Pampa Camarones finalizó la construcción de la minera que explotará el yacimiento Salamanqueja, por lo que se encuentra en etapa de pruebas para iniciar la producción de cátodos de cobre a partir de junio y sus exportaciones en julio.
En la primera etapa esperan producir ocho mil 400 toneladas al año, y se proyecta que crezca a doce mil. Incluso, las expectativas sobre el proyecto hicieron que la Sociedad Nacional de Minería los incorporara a sus filas.
La inversión de Pampa Camarones S.A. asciende a unos 60 millones de dólares. La empresa pertenece a Pampa Mater S.A.; Arrigoni Minería y la empresa coreana Samsung C&T.
Desde 2011 la empresa intenta iniciar la producción, anunciado en al menos dos ocasiones, sin concretarse debido a distintas multas y objeciones por parte de la institucionalidad ambiental y la comunidad.
Hace pocos meses, el 6 de diciembre de 2013, la Superintendencia del Medio Ambiente paralizó las faenas debido a la afectación de sitios arqueológicos, situación que no ha sido corregida, tal como reclama César Huanca, activista ambiental y presidente del Consejo Territorial de Chapiquiña.
Según explicó, a este proyecto no se le exigió un Estudio de Impacto Ambiental, pese a que en un radio de ocho kilómetros del yacimiento, hay comunidades indígenas y pescadores que protestan por su instalación.
“Va a ser muy complicado para los sectores económicos, porque evidentemente van a verse judicializados todos los proyectos en esta región. Fue el mensaje que le dimos a los encargados de Pampa Camarones, que si bien pueden ir avanzando, les esperan una cantidad de recursos de protección y acciones judiciales, además de manifestaciones”, advirtió.
“En la zona están expectantes con lo que suceda. Todavía no se ven los efectos”, indicó Huanca, quien además integra la Coordinadora Regional de Conflictos Socioambientales, anunciando una férrea oposición por parte de la comunidad a éste y otros proyectos mineros en la región.
“Hemos dicho públicamente que aquí la minería es como dispararse a los pies. Obviamente que es difícil que la comunidad acepte una mega minería, del nivel que se está tratando de hacer en Pampa Camarones”, aclaró.
En la misma línea, la gobernadora de la provincia Arica, Andrea Murillo, se mostró contraria al avance de la minería en la zona. Según la autoridad, la comunidad no percibe que ésta sea una posibilidad o una alternativa de desarrollo.
“En la comunidad no he visto que exista una visión de que esa sea nuestra salida estratégica. En general, en la región existe una mirada de visión estratégica en términos de energía solar, de que nosotros busquemos energías renovables, sanas y limpias”, explicó.
Por su parte, en la empresa proyectan que el consumo energético será cubierto por una planta fotovoltaica y que sólo utilizarán agua de mar para su funcionamiento.