí hay una solicitud de Contraloría de regularizar determinadas relaciones administrativas entre los hospitales públicos y la Universidad de Chile y, en ese sentido, hemos hecho el acto de recuperar esas cartas, de ponerles término, de manera tal que no existe tal desalojo”, señaló el secretario de Estado.
Además, el ministro extendió una invitación a comenzar un trabajo para avanzar en los acuerdos adoptados por nuestra casa de estudios y los servicios de salud, sin tener que dejar los campus clínicos.
Ante esto, la decana de la Facultad de Medicina, la doctora Cecilia Sepúlveda, explicó que “El convenio con el Instituto de Neurocirugía y con el Hospital Luis Tisné son de largo plazo y están absolutamente vigentes. Resultaba sorprendente para nosotros el que se nos informara que se ponía término de forma anticipada. Los otros dos convenios hay que renovarlos, pero quedamos con la información de que la comunidad que se está formando ahí y nuestros académicos que han estado aportando para la atención de los pacientes pueden seguir hasta que esta situación se regularice”.
La decana agregó que con esto se tranquiliza a la comunidad estudiantil, es decir a cerca de 700 estudiantes de medicina y otras carreras de la salud, más de 140 médicos que se están formando como especialistas y una cantidad similar de médicos docentes.
Mientras, el rector de nuestra casa de estudios, profesor Víctor Pérez, fue más allá al solicitar que se derogue la norma que permite licitar la enseñanza y la relación con los pacientes de los centros asistenciales, para enfrentar las brechas que existen en la formación de profesionales de la salud y especialistas.
“Nosotros rechazamos la norma 18, que es la que establece en la práctica la licitación de campus clínicos porque consideramos que los pacientes públicos no pueden ser licitados en el mercado al mejor postor. Se necesita un respeto por los enfermos y por las instituciones públicas y estatales que han estado trabajando por más de 100 años en el área de la salud. Esperamos que el próximo jueves cuando nos juntemos existan propuestas concretas para avanzar en lo que hemos planteado: La derogación de esta norma y pasar, en el caso de las universidades y de los hospitales públicos, a una relación de colaboración y desarrollo conjunto”, indicó la máxima autoridad de la U. de Chile.
Frente a esto el ministro Jaime Mañalich afirmó que, a su juicio la normativa es errónea, porque la autonomía que actualmente tienen los directores de servicios y hospitales auto-gestionados les permite hacer prácticamente lo que se les ocurra, lo que impide poner la visión en el largo plazo, por lo que afirmó que efectivamente la norma debe ser derogada y cambiada por una norma nueva que regule mejor esta relación conforme a las necesidades de la población.
Así, después del escándalo de que se desató el jueves, las autoridades se reunirán nuevamente la próxima semana para discutir este tema y avanzar en establecer esta relación de trabajo y desarrollo conjunto entre los centros del ministerio de Salud y la Universidad de Chile.
Disculpas públicas pidió el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, a las autoridades de la Universidad de Chile luego de reunirse con el Rector de nuestra casa de estudios, Víctor Pérez Vera, y la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda, para aclarar el escándalo que se produjo con las cartas enviadas por los directores de los servicios de salud oriente, las que solicitaban el desalojo inmediato de los campus clínicos que tiene la universidad en el Hospital del Tórax, el Salvador, Luis Tisné e Instituto de Neurocirugía.
El secretario de Estado afirmó que se produjo una interpretación errónea del dictamen de Contraloría que solicitaba regularizar las relaciones administrativas entre las universidades públicas y los centros de salud, por lo que pidió disculpas por la forma en la que se notificó a nuestra universidad y dio curso al acto administrativo de recuperar y ponerles términos a las cartas, anulando el desalojo.
“Le he expresado al rector y a la decana que independiente de no haber participado en la génesis de esta carta, nos corresponde como Ministerio pedir disculpas porque no es la forma ni la oportunidad. Aquí hay una solicitud de Contraloría de regularizar determinadas relaciones administrativas entre los hospitales públicos y la Universidad de Chile y, en ese sentido, hemos hecho el acto de recuperar esas cartas, de ponerles término, de manera tal que no existe tal desalojo”, señaló el secretario de Estado.
Además, el ministro extendió una invitación a comenzar un trabajo para avanzar en los acuerdos adoptados por nuestra casa de estudios y los servicios de salud, sin tener que dejar los campus clínicos.
Ante esto, la decana de la Facultad de Medicina, la doctora Cecilia Sepúlveda, explicó que “El convenio con el Instituto de Neurocirugía y con el Hospital Luis Tisné son de largo plazo y están absolutamente vigentes. Resultaba sorprendente para nosotros el que se nos informara que se ponía término de forma anticipada. Los otros dos convenios hay que renovarlos, pero quedamos con la información de que la comunidad que se está formando ahí y nuestros académicos que han estado aportando para la atención de los pacientes pueden seguir hasta que esta situación se regularice”.
La decana agregó que con esto se tranquiliza a la comunidad estudiantil, es decir a cerca de 700 estudiantes de medicina y otras carreras de la salud, más de 140 médicos que se están formando como especialistas y una cantidad similar de médicos docentes.
Mientras, el rector de nuestra casa de estudios, profesor Víctor Pérez, fue más allá al solicitar que se derogue la norma que permite licitar la enseñanza y la relación con los pacientes de los centros asistenciales, para enfrentar las brechas que existen en la formación de profesionales de la salud y especialistas.
“Nosotros rechazamos la norma 18, que es la que establece en la práctica la licitación de campus clínicos porque consideramos que los pacientes públicos no pueden ser licitados en el mercado al mejor postor. Se necesita un respeto por los enfermos y por las instituciones públicas y estatales que han estado trabajando por más de 100 años en el área de la salud. Esperamos que el próximo jueves cuando nos juntemos existan propuestas concretas para avanzar en lo que hemos planteado: La derogación de esta norma y pasar, en el caso de las universidades y de los hospitales públicos, a una relación de colaboración y desarrollo conjunto”, indicó la máxima autoridad de la U. de Chile.
Frente a esto el ministro Jaime Mañalich afirmó que, a su juicio la normativa es errónea, porque la autonomía que actualmente tienen los directores de servicios y hospitales auto-gestionados les permite hacer prácticamente lo que se les ocurra, lo que impide poner la visión en el largo plazo, por lo que afirmó que efectivamente la norma debe ser derogada y cambiada por una norma nueva que regule mejor esta relación conforme a las necesidades de la población.
Así, después del escándalo de que se desató el jueves, las autoridades se reunirán nuevamente la próxima semana para discutir este tema y avanzar en establecer esta relación de trabajo y desarrollo conjunto entre los centros del ministerio de Salud y la Universidad de Chile.
Disculpas públicas pidió el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, a las autoridades de la Universidad de Chile luego de reunirse con el Rector de nuestra casa de estudios, Víctor Pérez Vera, y la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda, para aclarar el escándalo que se produjo con las cartas enviadas por los directores de los servicios de salud oriente, las que solicitaban el desalojo inmediato de los campus clínicos que tiene la universidad en el Hospital del Tórax, el Salvador, Luis Tisné e Instituto de Neurocirugía.
El secretario de Estado afirmó que se produjo una interpretación errónea del dictamen de Contraloría que solicitaba regularizar las relaciones administrativas entre las universidades públicas y los centros de salud, por lo que pidió disculpas por la forma en la que se notificó a nuestra universidad y dio curso al acto administrativo de recuperar y ponerles términos a las cartas, anulando el desalojo.
“Le he expresado al rector y a la decana que independiente de no haber participado en la génesis de esta carta, nos corresponde como Ministerio pedir disculpas porque no es la forma ni la oportunidad. Aquí hay una solicitud de Contraloría de regularizar determinadas relaciones administrativas entre los hospitales públicos y la Universidad de Chile y, en ese sentido, hemos hecho el acto de recuperar esas cartas, de ponerles término, de manera tal que no existe tal desalojo”, señaló el secretario de Estado.
Además, el ministro extendió una invitación a comenzar un trabajo para avanzar en los acuerdos adoptados por nuestra casa de estudios y los servicios de salud, sin tener que dejar los campus clínicos.
Ante esto, la decana de la Facultad de Medicina, la doctora Cecilia Sepúlveda, explicó que “El convenio con el Instituto de Neurocirugía y con el Hospital Luis Tisné son de largo plazo y están absolutamente vigentes. Resultaba sorprendente para nosotros el que se nos informara que se ponía término de forma anticipada. Los otros dos convenios hay que renovarlos, pero quedamos con la información de que la comunidad que se está formando ahí y nuestros académicos que han estado aportando para la atención de los pacientes pueden seguir hasta que esta situación se regularice”.
La decana agregó que con esto se tranquiliza a la comunidad estudiantil, es decir a cerca de 700 estudiantes de medicina y otras carreras de la salud, más de 140 médicos que se están formando como especialistas y una cantidad similar de médicos docentes.
Mientras, el rector de nuestra casa de estudios, profesor Víctor Pérez, fue más allá al solicitar que se derogue la norma que permite licitar la enseñanza y la relación con los pacientes de los centros asistenciales, para enfrentar las brechas que existen en la formación de profesionales de la salud y especialistas.
“Nosotros rechazamos la norma 18, que es la que establece en la práctica la licitación de campus clínicos porque consideramos que los pacientes públicos no pueden ser licitados en el mercado al mejor postor. Se necesita un respeto por los enfermos y por las instituciones públicas y estatales que han estado trabajando por más de 100 años en el área de la salud. Esperamos que el próximo jueves cuando nos juntemos existan propuestas concretas para avanzar en lo que hemos planteado: La derogación de esta norma y pasar, en el caso de las universidades y de los hospitales públicos, a una relación de colaboración y desarrollo conjunto”, indicó la máxima autoridad de la U. de Chile.
Frente a esto el ministro Jaime Mañalich afirmó que, a su juicio la normativa es errónea, porque la autonomía que actualmente tienen los directores de servicios y hospitales auto-gestionados les permite hacer prácticamente lo que se les ocurra, lo que impide poner la visión en el largo plazo, por lo que afirmó que efectivamente la norma debe ser derogada y cambiada por una norma nueva que regule mejor esta relación conforme a las necesidades de la población.
Así, después del escándalo de que se desató el jueves, las autoridades se reunirán nuevamente la próxima semana para discutir este tema y avanzar en establecer esta relación de trabajo y desarrollo conjunto entre los centros del ministerio de Salud y la Universidad de Chile.
