Estimado Director:

El Estado chileno y sus FF AA se han prestado ya en el pasado para servir como instrumento de los intereses imperialistas en nuestra región. Así, en 1879 nuestro país hizo la guerra a Perú y a Bolivia y amputó a ambos países de una parte de su territorio , todo ello con el fin de servir los intereses de Mister North, el gran capitalista inglés del nitrato. Más recientemente, en 1982, el tirano y sus FF AA intervinieron activamente para favorecer la agresión inglesa contra la Argentina en la guerra de las Malvinas.

En la actualidad parece evidente que las FF AA chilenas , así como las de Colombia, ambas profundamente reaccionarias y de ideología fascista, constituyen los puntos de apoyo privilegiados para la estrategia norteamericana de control de nuestro subcontinente.

En efecto , los norteamericanos ya no pueden contar con las ejércitos de países que conocen procesos revolucionarios o, por los menos, profundas reformas , como es el caso de Venezuela, Bolivia y Ecuador, donde las instituciones armadas ya sea participan activamente a favor de las reformas ya sea simpatizan con ellas. Los imperialistas tampoco pueden contar con las FF AA argentinas , deshechas por la derrota de las Malvinas y deslegitimadas frente a su pueblo por los crímenes y violaciones de los derechos humanos. Por último, en Perú, donde el gobierno militar reformista y progresista de Velasco Alvarado de los años 60 no ha sido completamente olvidado , no es seguro que el imperialismo pueda poner todavía los dos pies.

Por fin, Brasil, que en algún momento del pasado pudo jugar el rol de antena regional del imperialismo del norte, ahora que está dopado por su potencia económica quiere jugar su propia partición internacional.

Por lo tanto, se comprende mejor el esmero con que los norteamericanos han tratado a las FF AA herederas de Pinochet así como a las FFAA que combaten la guerrilla colombiana. Unas y otras, abiertamente regaloneadas por el imperio, pueden ser un día, quizás más temprano que tarde, los instrumentos de agresión contra los vecinos que emprenden nuevos caminos de libertad y de progreso.

Ramón Barros B.