Un informe titulado “Los glaciares de alta montaña y el cambio climático – Desafíos a los medios de vida humanos y la adaptación”, elaborado por el Programa Medioambiental de la ONU (Pnuma), en colaboración con los científicos y centros de investigación de todo el mundo, determinó que los glaciares americanos se derriten más rápidamente que los europeos.
La tasa más rápida de la pérdida se encuentra entre los glaciares ubicados en el noroeste de Estados Unidos y Canadá, suroeste de las altas montañas de Asia, incluyendo la región del Hindu Kush del Himalaya, el Ártico y los Andes.
Los informes científicos demuestran una clara tendencia general en la que el derretimiento de los glaciares está vinculado al calentamiento climático y a otros impactos, como el depósito de hollín y partículas que reducen el reflejo del calor al espacio. Respecto de ello, el subsecretario General y director Ejecutivo del Pnuma Achim Steiner señaló que “este informe subraya una tendencia global, observada durante muchas décadas en algunas partes del globo, que tiene implicaciones a corto y largo plazo para un número considerable de personas en términos de los suministros de agua y vulnerabilidad”.
“Estos resultados alarmantes sobre el deshielo de los glaciares subrayan la importancia de la lucha contra el cambio climático a nivel mundial. Esto envía un fuerte mensaje a los políticos y negociadores sobre el clima en las reuniones específicas”, manifestó el ex ministro noruego de Medio Ambiente y Desarrollo Internacional, Erik Solheim.
Según las conclusiones del documento, el derretimiento de los glaciares podría en algunos lugares y tal vez en cuestión de unas pocas décadas, causar una reducción en la disponibilidad de agua en las zonas secas, como en Asia Central y parte de los Andes, dice el informe titulado “Los glaciares de alta montaña y el cambio climático – Desafíos a los medios de vida humanos y la adaptación”.
En las regiones secas de Asia Central, Argentina, Chile y Perú, donde hay pocas lluvias y precipitaciones, el retroceso de los glaciares tendrá un impacto mucho mayor en la disponibilidad estacional de agua que en Europa o en partes de Asia, donde las lluvias del monzón desempeñan un prominente papel en el ciclo del agua.
El informe también pide más inversión en investigación y monitoreo glacial. Estudio y modelización de la escorrentía de los glaciares y los ríos, y el análisis de la variabilidad del futuro vinculado con el cambio climático.