Seis días de huelga cumplen este miércoles el sindicato más grande de la empresa Claro, 900 trabajadores a lo largo de Chile que decidieron paralizar sus funciones debido a la negativa de la compañía a acceder a la propuesta de reajuste salarial y la ampliación de los beneficios laborales, pese a los auspiciosos números que acompañan el crecimiento de la multinacional en nuestro país.
La presidenta del sindicato de Claro Chile, Ana Matamala, detalló que mientras los trabajadores solicitan un reajuste escalonado, que va entre el 3 y el 9 por ciento, “la empresa nos está entregando entre un 0, 5 y 2 por ciento, diciendo que no tienen dinero para negociar, casi como si estuvieran en números rojos”.
Por otra parte, se demanda la extensión de los beneficios de los ex empleados de Telmex a todos los trabajadores, pues aunque ambas compañías se fusionaron no todos los trabajadores poseen los mismos incentivos. “Para algunos casos somos la misma empresa, pero cuando se trata de homologar los beneficios, la empresa no lo hace extensivo para todos”, acusó la dirigenta.
La empresa ha rechazado negociar con el sindicato, aunque las cifras revelan que Claro incrementó sus ventas en un 23 por ciento y en un 13 por ciento sus utilidades, además del significativo crecimiento en el mercado chileno, que pasó de un 7,8 por ciento en el 2000 a un 24 por ciento actual. A ello se suma que según la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), la compañía es la operadora más beneficiada con el proceso de Portabilidad Numérica, logrando un flujo neto de más de 76 mil clientes.
Matamala, además, agregó que Claro “gasta más de 21 mil millones de pesos solamente en publicidad de Marketing, hoy están haciendo el data center más grande de Latinoamérica en Chile, donde se están gastando varios millones más, aparte del Claro Patagonia que ya lo tomaron”.
Por lo mismo, la presidenta del sindicato denunció que la justificación de la empresa de no contar con los recursos para cumplir con las demandas “no se condice, o sea, nos están traspasando los gastos e inversiones a los trabajadores”.
Al respecto, el economista de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, indicó que esta situación confirma el fracaso de la política de negociación colectiva del país, pues “da lo mismo que las empresas ganen y ganen dinero, porque aún cuando los trabajadores tengan sindicato y puedan negociar, si la empresa no quiere repartir las utilidades simplemente no lo hace”.
Lo anterior, de acuerdo a Durán, pues la actual legislación laboral chilena “da garantías para que no haya mermas, por ejemplo, en la producción, ya que pueden contratar reemplazantes, con lo que rompen el poder de la huelga. Pasa más allá de la fuerza de los trabajadores, pasa por cambiar la negociación colectiva en Chile, que es un sistema pro empresa”, sostuvo.
De acuerdo al sindicato de Claro, los trabajadores pretenden reiniciar las negociaciones con la empresa que, cabe recordar, es la filial chilena de América Móvil, tercer operador de telecomunicaciones del mundo, con más de 260 millones de clientes en 18 países y propiedad del mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del planeta.
Seis días de huelga cumplen este miércoles el sindicato más grande de la empresa Claro, 900 trabajadores a lo largo de Chile que decidieron paralizar sus funciones debido a la negativa de la compañía a acceder a la propuesta de reajuste salarial y la ampliación de los beneficios laborales, pese a los auspiciosos números que acompañan el crecimiento de la multinacional en nuestro país.
La presidenta del sindicato de Claro Chile, Ana Matamala, detalló que mientras los trabajadores solicitan un reajuste escalonado, que va entre el 3 y el 9 por ciento, “la empresa nos está entregando entre un 0, 5 y 2 por ciento, diciendo que no tienen dinero para negociar, casi como si estuvieran en números rojos”.
Por otra parte, se demanda la extensión de los beneficios de los ex empleados de Telmex a todos los trabajadores, pues aunque ambas compañías se fusionaron no todos los trabajadores poseen los mismos incentivos. “Para algunos casos somos la misma empresa, pero cuando se trata de homologar los beneficios, la empresa no lo hace extensivo para todos”, acusó la dirigenta.
La empresa ha rechazado negociar con el sindicato, aunque las cifras revelan que Claro incrementó sus ventas en un 23 por ciento y en un 13 por ciento sus utilidades, además del significativo crecimiento en el mercado chileno, que pasó de un 7,8 por ciento en el 2000 a un 24 por ciento actual. A ello se suma que según la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), la compañía es la operadora más beneficiada con el proceso de Portabilidad Numérica, logrando un flujo neto de más de 76 mil clientes.
Matamala, además, agregó que Claro “gasta más de 21 mil millones de pesos solamente en publicidad de Marketing, hoy están haciendo el data center más grande de Latinoamérica en Chile, donde se están gastando varios millones más, aparte del Claro Patagonia que ya lo tomaron”.
Por lo mismo, la presidenta del sindicato denunció que la justificación de la empresa de no contar con los recursos para cumplir con las demandas “no se condice, o sea, nos están traspasando los gastos e inversiones a los trabajadores”.
Al respecto, el economista de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, indicó que esta situación confirma el fracaso de la política de negociación colectiva del país, pues “da lo mismo que las empresas ganen y ganen dinero, porque aún cuando los trabajadores tengan sindicato y puedan negociar, si la empresa no quiere repartir las utilidades simplemente no lo hace”.
Lo anterior, de acuerdo a Durán, pues la actual legislación laboral chilena “da garantías para que no haya mermas, por ejemplo, en la producción, ya que pueden contratar reemplazantes, con lo que rompen el poder de la huelga. Pasa más allá de la fuerza de los trabajadores, pasa por cambiar la negociación colectiva en Chile, que es un sistema pro empresa”, sostuvo.
De acuerdo al sindicato de Claro, los trabajadores pretenden reiniciar las negociaciones con la empresa que, cabe recordar, es la filial chilena de América Móvil, tercer operador de telecomunicaciones del mundo, con más de 260 millones de clientes en 18 países y propiedad del mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del planeta.
Seis días de huelga cumplen este miércoles el sindicato más grande de la empresa Claro, 900 trabajadores a lo largo de Chile que decidieron paralizar sus funciones debido a la negativa de la compañía a acceder a la propuesta de reajuste salarial y la ampliación de los beneficios laborales, pese a los auspiciosos números que acompañan el crecimiento de la multinacional en nuestro país.
La presidenta del sindicato de Claro Chile, Ana Matamala, detalló que mientras los trabajadores solicitan un reajuste escalonado, que va entre el 3 y el 9 por ciento, “la empresa nos está entregando entre un 0, 5 y 2 por ciento, diciendo que no tienen dinero para negociar, casi como si estuvieran en números rojos”.
Por otra parte, se demanda la extensión de los beneficios de los ex empleados de Telmex a todos los trabajadores, pues aunque ambas compañías se fusionaron no todos los trabajadores poseen los mismos incentivos. “Para algunos casos somos la misma empresa, pero cuando se trata de homologar los beneficios, la empresa no lo hace extensivo para todos”, acusó la dirigenta.
La empresa ha rechazado negociar con el sindicato, aunque las cifras revelan que Claro incrementó sus ventas en un 23 por ciento y en un 13 por ciento sus utilidades, además del significativo crecimiento en el mercado chileno, que pasó de un 7,8 por ciento en el 2000 a un 24 por ciento actual. A ello se suma que según la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), la compañía es la operadora más beneficiada con el proceso de Portabilidad Numérica, logrando un flujo neto de más de 76 mil clientes.
Matamala, además, agregó que Claro “gasta más de 21 mil millones de pesos solamente en publicidad de Marketing, hoy están haciendo el data center más grande de Latinoamérica en Chile, donde se están gastando varios millones más, aparte del Claro Patagonia que ya lo tomaron”.
Por lo mismo, la presidenta del sindicato denunció que la justificación de la empresa de no contar con los recursos para cumplir con las demandas “no se condice, o sea, nos están traspasando los gastos e inversiones a los trabajadores”.
Al respecto, el economista de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, indicó que esta situación confirma el fracaso de la política de negociación colectiva del país, pues “da lo mismo que las empresas ganen y ganen dinero, porque aún cuando los trabajadores tengan sindicato y puedan negociar, si la empresa no quiere repartir las utilidades simplemente no lo hace”.
Lo anterior, de acuerdo a Durán, pues la actual legislación laboral chilena “da garantías para que no haya mermas, por ejemplo, en la producción, ya que pueden contratar reemplazantes, con lo que rompen el poder de la huelga. Pasa más allá de la fuerza de los trabajadores, pasa por cambiar la negociación colectiva en Chile, que es un sistema pro empresa”, sostuvo.
De acuerdo al sindicato de Claro, los trabajadores pretenden reiniciar las negociaciones con la empresa que, cabe recordar, es la filial chilena de América Móvil, tercer operador de telecomunicaciones del mundo, con más de 260 millones de clientes en 18 países y propiedad del mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del planeta.
