“El deseado desarrollo económico futuro de un país es responsabilidad de cada gobierno y, también, del respectivo banco central, de acuerdo con su grado de autonomía”.
1.- El papel de los bancos centrales. Existen desde hace muchos años (el primero es el de Suecia fundado en 1668) y si bien han tenido cambios a lo largo del tiempo, son instituciones que diseñan y ejecutan la política monetaria de un país o grupo de países. En algunos casos su función principal es mantener la estabilidad de los precios y, por ello, les corresponde el manejo de la tasa de interés y el apoyo de las políticas económicas generales.
Por ejemplo, la Reserva Federal (banco central) de Estados Unidos, creado en 1913, proporciona a la nación un sistema monetario y financiero y decide la tasa de interés. Por su parte el Banco Central Europeo, creado en 1998, destaca que su capacidad para crear dinero lo protege de la insolvencia y, por eso, puede operar con un capital negativo, puesto que no podría carecer de dinero ya que es quien lo crea.
En consecuencia los bancos centrales tienen funciones de gran importancia e impacto para el funcionamiento de la economía de cada país o grupo de países, así como en la evolución de diferentes e importantes variables: inversión, demanda, divisas, comercio exterior, salarios, empleo, precios, inflación, etc.
2.- Información que entregan los bancos centrales sí impacta. En general entregan informaciones sobre un conjunto de variables, tanto en su evolución histórica como en la estimación de futuros posibles valores del PIB, de la inflación y otras variables. Este proceso de decisión se supone que está orientado a dar estabilidad a los precios internos y a facilitar la inversión y el crecimiento de la economía, lo cual tendría efectos positivos sobre el empleo, la demanda, el comercio exterior y otros muchos efectos en diferentes áreas de la economía. Para esto, tienen la autoridad para fijar el precio del dinero, o sea, el valor de la tasa de interés.
La información que proporcionan los bancos centrales son del siguiente tipo: (a) “se espera que las condiciones económicas evolucionen de manera de garantizar sólo aumentos graduales en la tasa de interés”; (b) “es probable que la tasa de fondos se mantenga, durante algún tiempo, por debajo de los niveles que se espera que prevalezca en el largo plazo”; (c) “para determinar el momento y el tamaño de los futuros ajustes al rango objetivo de la tasa, se evaluará y esperará las condiciones económicas en relación con sus objetivos de máximo empleo y de x% de inflación”; (d) “esta evaluación tendrá en cuenta una amplia gama de información, incluidas las medidas de las condiciones del mercado laboral, los indicadores de la inflación, las presiones y las expectativas de inflación, y las lecturas sobre la evolución financiera nacional e internacional”. Información encriptada que… analistas, operadores, inversores, empresarios, políticos – entre otros – intentan interpretar para tomar decisiones y emitir opiniones.
Es por eso, que es posible que un banco central (a) informe que baja la tasa de interés, y luego se produzca: un aumento de la tasa de ocupación y suban los precios, y en otro caso, (b) anuncie una baja de la tasa de interés y luego: suba el empleo y baje la inflación. Y así, en diferentes informes de bancos centrales se pueden encontrar declaraciones que son contrapuestas o contradictorias.
En otros casos, se aduce que la decisión de bajar, mantener o subir la tasa de interés, la que ha estado cercana o cero o negativas desde hace varios años en muchas partes del mundo, se debe a: “las turbulencias previsibles sobre la economía mundial, la volatilidad del mercado financiero y el desenvolvimiento más modesto de China y de Europa”.
Información críptica de un modelo sin completitud que analistas, operadores, inversores, empresarios, políticos – entre otros – intentan interpretar para tomar sus decisiones o emitir sus opiniones.
3.- ¿Qué explicaría el bajo crecimiento económico mundial? La decisión sobre la tasa de interés, así como las cifras que anticipan el crecimiento del PIB y la inflación son de enorme importancia para el sector público y el privado. La tasa de interés tiene efecto directo sobre: el ahorro y la inversión, la demanda interna y el comercio exterior y por lo tanto en el desarrollo económico.
Sin embargo, desde hace casi una década, el desarrollo económico que se logra en los diferentes países del mundo son más bien bajos, lo cual se ha acentuado desde la caída de la demanda de las materias primas (reducción de la tasa de crecimiento económico del régimen totalitario de China); la baja de más del 60% en el precio del petróleo (cambios en tecnologías); la burbuja inmobiliaria China; una comunidad europea de crecimiento bajo y en repetidas crisis y vaivenes desde hace casi una década con una tasa de interés negativa y baja inflación. Este bajo crecimiento muestran que las decisiones que han estado tomando los bancos centrales, que debieran liderar los procesos de crecimientos no están a la altura de las circunstancias y las causas no deben ser fáciles de identificar, pero lo real es que sus acciones o inacciones han ayudado poco o muy poco a que el mundo o regiones del mismo crezcan como lo han hecho en el pasado. Si a este estado de cosas se suma los impactos de las innovaciones y nuevas tecnologías en el empleo y en la productividad, y en la necesidad de disponer de personas con mayores cualificaciones el futuro se observa más incierto. Al parecer sus viejos modelos ya no dan cuenta de la complejidad económica global de este siglo.
Un ejemplo de economía de bajo crecimiento ha sido Japón, que tiene un gobierno que se endeuda enormemente, lo que debería llevar a aumentar la tasa de interés. Y lo que ha ocurrido es que la tasa de interés al contrario ha bajado. Y encima cuando sube el empleo al 97% se supone que deberían subir los salarios y de los precios de bienes y servicios y, por lo tanto, aumentar la inflación: lo que tampoco ha ocurrido.
4.- Un dilema económico para sistemas expertos de nueva generación. Y en todo esto tiene relaciones muy directas con las acciones y decisiones de los bancos centrales especialmente, instituciones donde “unos pocos actores” toman decisiones que afectan de manera profunda a sus respectivas economías y que al parecer, no tienen contrapeso para los resultados que producen sus decisiones. Sus indecisiones son elocuentes. Es así como en diciembre pasado la mayoría de los miembros de la FED (Reserva Federal de Estados Unidos) pensaron que habría cuatro aumentos de las tasas en el año 2016, llevando la tasa desde el rango 0% a 0,25% hasta el rango 0,25% a 0,5%. Ahora, la mayoría de los miembros creen que sólo habrá dos alzas más. Y un miembro piensa que sólo habrá una. Y las razones que dan para estas vacilaciones son, por ejemplo: se subirá la tasa de interés cuando el empleo llegue al 5%, aunque eso está ocurriendo desde octubre del 2015. En el caso nacional de Chile, se dijo que se mantenía la TPM (tasa real negativa) por diferentes razones: persistencia de la inflación, expansividad de la política monetaria, resiliencia del mercado laboral, deterioro de las condiciones externas, riesgo a la baja de la actividad, baja del petróleo. Algunas de estas variables deben estar en los modelos y, por lo tanto, estar relacionadas, en cambio otras variables son independientes.
Las expresiones más repetidas de los bancos centrales dicen relación con la entrega de estimaciones sobre algunas variables (controlables y no controlables) las que responden a lo incierto que se considera que es el futuro, como si las estimaciones que hacen se debieran a “razones especiales”, pero… no se dan las razones para no estimar los valores que tendrán esas otras variables, que los hacen dudar de variar la tasa de interés. Si por ejemplo, se dice que hay deterioro de las condiciones externas se debería tener una estimación para esa variable y tomar decisiones de acuerdo a ellas. Por otra parte hace muchos años que los directivos de instituciones y de empresas usan diferentes modelos y sistemas para hacer estimaciones de diferentes variables externas para apoyar sus decisiones, como es natural en el manejo del riesgo.
5.- ¿Cuál será el futuro de los bancos centrales? A pesar de todos los indudables esfuerzos que han hecho y están haciendo los bancos centrales para lograr una recuperación de las diferentes economías se llega a la conclusión que sus métodos y modelos han sido y están siendo insuficientes para dar cuenta de la complejidad de economías globales integradas y los cambios en muchas variables que al parecer no consideran sus viejos paradigmas. De alguna manera, esta institución va perdiendo fuerza y credibilidad en la comunidad en su acción de ayuda al crecimiento económico y lo que ha ocurrido es un aumento de la masa monetaria, que no se emplea en lo que debiera y por más que se bombea dinero, los inversionistas, las empresas, y los consumidores no lo usan para nuevas empresas o producciones o innovar. Es decir, los bancos centrales muestran que no son capaces de resolver el problema del crecimiento, ni tienen las herramientas para hacerlo, y por tanto no es bueno ni conveniente que sigan constantemente tomando decisiones que desde hace años no logran los resultados esperados, contando con todos los recursos, y financiamientos adecuados para sus fines.
6.- ¿Cuál será el papel de los gobiernos por lograr el crecimiento a tasas superiores que es la base para el desarrollo? Si los bancos centrales no son capaces de inducir un alto crecimiento, los gobiernos debieran entonces incrementar sus acciones para cumplir con este propósito, ¡Siempre que sus políticas públicas y sus decisiones estuvieran dirigidas en esa dirección y sustentadas en claras y explícitas estrategias sobre los posibles futuros que permita su trazabilidad por parte de la comunidad! ¿Será esto posible y real cuando desde hace varias décadas se trata de llevar al desarrollo económico a países emergentes y no se llega? Los desafíos para los gobiernos de los países ya desarrollados… son aún superiores. Por cierto y sin soberbia, quedamos a la espera de mejores respuestas que las nuestras.