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Dos ministros y un alcalde: ¿apagón cultural permanente?

Columna de opinión por Julio Hurtado
Lunes 14 de mayo 2012 9:00 hrs.


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El ministro de Economía sostuvo, refiriéndose las líneas aéreas LAN y TAM, que lo que no habían logrado ni poetas, ni revoluciones, respecto a la unidad latinoamericana, lo habían hecho estas dos empresas al fusionarse, una chilena y la otra brasileña.

Cabe preguntarse, ¿cuál será la concepción que este ministro tiene de Latinoamérica? ¿Habrá leído a Raul Prebisch, a Gino Germani, a Henrique Cardoso, a Frei Montalva, a Mariátegui, a Lleras Restrepo y Haya de la Torre? ¿Se habrá deleitado con la poesía de Vallejo, de Neruda o la Mistral? ¿Habrá escuchado a Ginastera, Villalobos, Piazzolla y Soro?

Elevar a la categoría de sueño latinoamericano a esta gerencial y calculada fusión empresarial no tan solo es iletrado, sino que es un despropósito inusitado e ideológico. Con esta afirmación, tal vez el ministro sea nombrado candidato, no a la presidencia, pero sí al empleado del mes, debido a la relación que tiene su jefe con una de las empresas

Por otro lado, el ministro de Obras Publicas, también repentino y ganoso candidato a la presidencia, de repente saca bajo la manga ocho soluciones puntuales para resolver los problemas del tránsito automotriz del sector oriente de la ciudad de Santiago. Las imágenes de lo propuesto son como sacadas de la película “La guerra de las galaxias”: autopistas superpuestas, toneladas de cemento, no hay gente, no hay cultura, no hay espacios públicos. ¿Esa es la imagen que tiene de la ciudad el entusiasta candidato?

Cabe señalar que en dicha propuesta no participaron ni arquitectos, ni geógrafos, ni sociólogos ni artistas. Es la ciudad de los ingenieros, de los economistas, de los automovilistas y de los candidatos a la presidencia. Además, estas medidas no abordan el problema de fondo y solo contribuirán a hacer más expedita la llegada de los automovilistas al omnipresente taco.

Se trata de la misma persona que siendo gerente de Cencosud impulsó, contra viento y marea (y con el silencio cómplice de múltiples funcionarios), el edificio Costanera Center, debido a lo cual, en su época de gerente, debe haber sido nombrado el empleado del mes.

Por otro lado, el alcalde de la comuna de Independencia, una de las mejores comunas de la ciudad de Santiago por su cercanía, conectividad, servicios y la mezcla social y funcional que presenta, autorizó la construcción de edificios en altura al lado de un conjunto habitacional creado por el arquitecto Luciano Kulczewski, atentando contra la preservación y la calidad de dicho conjunto.

Cabe mencionar que Independencia es una comuna con un rico patrimonio arquitectónico y cultural, y cabe mencionar también que dicho conjunto habitacional no tan solo es emblemático para la comuna, sino que para la ciudad y para el país.

En conclusión, podemos decir que quizás la razón de fondo de esta falta de sensibilidad y miopía de estos tres funcionarios, y de nuestra elite en general, esté definida por el hecho que esta generación adquirió sus capacidades técnicas y de conocimiento durante el llamado “apagón cultural” que sufrió nuestro país durante la dictadura y que hasta hoy sufrimos, especialmente en la construcción de nuestro territorio.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.