Según el INE el 9 por ciento de la población total del país son adultos mayores, lo que equivale aproximadamente a un millón 541 mil adultos mayores, en su mayoría mujeres. La baja natalidad y la alta longevidad que registra Chile permite augurar además que al 2050 Chile será un país de adultos mayores.
Considerando este contexto, un estudio elaborado por la ONG Activa en conjunto con la Universidad Iberoamericana concluyó que entre los años 2010 y 2012 la violencia hacia adultos mayores aumentó un 34,4% en el país. Según la directora de ONG Activa, Gloria Requena, “la violencia hacia los adultos mayores se incrementa en contextos en que la protección es precaria, como es el caso de Chile. No existen leyes ni programas de acogida que los protejan cuando ellos sufren violencia”.
Para Gloria Requena uno de los factores que influyen en esta situación es el asistencialismo característico de las políticas públicas.
La vocera de Activa explicó que “la razón de este incremento de la violencia tiene que ver con la ausencia de políticas publicas que estén orientadas al trabajo con los adultos mayores en contextos de riesgo. Tenemos mucha política orientada a otros segmentos poblacionales y en el caso de los adultos mayores de corte asistencialista. Por lo tanto se invisibilizan otras realidades a las que están sujetos como es el caso de la violencia”.
La directora de Activa recalcó que la violencia hacia los adultos se da no sólo en contextos de marginalidad y pobreza. Esta situación, especificó que la violencia es transversal y que se puede encontrar en sectores medios, ABC1, C2 y C3 donde existe un contexto de abandono y despreocupación.
Para Sergio Becerra, Vicerrector de la U. Iberoamericana y colaborador del estudio, el sistema previsional no responde a las necesidades de la población adulta, que ha ido creciendo y que seguirá haciéndolo, no así la protección para este segmento de la población.
Becerra explicó a Radio Universidad de Chile que “en este momento según todas las proyecciones, sabemos que al año 2024, de cada tres personas que se pensionen solo dos van a tener fondos, y éstos van a ser escuálidos. El sistema previsional no ha ido de la mano con el crecimiento de la población adulto mayor. Necesitamos una política estructural con planes de largo plazo que aborden este tema no sólo hoy, sino que también el problema que se viene a futuro”.
Becerra sostuvo además que “si el Estado no invierte en proteger a los adultos mayores seguiremos observando aumentos sostenidos en las cifras de violencia, lo que contribuye a erosionar aún más el tejido social”.
Las regiones que más incremento en las denuncias hacia adultos mayores registraron fueron las de Tarapacá, Los Ríos, Metropolitana, Magallanes, Bio Bio, La Araucanía, Bernardo O´Higgins, Antofagasta, Atacama y Valparaíso.
Sólo en cuatro regiones del país se registró una baja en las denuncias, se trata de Coquimbo, Aysén , Arica y Parinacota y Los Lagos .
Según las cifras entregadas por el estudio, en 3 de cada 4 casos analizados, la víctima registró como autor de las agresiones a un miembro de su familia, identificándose entre los agresores como grupo mayoritario a los propios hijos o cuidadores de la víctima. Es por esto que Gloria Requena señaló que “los adultos mayores muchas veces no denuncian porque no son autovalentes y dependen de su agresor para sobrevivir o desenvolverse, lo que favorece que sufran violencia en absoluta impunidad.”
Según el INE el 9 por ciento de la población total del país son adultos mayores, lo que equivale aproximadamente a un millón 541 mil adultos mayores, en su mayoría mujeres. La baja natalidad y la alta longevidad que registra Chile permite augurar además que al 2050 Chile será un país de adultos mayores.
Considerando este contexto, un estudio elaborado por la ONG Activa en conjunto con la Universidad Iberoamericana concluyó que entre los años 2010 y 2012 la violencia hacia adultos mayores aumentó un 34,4% en el país. Según la directora de ONG Activa, Gloria Requena, “la violencia hacia los adultos mayores se incrementa en contextos en que la protección es precaria, como es el caso de Chile. No existen leyes ni programas de acogida que los protejan cuando ellos sufren violencia”.
Para Gloria Requena uno de los factores que influyen en esta situación es el asistencialismo característico de las políticas públicas.
La vocera de Activa explicó que “la razón de este incremento de la violencia tiene que ver con la ausencia de políticas publicas que estén orientadas al trabajo con los adultos mayores en contextos de riesgo. Tenemos mucha política orientada a otros segmentos poblacionales y en el caso de los adultos mayores de corte asistencialista. Por lo tanto se invisibilizan otras realidades a las que están sujetos como es el caso de la violencia”.
La directora de Activa recalcó que la violencia hacia los adultos se da no sólo en contextos de marginalidad y pobreza. Esta situación, especificó que la violencia es transversal y que se puede encontrar en sectores medios, ABC1, C2 y C3 donde existe un contexto de abandono y despreocupación.
Para Sergio Becerra, Vicerrector de la U. Iberoamericana y colaborador del estudio, el sistema previsional no responde a las necesidades de la población adulta, que ha ido creciendo y que seguirá haciéndolo, no así la protección para este segmento de la población.
Becerra explicó a Radio Universidad de Chile que “en este momento según todas las proyecciones, sabemos que al año 2024, de cada tres personas que se pensionen solo dos van a tener fondos, y éstos van a ser escuálidos. El sistema previsional no ha ido de la mano con el crecimiento de la población adulto mayor. Necesitamos una política estructural con planes de largo plazo que aborden este tema no sólo hoy, sino que también el problema que se viene a futuro”.
Becerra sostuvo además que “si el Estado no invierte en proteger a los adultos mayores seguiremos observando aumentos sostenidos en las cifras de violencia, lo que contribuye a erosionar aún más el tejido social”.
Las regiones que más incremento en las denuncias hacia adultos mayores registraron fueron las de Tarapacá, Los Ríos, Metropolitana, Magallanes, Bio Bio, La Araucanía, Bernardo O´Higgins, Antofagasta, Atacama y Valparaíso.
Sólo en cuatro regiones del país se registró una baja en las denuncias, se trata de Coquimbo, Aysén , Arica y Parinacota y Los Lagos .
Según las cifras entregadas por el estudio, en 3 de cada 4 casos analizados, la víctima registró como autor de las agresiones a un miembro de su familia, identificándose entre los agresores como grupo mayoritario a los propios hijos o cuidadores de la víctima. Es por esto que Gloria Requena señaló que “los adultos mayores muchas veces no denuncian porque no son autovalentes y dependen de su agresor para sobrevivir o desenvolverse, lo que favorece que sufran violencia en absoluta impunidad.”
Según el INE el 9 por ciento de la población total del país son adultos mayores, lo que equivale aproximadamente a un millón 541 mil adultos mayores, en su mayoría mujeres. La baja natalidad y la alta longevidad que registra Chile permite augurar además que al 2050 Chile será un país de adultos mayores.
Considerando este contexto, un estudio elaborado por la ONG Activa en conjunto con la Universidad Iberoamericana concluyó que entre los años 2010 y 2012 la violencia hacia adultos mayores aumentó un 34,4% en el país. Según la directora de ONG Activa, Gloria Requena, “la violencia hacia los adultos mayores se incrementa en contextos en que la protección es precaria, como es el caso de Chile. No existen leyes ni programas de acogida que los protejan cuando ellos sufren violencia”.
Para Gloria Requena uno de los factores que influyen en esta situación es el asistencialismo característico de las políticas públicas.
La vocera de Activa explicó que “la razón de este incremento de la violencia tiene que ver con la ausencia de políticas publicas que estén orientadas al trabajo con los adultos mayores en contextos de riesgo. Tenemos mucha política orientada a otros segmentos poblacionales y en el caso de los adultos mayores de corte asistencialista. Por lo tanto se invisibilizan otras realidades a las que están sujetos como es el caso de la violencia”.
La directora de Activa recalcó que la violencia hacia los adultos se da no sólo en contextos de marginalidad y pobreza. Esta situación, especificó que la violencia es transversal y que se puede encontrar en sectores medios, ABC1, C2 y C3 donde existe un contexto de abandono y despreocupación.
Para Sergio Becerra, Vicerrector de la U. Iberoamericana y colaborador del estudio, el sistema previsional no responde a las necesidades de la población adulta, que ha ido creciendo y que seguirá haciéndolo, no así la protección para este segmento de la población.
Becerra explicó a Radio Universidad de Chile que “en este momento según todas las proyecciones, sabemos que al año 2024, de cada tres personas que se pensionen solo dos van a tener fondos, y éstos van a ser escuálidos. El sistema previsional no ha ido de la mano con el crecimiento de la población adulto mayor. Necesitamos una política estructural con planes de largo plazo que aborden este tema no sólo hoy, sino que también el problema que se viene a futuro”.
Becerra sostuvo además que “si el Estado no invierte en proteger a los adultos mayores seguiremos observando aumentos sostenidos en las cifras de violencia, lo que contribuye a erosionar aún más el tejido social”.
Las regiones que más incremento en las denuncias hacia adultos mayores registraron fueron las de Tarapacá, Los Ríos, Metropolitana, Magallanes, Bio Bio, La Araucanía, Bernardo O´Higgins, Antofagasta, Atacama y Valparaíso.
Sólo en cuatro regiones del país se registró una baja en las denuncias, se trata de Coquimbo, Aysén , Arica y Parinacota y Los Lagos .
Según las cifras entregadas por el estudio, en 3 de cada 4 casos analizados, la víctima registró como autor de las agresiones a un miembro de su familia, identificándose entre los agresores como grupo mayoritario a los propios hijos o cuidadores de la víctima. Es por esto que Gloria Requena señaló que “los adultos mayores muchas veces no denuncian porque no son autovalentes y dependen de su agresor para sobrevivir o desenvolverse, lo que favorece que sufran violencia en absoluta impunidad.”
