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Polémica por “importación” de médicos extrajeros para suplir déficit de especialistas

Dudas respecto de los mecanismos que se utilizarán para garantizar la calidad de los profesionales hasta cuestionamientos sobre la capacidad formadora de las universidades asomaron en medio del anuncio gubernamental de trasladar médicos extranjeros a trabajar al sistema de salud público chileno. Desde el Colegio Médico advierten la necesidad de que, primero, se mejore la situación laboral de los doctores para evitar la merma que se produce al sector privado.

Loreto Soto

  Martes 6 de marzo 2012 19:57 hrs. 
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Sin mucho ruido pasó el anuncio realizado en febrero por el ministro de Salud, Jaime Mañalich, en relación a la posibilidad de traer médicos especialistas desde el extranjero para suplir el déficit de profesionales que existe en la actualidad en los centros asistenciales públicos.

El secretario de Estado explicó que la decisión se basó en un estudio elaborado por el Colegio Médico y el Banco Mundial, que indicó que se necesita llenar cerca de 2 mil vacantes de especialistas, mientras se cierra la brecha entre el 2014 y 2015.

El llamado fue difundido durante el mes pasado en las páginas de gremios de la salud españoles y, según indicó Mañalich, la convocatoria se podría extender a otros países como Venezuela, Cuba, Uruguay y Argentina.

Una medida que genera suspicacias, en especial, porque aún no se han determinado los estándares mínimos que deberían cumplir los doctores importados. Por el momento, las autoridades evalúan una serie de mecanismos que incluyen la validación de título o la aprobación del Examen Médico Nacional, que es obligatorio para ejercer en el sector público.

Precisamente, este último punto conlleva algunas complejidades en torno a la calidad de los profesionales, si tenemos en cuenta que el 79 por ciento de los médicos extranjeros reprobaron el último Eunacom. Una situación que el secretario general del Colegio Médico, Ricardo García, calificó como preocupante.

“Existen distintas instituciones de educación superior no tan sólo a nivel nacional sino que en todo el mundo y ellos tienen una distinta aplicación y orientación de las materias de las mallas curriculares que nosotros – desde el punto de vista subjetivo y objetivo –  vemos que no dan el ancho en comparación a la forma en que trabajamos la medicina en Chile. Por eso se diseñó el Eunacom”, afirmó el facultativo.

Otro tema importante es la capacidad formadora que existe en Chile y que también sería  una piedra de tope a la hora de nutrir el sistema público con más especialistas. Pese a que las Facultades de Medicina argumentan que los ínfimos  cupos ofrecidos para los perfeccionamientos se explican por la falta de infraestructura, de médicos que sirvan como mentores y de la presencia de casos que sirvan a los alumnos, aún así se presentan diferencias entre las vacantes acreditadas y las que realmente se ofrecen.

Así lo demuestra un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile que indica que en Dermatología, por ejemplo, existen ocho cupos autorizados y se ofrecen cuatro, es decir, se trabaja a un 50 por ciento de la capacidad potencial.

En esa línea, García señaló que si es que se lograra un sistema mixto donde se potenciara la formación en el extranjero, por ejemplo, se podrían suplir las falencias.

“Si los especialistas vuelven en mejores condiciones al sector público y ampliamos al máximo los cupos de formación y mandamos a perfeccionarse a otros lugares, la cosa tendría que empezar a andar de alguna manera. Lo que pasa es que esto es crónico y nadie le ha dado una solución real”, dijo.

El representante del Colegio Médico subrayó la necesidad de que el Estado mejore las condiciones laborales de los profesionales de los servicios públicos para que se pueda evitar la gran merma que se produce de doctores que ya sea por infraestructura, tecnología avanzada o salarios, prefieren el sector privado.

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