Señor Director:
El senador Alejandro Guillier, asume que está dispuesto a ser candidato presidencial. El periodista que llegó al Senado, apoyando el programa de reformas de la Presidenta, asume su condición de presidenciable, dentro de la coalición que no ha permitido que el programa de Bachelet se lleve a cabo.
Contradicción o no, Alejandro Guillier, será el candidato del Partido Radical, a las primarias de la Nueva Mayoría, cerrando la puerta de aquellos que lo veían como una carta presidencial de fuerzas transformadoras, fuera del duopolio. Triste para aquellos y aquellas, que se lo imaginaban al lado de los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric, construyendo una fuerza realmente de cambio, empujando las reformas que la ciudadanía exige, y que el gobierno de Bachelet, no quiso hacer.
Quienes deben estar muy contentos con esta decisión, son las diputadas Camila Vallejo y Karol Cariola, y los llamados “sectores más transformadores de la Nueva mayoría”. El PC, podrá apoyar un candidato, “que pareciera” distinto a Ricardo Lagos, al menos hasta las primarias del sector. El PC duerme tranquilo, podrá justificar 4 años más, su participación en una coalición con un programa transformador, que no transforma nada.
Alejandro Guillier, dudó, pero las encuestas pueden más, sobre todo en una coalición, que busca con desesperación a su salvador; si no es Lagos, bienvenido un periodista progresista, masón, medio chascón, regionalista y díscolo; pero que mantiene lealtad al pacto de la transición. Uno que parece que es, pero no lo es. Por cierto, la Masonería está feliz, un masón puede volver a La Moneda.
El desafío de Alejandro Guillier, para lograr ser el candidato de la Nueva Mayoría, no es la primaria, más bien es la necesidad de construir una estructura orgánica, que derrote a las máquinas de los partidos tradicionales. El periodista sabe, que su apoyo está más bien fuera de la Nueva Mayoría, que dentro de ella. Alejandro Guillier, tiene un apoyo comunicacional en aquellos y aquellas que reclaman renovación y cambio. Probablemente si Gabriel Boric, tuviese la edad para ser el candidato, Alejandro Guillier no estaría en la lista.
Es cierto que la gente necesita con urgencia una renovación de rostros, y el periodista representa eso, al menos desde el punto de vista comunicacional. Pero lo que olvidan los radicales y el senador, es que a la ciudadanía ya no le basta con nuevos rostros, quiere un cambio, un gobierno que se haga cargo de las transformaciones que aseguren a los chilenos y chilenas, una sociedad de derechos. La sociedad reclama, en cada encuesta relativamente seria, renovación y cambio. Nuevos rostros que remplacen a la política tradicional, pero que sean capaces de liderar cambios y transformaciones profundas en la sociedad Chilena. Que rompan precisamente con el pacto y relato hegemónico de la transición. Eso es lo que los Radicales y los sectores que apoyan a Guillier, no logran comprender.
Alejandro Guillier, será candidato de la casta, defenderá un programa, acordado con la élite, tendrá que sentarse con una clase política corrupta y desvergonzada, intentará mantener con nuevas frases y consignas, el relato hegemónico del pacto de la transición. Nada nuevo bajo el sol, una nueva “Michelle Bachelet”, que pueda darle oxígeno a la casta.
Cuando más atrevimiento reclama la sociedad, el ex periodista aparece para mantener la tranquilidad de los poderosos de siempre, pidiéndoles permiso, para hacer algunas de las reformas, que Bachelet no pudo hacer. Habrá que ver cuál es la línea de cambio, que los de arriba, le permitirán al actual senador y ex audaz periodista de Tolerancia 0. En un principio, esto simplemente parece una mala copia de Bachelet 2013. Todos sabemos cómo está terminando esta aventura.
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