La semana económica se inició con una leve mejoría en la cotización del cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME), aunque se mantuvo en niveles bajo los US$ 3 dólares la libra, subiendo 0,92% luego de transarse en US$ 2,971 la libra frente a los US$ 2,944 del viernes. La corrección se enmarca en un período negativo para el commodity, que completó tres semanas de bajas y anotando mínimos en casi 4 años a raíz de la clara desaceleración de la economía china, hecho que genera dudas sobre la demanda por el metal durante este año.
Como contramano y a raíz del leve repunte del cobre, el dólar comenzó la semana con retrocesos frente al peso tras aclararse el plebiscito de Crimea y la petición de anexión a Rusia, bajando a puntas $ 569,5 comprador y $ 569,8 vendedor, lo que implica una baja de $ 2 respecto al cierre del viernes. Con ello, la divisa tocó su nivel más bajo desde el 7 de marzo cuando alcanzó los $ 566,3.
En el valor de apertura también parece estar incluida la expectativa de que en la reunión de la FED, del próximo miércoles, se revelen los cambios que aplicará a su política monetaria, la que dejaría de guiarse por la desocupación y se reemplazaría por un conjunto de variables, con el propósito de dar señales al mercado de que no habrá aún repliegue de su programa de compra de deuda y que su nueva directora, Janet Yellen, continuará con la política expansiva de su predecesor, reduciéndola solo paulatinamente en un periodo largo.
Las informaciones fueron aliciente para los inversionistas por lo que las operaciones en Wall Street abrieron al alza, impulsadas también por otros buenos datos económicos. El índice Empire Estate, que mide la actividad manufacturera en el área de Nueva York, subió en marzo hasta los 5,6 puntos, por encima de los 5,4 previstos, sorprendiendo al mercado. El Dow Jones de Industriales se incrementó un 1,12%; el S&P 500 subió 1,13% y el Nasdaq ganó 1,09%.
Las malas noticias para la reactivación, empero, llegaron de Europa, donde la tasa de inflación interanual de la zona euro bajó en febrero al 0,7%, frente al 0,8% del mes anterior, informó Eurostat, recordando que hace un año el indicador alcanzaba el 1,8%. La tasa de inflación mensual en febrero fue del 0,3% para los países que comparten la moneda única y para el conjunto de la Unión Europea (UE). Inglaterra registró el índice interanual de inflación más elevado de la UE, con el 1,9%, seguido de Malta y Finlandia con el 1,6%, respectivamente, y Austria, 1,5%. En el caso de España la tasa alcanzó el 0,1%, el mismo porcentaje que Irlanda y Suecia. Las tasas media interanuales hasta febrero de 2014 más débiles la registraron Grecia (-1,1%), Bulgaria (-0,3%) y Chipre (-0,2%), mientras que las más elevadas correspondieron a Estonia (2,8%), Rumanía (2,6% y Reino Unido (2,4%), país este último que, a raíz del escándalo de manipulación de la tasa Libor ha cedido la administración de aquella a EE.UU., donde la Federal Deposit Insurance Corp (FDIC) demandó a los 16 de los bancos más grandes del mundo por el fraude.
Las nuevas cifras han hecho prever a algunos analistas que Europa podría enfrentar un proceso que arrastraría a la zona a un estancamiento estilo japonés, en el que los consumidores retrasan sus compras a la espera de mayores bajas de precio, deteniendo la actividad. El presidente del Central Europeo, Mario Draghi, empero, ha negado la posibilidad, luego que hasta el multimillonario George Soros vaticinara 25 años de estancamiento en un área que hasta hace unos años era el consumidor de casi un tercio de las exportaciones de cobre chileno.
Por su parte, la decisión del PC chino de ampliar la banda de oscilación del tipo de cambio yuan-dólar a 2%, duplicando su anterior rango de 1%, hace prever una apreciación de la moneda china, lo que encarece sus exportaciones y abarata sus importaciones mejorando el consumo interno, pero disminuyendo su fortaleza en los envíos, lo que podría tener efectos en sus compras de cobre.
Los analistas de este mercado pronostican como escenario más probable posiciones de venta por debajo de US$ 3 la libra física del metal con niveles de US$ 2,905 y US$ 2,850 como targets. En tanto, el precio futuro a tres meses se sitúa en US$ 2,96876 la libra, mientras que los inventarios se incrementaron hasta las 253.375 toneladas métricas, lo que supone 2.075 más que en la medición anterior, otra señal más de la ralentización de los mercados.