La Federación de Trabajadores de la Industria del Salmón denunció el despido de cien empleados de la empresa Acuinova – filial de la transnacional española Pesca Nova – y 90 de la compañía Frío Sur  – ligada al grupo Del Río – en la región de Aysén,  justo en medio del conflicto social que se presentó en la zona.

Las compañías argumentaron el término de contrato por faena para materializar las desvinculaciones, situación que, según afirmaron los dirigentes, se suma a una serie de precarizaciones que se presentan en el sector, que se caracteriza por la inestabilidad laboral y los bajos salarios.
A los despidos masivos se añade también el no pago de remuneraciones debido a las consecuencias productivas que tuvieron las movilizaciones en la región.

En esa línea, el director de Ecoceanos, Juan Carlos Cárdenas, rechazó la postura de las empresas y manifestó su preocupación por la venia de organismos estatales para respaldar la polémica medida.

“Lo preocupante de esto es que en relación al no pago de salarios, las dos grandes compañías han contado con el respaldo de la Dirección del Trabajo. Hoy en Aysén existen mayoritariamente puestos laborales temporales por meses o por producción realizada, luego de lo cual las personas son despedidas”, comentó.

El ambientalista denunció además que mientras la extracción de salmones se realiza en un 60 por ciento en la región de Aysén, el procesamiento de los productos se lleva a cabo en otros lugares, aprovechando un subsidio estatal que no se traspasa a los funcionarios.

“La estrategia empresarial es disminuir el número de trabajadores de la industria del salmón y pesquera en Aysén al mínimo y mandar a maquilar o a procesar las producciones a Puerto Montt o Chiloé. Esto es un gran escándalo, ya que las compañías están siendo subsidiadas por el Estado en un 17 por ciento por los sueldos de cada trabajador para que se pueda procesar en la región, pero toman este subsidio y mandan a procesar a otras zonas que son mucho más baratas”, sostuvo.

Los dirigentes de los trabajadores del salmón subrayaron la importancia que tiene esta industria para la zona que aporta un 40 por ciento del Producto Interno Bruto regional. Por lo mismo, esperan que sus intereses puedan ser representados en la mesa de trabajo sectorial que se mantiene con el Gobierno.

De no obtener buenos resultados, no descartaron iniciar un proceso de movilizaciones en contra de la precariedad de los empleos de los salmoneros.