Quisiera manifestar mi enojo e indignación y reflexionar un poco acerca de lo que está ocurriendo con el proyecto Flor del Valle de Maipú, cuya compra de terreno está estancada debido a que ni siquiera se ha puesto en tabla para votarse en el concejo municipal. Todo esto por las manifestaciones de los vecinos del terreno en contra del proyecto.

No puede ser que por decisiones de sujetos que no son propietarios de un lugar, se detenga la compra de este. Pero, peor aún es que los vecinos sólo se preocupen de su bien individual, a costa de que otros no puedan acceder a una forma digna de vivir ¿Cómo pretendemos combatir la pobreza si aceptamos que aquellos que tuvieron mejores oportunidades, quienes no conocen lo que es vivir la realidad de estas familias, decidan por el devenir de ellas? Mientras que para algunos es obvio el hecho de tener techo, murallas sólidas,  acceso a agua y luz, poder cerrar las puertas sin que entre un chiflón y protegerse de la lluvia dentro de la casa, otros luchan día a día por conseguirlo, por conseguir algo que nadie se da cuenta de que tiene.

Son minoría y eso les juega en contra. Porque nadie se hará popular cooperando con estas familias para que salgan adelante, pero ellos son los que realmente necesitan el apoyo, no solo del gobierno o del estado, sino que de todos los ciudadanos. Porque buscamos un país más justo, integrado y que respete los derechos sociales, y esto no puede quedar sólo en palabras.