Pese a que el ministro de Educación, Harald Beyer, se había comprometido a hacer partícipes del diseño del proyecto de carrera profesional docente al profesorado, sólo horas después de ingresar la iniciativa, ésta fue remitida al Magisterio.
Según comentó el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, el miércoles en la mañana el jefe de gabinete del secretario de Estado lo llamó para darle a conocer el texto legal cuando el dirigente se encontraba en Aysén. Por lo mismo, Gajardo aseguró que a esas alturas el envío ya era inoficioso, dado que a menos de 24 horas de presentar la iniciativa no habría participación real en su diseño.
En una primera revisión parcial, los docentes consideran que no están incluidas algunas importantes demandas históricas como una política salarial y una evaluación que se construya con criterios objetivos.
En cuanto a las remuneraciones, el proyecto plantea su aumento en los colegios municipales a través de asignaciones especiales y no un aumento del sueldo base. También se hará obligatoria la prueba Inicia y, junto a otros mecanismos de evaluación, incidirán en los ingresos de los maestros.
La propuesta también establece un nuevo sistema mixto de evaluación de los profesores. En primer lugar, “serán evaluados por el ministerio, que medirá exclusivamente el nivel de conocimientos y habilidades y según el rendimiento en estas pruebas y la experiencia de los profesores, ellos serán parte de una de las siguientes categorías: inicial, preparado, avanzado o experto. Cada uno de estos tramos tiene un perfil salarial diferente”.
Luego, “el director, el sostenedor y el equipo técnico del establecimiento, evaluarán anualmente el desempeño del docente en la sala de clases. Esta evaluación dará lugar a asignaciones de desempeño anuales (bonos), que serán obligatorias, para los docentes que logren buenas calificaciones. En el caso de los profesores que no tengan un buen desempeño en el aula, podrá ser desvinculado”.
Sobre las posibilidades de arbitrariedades en el sistema, el Ministro Beyer, indicó que “el mecanismo de evaluación va a ser transparente, conocido, tiene que ser público y debatido por las comunidades locales. Va a estar hecho no sólo por el director sino que con su equipo técnico pedagógico. Creemos que eso da garantía suficiente de un proceso justo y transparente”.
Este sistema es rechazado de plano por el Colegio de Profesores, según ha planteado el gremio, abre la posibilidad a que existan tantos sistemas de evaluación como sostenedores de establecimientos.
Además, paralelamente está en discusión y también de forma inconsulta con el mundo de la educación el proyecto de nueva institucionalidad educativa, por lo mismo se correría el riesgo de que el aumento del 25 por ciento de la subvención para financiar la carrera docente recaiga en instituciones que lucran.
Otro factor que resulta contradictorio para el Magisterio es que este proyecto permite que cualquier persona que estudió una carrera acreditada pueda ejercer como profesor, aunque no hubiera cursado una pedagogía.
Ante esto el Colegio de Profesores exigirá una mesa de dialogo con el Gobierno y pedirá participar en el debate parlamentario de ambos proyectos de ley, incluyendo también a decanos de carreras pedagógicas, estudiantes y los Centros de Padres y Apoderados.
Pese a que el ministro de Educación, Harald Beyer, se había comprometido a hacer partícipes del diseño del proyecto de carrera profesional docente al profesorado, sólo horas después de ingresar la iniciativa, ésta fue remitida al Magisterio.
Según comentó el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, el miércoles en la mañana el jefe de gabinete del secretario de Estado lo llamó para darle a conocer el texto legal cuando el dirigente se encontraba en Aysén. Por lo mismo, Gajardo aseguró que a esas alturas el envío ya era inoficioso, dado que a menos de 24 horas de presentar la iniciativa no habría participación real en su diseño.
En una primera revisión parcial, los docentes consideran que no están incluidas algunas importantes demandas históricas como una política salarial y una evaluación que se construya con criterios objetivos.
En cuanto a las remuneraciones, el proyecto plantea su aumento en los colegios municipales a través de asignaciones especiales y no un aumento del sueldo base. También se hará obligatoria la prueba Inicia y, junto a otros mecanismos de evaluación, incidirán en los ingresos de los maestros.
La propuesta también establece un nuevo sistema mixto de evaluación de los profesores. En primer lugar, “serán evaluados por el ministerio, que medirá exclusivamente el nivel de conocimientos y habilidades y según el rendimiento en estas pruebas y la experiencia de los profesores, ellos serán parte de una de las siguientes categorías: inicial, preparado, avanzado o experto. Cada uno de estos tramos tiene un perfil salarial diferente”.
Luego, “el director, el sostenedor y el equipo técnico del establecimiento, evaluarán anualmente el desempeño del docente en la sala de clases. Esta evaluación dará lugar a asignaciones de desempeño anuales (bonos), que serán obligatorias, para los docentes que logren buenas calificaciones. En el caso de los profesores que no tengan un buen desempeño en el aula, podrá ser desvinculado”.
Sobre las posibilidades de arbitrariedades en el sistema, el Ministro Beyer, indicó que “el mecanismo de evaluación va a ser transparente, conocido, tiene que ser público y debatido por las comunidades locales. Va a estar hecho no sólo por el director sino que con su equipo técnico pedagógico. Creemos que eso da garantía suficiente de un proceso justo y transparente”.
Este sistema es rechazado de plano por el Colegio de Profesores, según ha planteado el gremio, abre la posibilidad a que existan tantos sistemas de evaluación como sostenedores de establecimientos.
Además, paralelamente está en discusión y también de forma inconsulta con el mundo de la educación el proyecto de nueva institucionalidad educativa, por lo mismo se correría el riesgo de que el aumento del 25 por ciento de la subvención para financiar la carrera docente recaiga en instituciones que lucran.
Otro factor que resulta contradictorio para el Magisterio es que este proyecto permite que cualquier persona que estudió una carrera acreditada pueda ejercer como profesor, aunque no hubiera cursado una pedagogía.
Ante esto el Colegio de Profesores exigirá una mesa de dialogo con el Gobierno y pedirá participar en el debate parlamentario de ambos proyectos de ley, incluyendo también a decanos de carreras pedagógicas, estudiantes y los Centros de Padres y Apoderados.
Pese a que el ministro de Educación, Harald Beyer, se había comprometido a hacer partícipes del diseño del proyecto de carrera profesional docente al profesorado, sólo horas después de ingresar la iniciativa, ésta fue remitida al Magisterio.
Según comentó el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, el miércoles en la mañana el jefe de gabinete del secretario de Estado lo llamó para darle a conocer el texto legal cuando el dirigente se encontraba en Aysén. Por lo mismo, Gajardo aseguró que a esas alturas el envío ya era inoficioso, dado que a menos de 24 horas de presentar la iniciativa no habría participación real en su diseño.
En una primera revisión parcial, los docentes consideran que no están incluidas algunas importantes demandas históricas como una política salarial y una evaluación que se construya con criterios objetivos.
En cuanto a las remuneraciones, el proyecto plantea su aumento en los colegios municipales a través de asignaciones especiales y no un aumento del sueldo base. También se hará obligatoria la prueba Inicia y, junto a otros mecanismos de evaluación, incidirán en los ingresos de los maestros.
La propuesta también establece un nuevo sistema mixto de evaluación de los profesores. En primer lugar, “serán evaluados por el ministerio, que medirá exclusivamente el nivel de conocimientos y habilidades y según el rendimiento en estas pruebas y la experiencia de los profesores, ellos serán parte de una de las siguientes categorías: inicial, preparado, avanzado o experto. Cada uno de estos tramos tiene un perfil salarial diferente”.
Luego, “el director, el sostenedor y el equipo técnico del establecimiento, evaluarán anualmente el desempeño del docente en la sala de clases. Esta evaluación dará lugar a asignaciones de desempeño anuales (bonos), que serán obligatorias, para los docentes que logren buenas calificaciones. En el caso de los profesores que no tengan un buen desempeño en el aula, podrá ser desvinculado”.
Sobre las posibilidades de arbitrariedades en el sistema, el Ministro Beyer, indicó que “el mecanismo de evaluación va a ser transparente, conocido, tiene que ser público y debatido por las comunidades locales. Va a estar hecho no sólo por el director sino que con su equipo técnico pedagógico. Creemos que eso da garantía suficiente de un proceso justo y transparente”.
Este sistema es rechazado de plano por el Colegio de Profesores, según ha planteado el gremio, abre la posibilidad a que existan tantos sistemas de evaluación como sostenedores de establecimientos.
Además, paralelamente está en discusión y también de forma inconsulta con el mundo de la educación el proyecto de nueva institucionalidad educativa, por lo mismo se correría el riesgo de que el aumento del 25 por ciento de la subvención para financiar la carrera docente recaiga en instituciones que lucran.
Otro factor que resulta contradictorio para el Magisterio es que este proyecto permite que cualquier persona que estudió una carrera acreditada pueda ejercer como profesor, aunque no hubiera cursado una pedagogía.
Ante esto el Colegio de Profesores exigirá una mesa de dialogo con el Gobierno y pedirá participar en el debate parlamentario de ambos proyectos de ley, incluyendo también a decanos de carreras pedagógicas, estudiantes y los Centros de Padres y Apoderados.
