Estimado Director:
Los congresistas Demócratas Cristianos que aprobaron el aborto han faltado a su palabra empeñada y sus principios. A su palabra, pues, en agosto de 2006 suscribieron un acuerdo llamado “Frente Parlamentario Por La Vida”, Goic inclusive, en el cual se comprometían a: “Rechazar todo proyecto de ley que acepte o suponga cualquier tipo de práctica abortiva, eugenésica, eutanásica, de encarnizamiento terapéutico, mutilante, clonizante o que manipule la vida humana”. Y, además, han faltado a sus principios, ya que contravinieron los Acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático de 2007, en donde se estableció que: “El aborto es un atentado al derecho a la vida de cada ser humano. Frente al llamado aborto terapéutico, postulamos que es innecesaria una legislación que abra las puertas a la definición desde el Estado acerca de cuáles seres humanos pueden existir y cuáles no”. Por otro lado, si escuchamos su argumentación en el debate, todos, paradójicamente, se declararon contrarios al aborto, sin embargo, apoyaron el proyecto. Ante esto, cabe preguntarse; ¿Por qué votaron a favor del aborto? Y la respuesta es, tal vez, el acuerdo parlamentario. Quizá el comprometer estos votos le aseguraba a la DC tener una lista conjunta en la Nueva Mayoría y no competir individualmente. Pues, en el caso de ir en solitario, saben, pierden un número considerable de escaños. Es decir, una vez más primó la mezquindad política y el cálculo electoral por sobre los valores y principios. Ahora solo el tiempo nos dirá la verdad.
Javier Labrín Jofré
Socialcristianos por Chile
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