Lorena Oyarzún, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, recorrió durante julio uno de los lugares más inhóspitos del planeta: los campamentos de refugiados saharauis cerca de Tinduf, Argelia. La escasez de agua y alimentos, junto a las altas temperaturas, que durante el verano se empinan por sobre los 50°C, hacen su paso por este lugar del mundo una experiencia de alta complejidad.
Pero no solo las condiciones climáticas y físicas del lugar. La profesora Oyarzún se entrevistó con diversas autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), como la Ministra de Cultura, el Director de Seguridad Nacional, el encargado para la Misión de Naciones Unidas para la Realización del Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) y diversos actores de la sociedad civil, entre ellos activistas de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA).
“América Latina y el mundo” fue la charla que dictó esta académica del INAP ante la comunidad saharaui, resaltando el interés de la población por conocer la postura de Chile sobre la causa saharaui y la ocupación de su territorio por el Reino de Marruecos desde 1975. Chile es uno de los pocos países latinoamericanos que aún no reconoce la existencia de la RASD, pese a que el Tribunal de La Haya dictaminó la inexistencia de vínculos de soberanía territorial entre el Sahara y Marruecos.
Lorena Oyarzún, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, recorrió durante julio uno de los lugares más inhóspitos del planeta: los campamentos de refugiados saharauis cerca de Tinduf, Argelia. La escasez de agua y alimentos, junto a las altas temperaturas, que durante el verano se empinan por sobre los 50°C, hacen su paso por este lugar del mundo una experiencia de alta complejidad.
Pero no solo las condiciones climáticas y físicas del lugar. La profesora Oyarzún se entrevistó con diversas autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), como la Ministra de Cultura, el Director de Seguridad Nacional, el encargado para la Misión de Naciones Unidas para la Realización del Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) y diversos actores de la sociedad civil, entre ellos activistas de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA).
“América Latina y el mundo” fue la charla que dictó esta académica del INAP ante la comunidad saharaui, resaltando el interés de la población por conocer la postura de Chile sobre la causa saharaui y la ocupación de su territorio por el Reino de Marruecos desde 1975. Chile es uno de los pocos países latinoamericanos que aún no reconoce la existencia de la RASD, pese a que el Tribunal de La Haya dictaminó la inexistencia de vínculos de soberanía territorial entre el Sahara y Marruecos.
Lorena Oyarzún, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, recorrió durante julio uno de los lugares más inhóspitos del planeta: los campamentos de refugiados saharauis cerca de Tinduf, Argelia. La escasez de agua y alimentos, junto a las altas temperaturas, que durante el verano se empinan por sobre los 50°C, hacen su paso por este lugar del mundo una experiencia de alta complejidad.
Pero no solo las condiciones climáticas y físicas del lugar. La profesora Oyarzún se entrevistó con diversas autoridades de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), como la Ministra de Cultura, el Director de Seguridad Nacional, el encargado para la Misión de Naciones Unidas para la Realización del Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) y diversos actores de la sociedad civil, entre ellos activistas de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA).
“América Latina y el mundo” fue la charla que dictó esta académica del INAP ante la comunidad saharaui, resaltando el interés de la población por conocer la postura de Chile sobre la causa saharaui y la ocupación de su territorio por el Reino de Marruecos desde 1975. Chile es uno de los pocos países latinoamericanos que aún no reconoce la existencia de la RASD, pese a que el Tribunal de La Haya dictaminó la inexistencia de vínculos de soberanía territorial entre el Sahara y Marruecos.
