Señor Director:

Estimado profesor, con el mayor respeto y admiración deseo antes que nada expresarle mi apoyo y admiración por ser de los pocos orientadores que tanta falta le hacen al pueblo de Chile.

Me crié en Venezuela desde mis 8 años por allá en diciembre de 1974. Crecí escuchando muchas veces las voces de expatriados que junto a mi padre apoyaron los procesos de cambios y justicia social que gran parte de la población requerían.

Hoy, día a día, me sorprendo de lo vigente que se mantienen los poemas, letras y discursos de todo ese gran movimiento folklórico, artístico, cultural y político de los años 60 y 70, y mucho más la expresión: “Pero no sé detienen los procesos sociales”.Confío en que este Chile definitivamente se levantará y no habrá fuerza que lo detenga.

Sin embargo, debe canalizarse este logro con un liderazgo que no desmaye y, por el contrario, se retroalimente del mismo pueblo.

Los medios de comunicación son como bien usted lo sabe una de las más poderosas herramientas para influir y (en el mejor de los sentidos) ,desarmar todas las mentiras e informaciones tendenciosas que a diario contribuyen a crear una ilusión que logra ceguera colectiva en la masa social trabajadora.

Nuevamente mi apoyo ante esta nueva batalla que hoy le toca transitar, y que sin duda, y en honor a la justicia divina Ud. ya la tiene ganada.

Mi admiración para usted de uno de sus millones de auditores.