Los funcionarios policiales fueron formalizados por “violencia innecesaria en el ejercicio de sus funciones” por los disparos que propinaron a los comuneros mapuche Jorge Ariel Colil y Renato Ulises Lincopán, en Tirúa, región del Bío Bío.
El Tribunal de Cañete decretó arresto domiciliario total para los dos carabineros e instruyó una investigación que se extenderá por dos años, a cargo de la Fiscalía Militar, para determinar los hechos ocurridos durante la madrugada de este lunes.
Según se informó en la audiencia, cinco comuneros se transportaban en una camioneta cuando recibieron cerca de nueve disparos con una subametralladora y una pistola de 9 milímetros. Es decir, correspondía a munición de guerra y no balines.
A raíz de esto, resultaron dos comuneros heridos con impactos de bala en sus brazos y glúteos siendo uno trasladado a Cañete y otro a Curanilahue donde se mantienen hospitalizados.
El comunero que conducía el vehículo, Juan Ancaten Lincopan descartó que se tratara de un control en la ruta 70 que une Cañete con Tirúa, porque Fuerzas Especiales estaba detrás de un paradero esperando para emboscarlos, según relató.
Agregó que se trasladaron hasta la localidad de Quidico a buscar un familiar y de regreso a la comunidad observaron que una patrulla salió a la ruta.
“Nunca nos pararon, nunca nos dijeron sobre un control. Nos dispararon y nos dijeron ¡bájense conchesumadre¡ y por instinto nos bajamos y yo me devolví a mi casa por un callejón”, relató.
A su juicio, esta fue “una acción premeditada de Carabineros, un ataque cobarde y sin justificación, avalado por este Gobierno que nos quiere aniquilar como Pueblo”.
Mientras, el vocero de la comunidad de Kralhue del sector de Tranaquepe, Genaro Antilao, afirmó que es indebido formalizar a los carabineros sólo por violencia si faltó poco para matar a uno de los comuneros.
En ese sentido, dijo que se evidencia el resguardo de la justicia a la institución policial.
El dirigente aclaró que en ningún momento hubo un enfrentamiento, por lo mismo anunció la presentación de una querella contra los dos carabineros responsables de estos hechos.
Por otro lado, este martes se absolvió a los comuneros Hernán Paredes Puen y Jocelyn Yevilao Maril, quienes fueron imputados por distintos hechos ocurridos la comunidad María Colipi, en Tirúa.
Hernán Paredes fue baleado con perdigones por Fuerzas Especiales por la espalda en marzo pasado, hecho que se reiteró con Brandon Hernández Huentecol la semana pasada, quien se encuentra internado en la Clínica Alemana de Temuco.
Este miércoles, los miembros de la comunidad mapuche María Colipi se manifestarán ante el estado de excepción que a su juicio se mantiene en la zona por los constantes ataques de las policías a las comunidades de Coque, Antonio Paillao, Huentelolén y Pocuno.