La partida de Ramón “Chapa” Rojas a sus 35 años, deja a la vista un camino de exploración deportiva y vanguardia en disciplinas poco conocidas como el Base Jump (Salto Base) o el Ski-Wingsuit.
Odontólogo de 35 años, oriundo de San Vicente de Tagua Tagua, encontró en la montaña un lugar para satisfacer la curiosidad de ver más allá. De pequeño se involucró a lo que sería su deporte favorito, el ski, en la localidad de Chapa Verde en la Cordillera de los Andes, de donde salió también su pseudónimo de “Chapa”.
De carácter colaborativo, pronto integró las Patrullas de Ski de Chile, como voluntario de rescate, siendo un miembro activo. A pesar de sufrir de vértigo encontró en el Base Jump una pasión
“Es un desafío a superar los miedos…Siento que es entrar en un trance, estoy pendiente de volar, mucha gente tiene temores y ésta es la forma de enfrentar mi temor…”, le dijo a una entrevista a El Gráfico.
Así, se convirtió en el primer basejumper chileno al completar las cuatro categorías de Salto Base (desde edificios, antenas, puentes y montañas). Además fue el primer y único sudamericano en realizar Ski-Base y tercera persona en el mundo en realizar Ski-Wingsuit-Base.
Hace poco más de un mes, el 20 de agosto, impuso el record de Ski-Wingsuit-Base, al saltar desde el cerro el Plomo a 4100 msnm, planeando unos 1000 metros con sus alas de Wingsuit.
El cuerpo del deportista fue recuperado por las autoridades suecas y sus familiares hacen los trámites para su repatriación.