El estudio está elaborado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, el Observatorio de Salud Mental y la Fundación Rostros Nuevos, quienes decidieron elaborar este informe inédito y que permite conocer con datos concretos, la realidad de las personas que sufren algún tipo de discapacidad mental o intelectual.
De acuerdo al adelanto presentado en el programa Semáforo de nuestra emisora, en Chile se perciben desigualdades y discriminaciones hacia este sector de la población desde la niñez, principalmente en el sistema educacional.
De hecho, según los datos recopilados, solo un 9 por ciento de los menores que sufren algún tipo de discapacidad asisten a una escuela normal, mientras que el 90 por ciento lo hace en establecimientos especiales.
“Tienen muy poco acceso a muchas cosas, no están incluidas plenamente en nuestra sociedad, no están reconocidas en nuestras leyes como personas, como ciudadanos y fácilmente son pasadas a llevar en la mayoría de sus derechos, tomemos por ejemplo el caso de la salud, ha habido algunos avances en un plan nacional de salud mental del año 2000, pero desde el año 2008 vemos que el presupuesto en salud pública destinado a salud mental proporcionalmente disminuido”, destacó el Dr. de la U. de Chile, Alberto Minoletti.
En materia laboral, solo un 14% de las personas con alguna discapacidad intelectual está activo laboralmente, muchos de ellos con trabajos precarios y mal remunerados, amparados por la misma legislación, que permite según la ley 18.600 pagarles menos del sueldo mínimo.
El doctor Minoletti, aclara que “necesitamos un nuevo plan nacional de salud mental y junto con eso necesitamos una ley de salud mental. Chile es uno de los pocos países en el mundo que nunca ha tenido una ley de salud mental que dé garantías, muchos de los derechos que yo he hablado pueden quedar reflejados en esa ley, el acceso a la educación, a la vivienda, al trabajo, a la salud, son cosas que se pueden garantizar en una ley, creo que necesitamos políticas nuevas al respecto y necesitamos una nueva ley de salud mental”.
Esta opinión es compartida por la directora del área técnica de la Red Coanil, institución que aportó con datos en la elaboración de este diagnóstico, Cármen Artaza, quien además se refiere al rol que ha jugado la sociedad en este problema.
Carmen Artaza explicó que “como sociedad estamos con un debe importante que es la aceptación de la diferencia y por eso yo me refiero en general, no solamente a las personas con discapacidad intelectual, en general a todas las personas que son diferentes ya tienen un grado de segregación y eso es lo que tenemos que ir cambiando, nosotros no estamos por hacer un trabajo positivo solo a un grupo de población, lo que queremos es que la sociedad cambie su mirada en relación a todas las personas que son distintas”.
“Chile está en deuda con las personas con discapacidad mental y también está en deuda con el tratado internacional que comprometió el 2008 frente a la ONU”, sostiene el doctor Minoletti, quien espera que el Estado se comprometa de una manera decidida en este tema.
Cómo dato, el investigador aportó que desde el año 2008 se ha reducido constantemente el presupuesto de salud pública para el tema “discapacidad”, llegando en su minuto a manejar el 3,2% de la glosa y ahora ha bajado a un 2,16%.
A juicio del académico de nuestra casa de estudios esto es un hecho grave, debido a que impide un mejor manejo preventivo de este tema.
El estudio se puede encontrar a partir de este viernes en el sitio web www.observatoriodiscapacidadmental.cl.
El estudio está elaborado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, el Observatorio de Salud Mental y la Fundación Rostros Nuevos, quienes decidieron elaborar este informe inédito y que permite conocer con datos concretos, la realidad de las personas que sufren algún tipo de discapacidad mental o intelectual.
De acuerdo al adelanto presentado en el programa Semáforo de nuestra emisora, en Chile se perciben desigualdades y discriminaciones hacia este sector de la población desde la niñez, principalmente en el sistema educacional.
De hecho, según los datos recopilados, solo un 9 por ciento de los menores que sufren algún tipo de discapacidad asisten a una escuela normal, mientras que el 90 por ciento lo hace en establecimientos especiales.
“Tienen muy poco acceso a muchas cosas, no están incluidas plenamente en nuestra sociedad, no están reconocidas en nuestras leyes como personas, como ciudadanos y fácilmente son pasadas a llevar en la mayoría de sus derechos, tomemos por ejemplo el caso de la salud, ha habido algunos avances en un plan nacional de salud mental del año 2000, pero desde el año 2008 vemos que el presupuesto en salud pública destinado a salud mental proporcionalmente disminuido”, destacó el Dr. de la U. de Chile, Alberto Minoletti.
En materia laboral, solo un 14% de las personas con alguna discapacidad intelectual está activo laboralmente, muchos de ellos con trabajos precarios y mal remunerados, amparados por la misma legislación, que permite según la ley 18.600 pagarles menos del sueldo mínimo.
El doctor Minoletti, aclara que “necesitamos un nuevo plan nacional de salud mental y junto con eso necesitamos una ley de salud mental. Chile es uno de los pocos países en el mundo que nunca ha tenido una ley de salud mental que dé garantías, muchos de los derechos que yo he hablado pueden quedar reflejados en esa ley, el acceso a la educación, a la vivienda, al trabajo, a la salud, son cosas que se pueden garantizar en una ley, creo que necesitamos políticas nuevas al respecto y necesitamos una nueva ley de salud mental”.
Esta opinión es compartida por la directora del área técnica de la Red Coanil, institución que aportó con datos en la elaboración de este diagnóstico, Cármen Artaza, quien además se refiere al rol que ha jugado la sociedad en este problema.
Carmen Artaza explicó que “como sociedad estamos con un debe importante que es la aceptación de la diferencia y por eso yo me refiero en general, no solamente a las personas con discapacidad intelectual, en general a todas las personas que son diferentes ya tienen un grado de segregación y eso es lo que tenemos que ir cambiando, nosotros no estamos por hacer un trabajo positivo solo a un grupo de población, lo que queremos es que la sociedad cambie su mirada en relación a todas las personas que son distintas”.
“Chile está en deuda con las personas con discapacidad mental y también está en deuda con el tratado internacional que comprometió el 2008 frente a la ONU”, sostiene el doctor Minoletti, quien espera que el Estado se comprometa de una manera decidida en este tema.
Cómo dato, el investigador aportó que desde el año 2008 se ha reducido constantemente el presupuesto de salud pública para el tema “discapacidad”, llegando en su minuto a manejar el 3,2% de la glosa y ahora ha bajado a un 2,16%.
A juicio del académico de nuestra casa de estudios esto es un hecho grave, debido a que impide un mejor manejo preventivo de este tema.
El estudio se puede encontrar a partir de este viernes en el sitio web www.observatoriodiscapacidadmental.cl.
El estudio está elaborado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, el Observatorio de Salud Mental y la Fundación Rostros Nuevos, quienes decidieron elaborar este informe inédito y que permite conocer con datos concretos, la realidad de las personas que sufren algún tipo de discapacidad mental o intelectual.
De acuerdo al adelanto presentado en el programa Semáforo de nuestra emisora, en Chile se perciben desigualdades y discriminaciones hacia este sector de la población desde la niñez, principalmente en el sistema educacional.
De hecho, según los datos recopilados, solo un 9 por ciento de los menores que sufren algún tipo de discapacidad asisten a una escuela normal, mientras que el 90 por ciento lo hace en establecimientos especiales.
“Tienen muy poco acceso a muchas cosas, no están incluidas plenamente en nuestra sociedad, no están reconocidas en nuestras leyes como personas, como ciudadanos y fácilmente son pasadas a llevar en la mayoría de sus derechos, tomemos por ejemplo el caso de la salud, ha habido algunos avances en un plan nacional de salud mental del año 2000, pero desde el año 2008 vemos que el presupuesto en salud pública destinado a salud mental proporcionalmente disminuido”, destacó el Dr. de la U. de Chile, Alberto Minoletti.
En materia laboral, solo un 14% de las personas con alguna discapacidad intelectual está activo laboralmente, muchos de ellos con trabajos precarios y mal remunerados, amparados por la misma legislación, que permite según la ley 18.600 pagarles menos del sueldo mínimo.
El doctor Minoletti, aclara que “necesitamos un nuevo plan nacional de salud mental y junto con eso necesitamos una ley de salud mental. Chile es uno de los pocos países en el mundo que nunca ha tenido una ley de salud mental que dé garantías, muchos de los derechos que yo he hablado pueden quedar reflejados en esa ley, el acceso a la educación, a la vivienda, al trabajo, a la salud, son cosas que se pueden garantizar en una ley, creo que necesitamos políticas nuevas al respecto y necesitamos una nueva ley de salud mental”.
Esta opinión es compartida por la directora del área técnica de la Red Coanil, institución que aportó con datos en la elaboración de este diagnóstico, Cármen Artaza, quien además se refiere al rol que ha jugado la sociedad en este problema.
Carmen Artaza explicó que “como sociedad estamos con un debe importante que es la aceptación de la diferencia y por eso yo me refiero en general, no solamente a las personas con discapacidad intelectual, en general a todas las personas que son diferentes ya tienen un grado de segregación y eso es lo que tenemos que ir cambiando, nosotros no estamos por hacer un trabajo positivo solo a un grupo de población, lo que queremos es que la sociedad cambie su mirada en relación a todas las personas que son distintas”.
“Chile está en deuda con las personas con discapacidad mental y también está en deuda con el tratado internacional que comprometió el 2008 frente a la ONU”, sostiene el doctor Minoletti, quien espera que el Estado se comprometa de una manera decidida en este tema.
Cómo dato, el investigador aportó que desde el año 2008 se ha reducido constantemente el presupuesto de salud pública para el tema “discapacidad”, llegando en su minuto a manejar el 3,2% de la glosa y ahora ha bajado a un 2,16%.
A juicio del académico de nuestra casa de estudios esto es un hecho grave, debido a que impide un mejor manejo preventivo de este tema.
El estudio se puede encontrar a partir de este viernes en el sitio web www.observatoriodiscapacidadmental.cl.
