La fuerte y sostenida baja del precio contado del cobre que siguió el lunes en la Bolsa de Metales de Londres, provocó de inmediato que las acciones de las grandes mineras sufrieran violentas caídas en prácticamente todos los mercados del mundo.
En efecto, los papeles de estas empresas a nivel global se vieron afectados por la preocupación de que los datos que se conocerán el jueves sobre el sector fabril chino, confirmarían la débil actividad industrial de esa nación, el mayor consumidor mundial del metal, hecho que se suma a crecientes críticas de expertos internacionales sobre la opacidad de esa economía y dudas sobre si las cifras oficiales de su crecimiento son reales o no.
El lunes, el metal rojo terminó la sesión con un valor de US$2,252 la libra, comparado con US$2,312 del cierre anterior, anotando su menor nivel desde el 26 de agosto. Tales valores rozan los costos de producción del metal en muchos de los principales yacimientos en Chile y otras regiones mineras del orbe, lo que hace prever una baja rentabilidad de estas compañías, cambios en sus políticas de dividendos y eventuales requerimientos por mayor deuda.
A la situación de China se suma una serie de reportes sobre ganancias corporativas en EE.UU., las que mostrarían que las empresas enfrentan dificultades, presionando aún más los precios de las acciones. Las ganancias de las firmas industriales chinas, en tanto, se redujeron en agosto a su ritmo más acelerado en cuatro años (-8,8 por ciento) ante alzas de costos y caída persistente de los precios de los productos.
De acuerdo a la firma especializada Investec, en la jornada del lunes el papel más afectado fue el de Glencore, que sufrió un derrumbe de 26,5 por ciento en Londres, guarismo que amenaza con la “evaporación” del valor de la compañía si se mantienen los actuales precios del metal rojo y si la empresas no aplica una reestructuración “sustancial”. El mismo escenario sería válido para Anglo-American, que bajó 8,04 por ciento; Antofagasta PLC (grupo Luksic), con una baja de 3,46 por ciento; y BHP de 4,7 por ciento, con efectos colaterales en la recaudación de impuestos para el Fisco chileno.
La pérdida de valor de los yacimientos de Codelco no se puede medir, debido a que la empresa no se transa en Bolsa, no obstante lo cual, la corporación se encuentra en un proceso de racionalización de costos que ha significado conocidos ajustes en personal, sueldos y faenas.
Investec estima que el mercado de commodities seguirá deprimido por varios años, debido a que el actual exceso de oferta, ha coincidido con la caída en la demanda. Al mismo tiempo advirtió que la deuda de estas compañías se está convirtiendo en el factor más importante para la gestión de las mineras, a medida que se erosionan sus ganancias y valor bursátil. Por ejemplo, en el caso de BHP y Rio Tinto, cumplir con sus dividendos le consumiría el 50% de sus flujos de caja operacional bajo este escenario.
Para el caso de Chile, las malas perspectivas en el valor del cobre no solo afectarán las previsiones presupuestarias para 2016 (con un precio promedio anual que no superaría los US$ 2.50), sino que, además, ha estado incidiendo en el tipo de cambio e inflación interna. El dólar inició las operaciones esta semana con una importante alza frente al peso, ubicándose en torno a los $ 707, una subida de $ 6 respecto al cierre del viernes. La semana pasada la divisa acumuló un avance de $ 22,4.
Se suma al cuadro el hecho que otras economías emergentes relevantes para el tipo de cambio en Chile (v.gr Brasil) muestran complicados panoramas económicos, con una mezcla de recesión e inflación, aunque nuestra economía se vea favorecida por los bajos precios del petróleo, así como por el incentivo a exportaciones no tradicionales gracias a un tipo de cambio alto.
Al escalamiento, se agregan las recientes declaraciones de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, quien abrió la posibilidad de una pronta subida de tasas de interés en EE.UU. impulsada por el reporte del PIB norteamericano dado a conocer el viernes y que alcanzo 3,9 por ciento, un 2 por ciento más que el mes anterior. Un alza de tasas reduce la actividad inversora, aumenta el costo del endeudamiento de las empresas, reduce sus perspectivas de crecimiento y oferta, e incide en los niveles de empleo y demanda.
La ecuación descrita implica que Chile verá disminuida su capacidad de crecimiento merced al bajo aporte que la minería entregará este año y probablemente el próximo, a la espera que los bajos precios del metal rojo hagan salir del mercado a competidores más débiles, reduciendo la oferta de cobre, al tiempo que las grandes economías consigan incrementar sus propios crecimientos y actividad. Tiempo de vacas flacas para los emergentes exportadores de materias primas, lo que obliga a pensar en un tipo de desarrollo estratégico menos ligado al sector primario y más cercano a los servicios y productos con mayor valor agregado.