Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 16 de julio de 2024


Escritorio

El catalizador de orgones

Columna de opinión por André Jouffé
Lunes 2 de noviembre 2015 9:16 hrs.


Compartir en

A menudo, el repaso de algunos libros ya leídos, nos deparan sorpresas que en primera instancia pasamos por alto.

El asesor político y escritor Albert Ellis, afirma en una de sus obras: “Aunque no lo crean, pero el lunes es el día de mayor asistencia a clases en los Estados Unidos. El motivo dramático: hambre, porque en las escuelas alimentan a los millones lo sufren el fin de semana”.

Por ejemplo en “Un muchacho del siglo XX”, de Volodia Teitelboim, nos cuenta que en el pueblucho ucraniano de sus abuelos, alguien informa que el paraíso esta en los Estados Unidos. Otro, que en Buenos Aires. Un tercero comenta que no, el paraíso esta en Chile puesto que su himno alude a la copia feliz del Edén. Y más encima tiene un puerto en Magallanes, Puerto Edén. Con ese argumento Moisés Teitelboim viaja a Chile en busca de una vida mejor. Finalmente remata en Curicó donde nace Volodia.

El ex senador, premio nacional de literatura, resulta asombroso: fue buen boxeador cuando niño, jugaba fútbol y su primera actividad profesional fue nada menos que periodista deportivo. ¿Quién lo iba a imaginar en el ex secretario general del Partido Comunista?

En el libro de Juan Cristóbal Peña sobre la bibliografía secreta de Pinochet nos enteramos que el general disponía de tres bibliotecas con un total de 26 mil volúmenes. Muchos obtenidos ilegalmente de bibliotecas públicos incluso la Nacional. “Era un comprador compulsivo”, comentan los libreros.

En su casa en La Dehesa entre napoleones y recuerdos bélicos, una foto muy sugerente, la única: el personaje muy campante al lado de Marlen Olivari.

Asimismo, en este volumen incluye una entrevista al siniestro Álvaro Puga, autor de muchos de los bandos del 11 de septiembre. Según Puga, Pinochet lo manda a llamar a la medianoche del fatídico día a su despacho en el Ministerio de Defensa y en agradecimiento por su labor le obsequia dos libros con lindas dedicatorias.

Lo dudo. Imposible que en medio de la batahola, Pinochet se haya dado el tiempo para firmar autógrafos.

En “El secreto mundo de los dibujos” de Gregg M. Furth, leo: Un niño de diez años se autoretrata con el rostro de un anciano. Puede parecer sorprendente, pero, ¿hay quien sea realmente joven cuando esta tan cerca de la muerte? El niño sabía de su enfermedad incurable. Los dibujos inconscientes pueden ser valiosísimos, sobre todo porque le permite a los moribundos o a sus seres queridos, enfrentarse a la irrevocabilidad de la muerte con honor.

Detalla Gregg que el dibujo de una persona bajo la lluvia, revela indicios de tensiones provocadas por el medio; de una casa un árbol y una persona, permite obtiene información sobre la sensibilidad, madurez y la personalidad del individuo. Un dibujo cinético de la familia, indica los patrones de conductas como las alteraciones primarias en la familia del individuo; el de reproducción de ocho tarjetas, para conocer las capaz mas profundas de la identificación psicosexual del sujeto y finalmente dibujo de una figura, no solo plantea el problema de dibujar a una persona sino el de adoptar una orientación de adaptase y de actuar ante una determinada situación. Gregg, un fanático de Carl Gustav Jung, considera al igual que el eminente alemán, que los sueños pueden ser proféticos de algún modo.

En las obras de y sobre el psicólogo Wilhelm Reich, ya emigrado a los Estados Unidos huyendo de los nazis, hay extensa alusión a su invento: el catalizador de orgones (orgón, palabra que combina organismo y orgasmo). Según él, quien descansaba unas horas en una especie de caja con forma de ataúd, renovaba sus energías sexuales. Reich sostenía: “La salud mental de una persona se puede medir por su potencial orgásmico”.

Las autoridades norteamericanas lo acusaron de estafador puesto que ya había convencido a 300 pacientes, Albert Einstein incluido. Falleció a los 60 años en la cárcel, un día antes de su apelación. Pero Reich, declarado esquizofrénico por muchos de sus colegas, fue un brillante alumno de Sigmund Freud y su obra destacó como un importante aporte a la psicología.

La revista “El Niño Limitado”, editada en su tiempo por la Fundación Leopoldo Donnebaum, aconsejaba a los padres de estos menores la mejor forma de convivir con ellos. Por ejemplo, no centrar la atención exclusivamente en los afectados en desmedro de los hermanos. Generalmente hacían lo contrario provocando síntomas de abandono en sus hermanos.

Una señora, madre de una muchacha de 16 con el síndrome, manifestó su preocupación. Le daba la píldora diariamente con lo cual evitaba el embarazo a cambio del riesgo de a contraer enfermedades en caso de relacionarse. El tema es que resulta difícil para una persona en estas condiciones, por su incapacidad de discernir. No tiene la contención o la tranca para evitar un acto que dramáticamente seria casi como consensuado.

El consejo indicado por el sicólogo a la dama en cuestión, es evitar que la joven ande sola, alejarla de desconocidos ya que los abusos lamentablemente son más frecuentes de lo imaginado.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.