La inversión de los recursos del Partido Socialista correspondientes al valor de las propiedades que le fueron confiscadas por la dictadura de Pinochet, sin duda fue imprudente y éticamente cuestionable, desde el momento que incluyeron acciones de empresas adquiridas a precios irrisorios por su yerno Julio Ponce Lerou y otras objetadas por ecologistas, pero de ninguna manera constitutivas de delitos.
El que la UDI salgaa con gran escándalo a denunciar esta situación es una desvergüenza, una inmoralidad, pues actualmente es el partido chileno con un largo prontuario judicial, posiblemente el más largo de la historia.
Dos de cuatro de sus fundadores, los coroneles, Jovino Novoa se encuentra condenado por la justicia por haber recibido del holding Penta $30.000.000 para el financiamiento de campañas políticas, justificados con boleta falsas.
El segundo, Pablo Longueira cuando era senador recibe del Gerente General de SQM la redacción de un artículo que daba beneficios tributarios a la empresa que lo incluye en la ley de Royalty minero; también es cuestionado por la ley de pesca que dio grandes beneficios a las grandes empresas pesqueras en perjuicio de los pescadores artesanales. Ambos tienen más cuestionamientos, fueron presidentes de la UDI, y el último, candidato a la presidenia de la República.
Los pagos irregulares a Longueira a través de sus boleteros falsos suman $900.000.000. Se le investiga por delitos tributarios, financiamiento ilegal de campañas políticas y posible cohecho. La 3ª 18 02 17
Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, banqueros, pro UDI se encuentran procesados por financiamiento ilegal de la política, de la UDI y ya han estado en prisión preventiva. Lo mismo sucede con los gerentes del Banco, Marcos Castro, Hugo Bravo, y Pablo Wagner, ex subsecretario del gobierno de Piñera.
El ex candidato de la Derecha, Laurence Golborne reconoce haber recibido aportes irregulares para su campaña
Claudio Eguiluz vicepresidente de Renovación Nacional emitió 25 boletas sin respaldo a SQM por ciento doce millones y a una filial por cuarenta y cinco millones, y se investigan cuantiosos pagos por otras empresas que totalizarían cuatrocientos sesenta millones.
Por otra parte, Marta Isasi, ex diputada pro UDI y Jaime Orpis, senador UDI se encuentran procesados por dineros recibidos durante la tramitación de la ley de pesca que beneficio a los grandes empresarios, el último paso bastante tiempo en prisión preventiva,
También están los casos de la diputada Claudia Nogueira, de la senadora Jacquelin Van Riesenberger, Presidenta de la UDI; del Alcalde Joaquin Lavin; de la senadora Eva Von Baer y otros, que en distintos grados aparecen vinculados a investigaciones o procesos judiciales.
Lo anterior es suficiente para calificar los estándares morales del partido y de destacados parlamentarios y dirigentes de la UDI, pero lo más grave es que solo les interesa la conquista del poder a cualquier precio, sin consideraciones éticas, y está dispuesta a apoyar a quien pueda lograrlo.
Es el caso de Laurence Golborn, con quien no tenía mayor afinidad política, y luego Evelyn Mathei, que si bien es de sus filas, era coautora de un proyecto de ley que despenalizaba el aborto en ciertas circunstancias, tema sagrado de acuerdo a sus principios.
Finalmente, la conducta de representantes del partido socialista, que confiaron a terceros su inversión, sin duda es condenable, por su falta de diligencia y negligencia en su elección, y en su control, pero en ningún caso ha transgredido la legalidad ni menos cometido un delito y resulta inconcebible que sea la UDI con su casi nula moral, el partido acusador de falta de legalidad y ética en este caso.
La pregunta del millón ¿Puede alguien imaginarse que una persona pueda ganarse dos mil quinientos millones de dólares sentado en su escritorio?