Este fin de semana se llevó a cabo en la Universidad de Santiago (USACh) el seminario organizado por la Fundación Nuevo Cobre titulado Invertir en Fundiciones y Refinerías: Una necesidad Imperiosa, en el cual se planteó que el Estado de Chile debe ser capaz de implementar un Plan Nacional de fundiciones y refinerías del metal rojo.
En este marco, uno de los organizadores del encuentro, el ingeniero y diplomado en Geomecánica Jerónimo Verdugo señaló que el actual modelo de explotación del cobre es inviable y no permite sacar todo el provecho al mineral ya que sólo se exporta el concentrado de cobre sin mayor valor agregado, “lo que le genera un problema al país”, e incluso con una baja cantidad efectiva de cobre, alrededor del 30 por ciento.
De hecho, de acuerdo a cálculos publicados por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) hacia 2024 esta tasa podría descender a un 12 por ciento, en caso que no se implementen inversiones para agregar valor a la producción del metal rojo.
Por lo mismo, Verdugo plantea la necesidad de que a través de este plan nacional se puede alcanzar la exportación de cobre terminado en un 99 por ciento, cuestión que incluso podría generar que nuestro país pueda, eventualmente, ser un poder regulador del precio del metal rojo en el mercado internacional.
“Lo que planteamos es que necesitamos dar ese paso adelante para tener una mejor economía, empleos de calidad, encadenamientos productivos y, además tener una mucho mejor posición geopolítica en cuanto a este mercado del cobre, porque nosotros somos los principales productores a nivel mundial y somos meros tomadores de precios, y si nosotros pudiéramos aumentar nuestra capacidad de refinar, podríamos mejorar esa posición, tener mejor control sobre el precio, estabilizar el precio y al final tener mejor retorno para el país.
Uno de los expositores en este encuentro, el presidente de los trabajadores industriales de Chile agrupados en Constramet, Horacio Fuentes, sostuvo que las fundiciones y refinerías de cobre han ido desapareciendo tal como ha sucedido con otras manufacturas como es el caso del cuero y calzado o las mismas industrias de armado de automóviles.
Para el también consejero nacional de la CUT esto responde a una política deliberada de desindustrialización implementada desde la llegada de la Dictadura, por lo que, a su juicio, existe una intención tanto política como ideológica detrás de esto y que implica la imposición de un modelo de desarrollo extractivista de materias primas que es necesario revertir.
“Hay que darle vuelta a la recreación de un nuevo modelo de desarrollo que esté basado, fundamentalmente, en la transformación de nuestras materias primas, teniendo todos los resguardos que sea sustentable del punto de vista ecológico, por lo tanto el seminario de la fundación se inscribe en ese proceso, y eso es posible”.
Además, Fuentes planteó que una política tendiente a relevar la labor de añadir valor a materias primas, como en este caso el cobre, puede repercutir de manera positiva en la creación de empleos de mejor calidad en el país.
En tanto, Jerónimo Verdugo expresó que el próximo desafío es verificar si existe una voluntad política real de llevar a cabo una política de este tenor, por lo que entregarán una serie de propuestas a los candidatos presidenciales y, al mismo tiempo, establecer conversaciones con organizaciones ambientales para proyectar un trabajo conjunto para generar la sustentabilidad ecológica de este plan.
Este fin de semana se llevó a cabo en la Universidad de Santiago (USACh) el seminario organizado por la Fundación Nuevo Cobre titulado Invertir en Fundiciones y Refinerías: Una necesidad Imperiosa, en el cual se planteó que el Estado de Chile debe ser capaz de implementar un Plan Nacional de fundiciones y refinerías del metal rojo.
En este marco, uno de los organizadores del encuentro, el ingeniero y diplomado en Geomecánica Jerónimo Verdugo señaló que el actual modelo de explotación del cobre es inviable y no permite sacar todo el provecho al mineral ya que sólo se exporta el concentrado de cobre sin mayor valor agregado, “lo que le genera un problema al país”, e incluso con una baja cantidad efectiva de cobre, alrededor del 30 por ciento.
De hecho, de acuerdo a cálculos publicados por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) hacia 2024 esta tasa podría descender a un 12 por ciento, en caso que no se implementen inversiones para agregar valor a la producción del metal rojo.
Por lo mismo, Verdugo plantea la necesidad de que a través de este plan nacional se puede alcanzar la exportación de cobre terminado en un 99 por ciento, cuestión que incluso podría generar que nuestro país pueda, eventualmente, ser un poder regulador del precio del metal rojo en el mercado internacional.
“Lo que planteamos es que necesitamos dar ese paso adelante para tener una mejor economía, empleos de calidad, encadenamientos productivos y, además tener una mucho mejor posición geopolítica en cuanto a este mercado del cobre, porque nosotros somos los principales productores a nivel mundial y somos meros tomadores de precios, y si nosotros pudiéramos aumentar nuestra capacidad de refinar, podríamos mejorar esa posición, tener mejor control sobre el precio, estabilizar el precio y al final tener mejor retorno para el país.
Uno de los expositores en este encuentro, el presidente de los trabajadores industriales de Chile agrupados en Constramet, Horacio Fuentes, sostuvo que las fundiciones y refinerías de cobre han ido desapareciendo tal como ha sucedido con otras manufacturas como es el caso del cuero y calzado o las mismas industrias de armado de automóviles.
Para el también consejero nacional de la CUT esto responde a una política deliberada de desindustrialización implementada desde la llegada de la Dictadura, por lo que, a su juicio, existe una intención tanto política como ideológica detrás de esto y que implica la imposición de un modelo de desarrollo extractivista de materias primas que es necesario revertir.
“Hay que darle vuelta a la recreación de un nuevo modelo de desarrollo que esté basado, fundamentalmente, en la transformación de nuestras materias primas, teniendo todos los resguardos que sea sustentable del punto de vista ecológico, por lo tanto el seminario de la fundación se inscribe en ese proceso, y eso es posible”.
Además, Fuentes planteó que una política tendiente a relevar la labor de añadir valor a materias primas, como en este caso el cobre, puede repercutir de manera positiva en la creación de empleos de mejor calidad en el país.
En tanto, Jerónimo Verdugo expresó que el próximo desafío es verificar si existe una voluntad política real de llevar a cabo una política de este tenor, por lo que entregarán una serie de propuestas a los candidatos presidenciales y, al mismo tiempo, establecer conversaciones con organizaciones ambientales para proyectar un trabajo conjunto para generar la sustentabilidad ecológica de este plan.
Este fin de semana se llevó a cabo en la Universidad de Santiago (USACh) el seminario organizado por la Fundación Nuevo Cobre titulado Invertir en Fundiciones y Refinerías: Una necesidad Imperiosa, en el cual se planteó que el Estado de Chile debe ser capaz de implementar un Plan Nacional de fundiciones y refinerías del metal rojo.
En este marco, uno de los organizadores del encuentro, el ingeniero y diplomado en Geomecánica Jerónimo Verdugo señaló que el actual modelo de explotación del cobre es inviable y no permite sacar todo el provecho al mineral ya que sólo se exporta el concentrado de cobre sin mayor valor agregado, “lo que le genera un problema al país”, e incluso con una baja cantidad efectiva de cobre, alrededor del 30 por ciento.
De hecho, de acuerdo a cálculos publicados por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) hacia 2024 esta tasa podría descender a un 12 por ciento, en caso que no se implementen inversiones para agregar valor a la producción del metal rojo.
Por lo mismo, Verdugo plantea la necesidad de que a través de este plan nacional se puede alcanzar la exportación de cobre terminado en un 99 por ciento, cuestión que incluso podría generar que nuestro país pueda, eventualmente, ser un poder regulador del precio del metal rojo en el mercado internacional.
“Lo que planteamos es que necesitamos dar ese paso adelante para tener una mejor economía, empleos de calidad, encadenamientos productivos y, además tener una mucho mejor posición geopolítica en cuanto a este mercado del cobre, porque nosotros somos los principales productores a nivel mundial y somos meros tomadores de precios, y si nosotros pudiéramos aumentar nuestra capacidad de refinar, podríamos mejorar esa posición, tener mejor control sobre el precio, estabilizar el precio y al final tener mejor retorno para el país.
Uno de los expositores en este encuentro, el presidente de los trabajadores industriales de Chile agrupados en Constramet, Horacio Fuentes, sostuvo que las fundiciones y refinerías de cobre han ido desapareciendo tal como ha sucedido con otras manufacturas como es el caso del cuero y calzado o las mismas industrias de armado de automóviles.
Para el también consejero nacional de la CUT esto responde a una política deliberada de desindustrialización implementada desde la llegada de la Dictadura, por lo que, a su juicio, existe una intención tanto política como ideológica detrás de esto y que implica la imposición de un modelo de desarrollo extractivista de materias primas que es necesario revertir.
“Hay que darle vuelta a la recreación de un nuevo modelo de desarrollo que esté basado, fundamentalmente, en la transformación de nuestras materias primas, teniendo todos los resguardos que sea sustentable del punto de vista ecológico, por lo tanto el seminario de la fundación se inscribe en ese proceso, y eso es posible”.
Además, Fuentes planteó que una política tendiente a relevar la labor de añadir valor a materias primas, como en este caso el cobre, puede repercutir de manera positiva en la creación de empleos de mejor calidad en el país.
En tanto, Jerónimo Verdugo expresó que el próximo desafío es verificar si existe una voluntad política real de llevar a cabo una política de este tenor, por lo que entregarán una serie de propuestas a los candidatos presidenciales y, al mismo tiempo, establecer conversaciones con organizaciones ambientales para proyectar un trabajo conjunto para generar la sustentabilidad ecológica de este plan.
