El nombramiento de Macarena Santelices como ministra de la Mujer y la igualdad de género sigue generando polémica. Las críticas no se detienen. La designación ha sido muy mal recibida por el mundo feminista, por quienes durante décadas trabajan en la temática. “Esto es más grave que el nombramiento de Mauricio Rojas en Cultura”, advierte Roxana Pey, profesora de la Universidad de Chile y coordinadora de la Cátedra Amanda Labarca que pertenece a la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones.
A través de una declaración pública, la cátedra se sumó al rechazo por la decisión presidencial señalando que “luego de dos meses de demora, nos sorprende con el nombramiento de la periodista Macarena Santelices como ministra de la Mujer y la Equidad de Género, debido a que sus antecedentes y planteamientos públicos son conocidos y no concitan el necesario respeto amplio que hoy requerimos para conducir una crisis que no sólo es sanitaria sino que también es política y social”.
Crisis que ha corrido el velo y profundizado otra que siempre ha estado presente: la de los cuidados. En contexto de pandemia, dice el citado comunicado que es insoslayable darnos cuenta que a “la carga que recae en las mujeres que han tenido que agregar a sus labores, frecuentemente no remuneradas o de empleos precarizados, la educación escolar de sus hijas e hijos. No podemos ignorar a las trabajadoras del sector salud expuestas especialmente al contagio personal y de sus familiares. A tantas mujeres que cuidan a enfermos y a adultos mayores, a las mujeres migrantes, doblemente discriminadas”.
“Tenemos mucha inquietud en dos planos”, agregó Roxana Pey entrevistada en Radioanálisis de Radio Universidad de Chile. Según explicó, desde la Cátedra Amanda Labarca les preocupa la realidad de las mujeres y la equidad de género, en el sentido y los problemas que hay en este ministerio en cuestión. A lo que se agrega la pandemia como momento de urgencia y gravedad: “Para nosotros tiene una doble connotación que el Gobierno se haya permitido tratar con esta liviandad este ministerio, nombrando a una persona cuyos antecedentes y trayectoria son conocidos y no generan adhesión, ni tampoco le confieren la legitimidad que la autoridad debe tener en esta emergencia”.
“Nosotros no tenemos nada en contra de Macarena Santelices pero ella no tiene antecedentes ni formación. Aquí hay una alarma sobre la liviandad con la que se maneja el Gobierno. El Presidente, durante el nombramiento, declara que se va a proteger a las mujeres, esa es una manera muy limitada de abordar el problema. Acá no se trata de poner un número de alerta que está mal conducido, que no tiene tampoco las capacidades de atender. Lo que hay es una cosa efectista, de poner en pantalla un número que es necesario, pero esto requiere una acción integral“, advierte la académica siendo necesario abordar la situación de las mujeres en todas sus precariedades: laborales, familiares, económicas y de salud.
El aumento de la violencia intrafamiliar es uno de los puntos más graves a resolver, a eso se le suman situaciones como la pobreza, de precariedad, de sobreexigencia “esto requiere que el Gobierno lo mire no con liviandad. La ministra de la Mujer no puede ser decorativa, no puede tener un rol menor. En este momento, lo que requiere el país es el Gobierno genere adhesión, no más represión ni que nos ponga guardias, uniformados con armamento para hacer cumplir la cuarentena. Lo que necesitamos es cohesión, información, confianza, conocimiento, Colegio Médico u y expertos bien escuchados y, por supuesto, en el área de la discriminación de los abusos contra mujeres y disidencias sexuales, necesitamos a alguien que concite esa adhesión”.
Es necesario, agrega Pey el que la ministra pueda convocar a las feministas, a las dirigentas sociales. “¿Ustedes creen que la Ministra puede sentarse a una mesa de trabajo con las dirigentas sociales feministas? Yo pienso que esto es mucho peor que el fallido nombramiento de Mauricio Rojas en Cultura. Eso era grave, esto, el Gobierno debería darse cuenta que es muchísimo más grave, no solamente para las mujeres sino que para la sociedad en tiempos de pandemia, porque somos las mujeres las que estamos a cargo de resolver esto en muchos planos como el doméstico, el social o el familiar”.
La entrevistada también se refirió al “desmantelamiento” de equipos de trabajo que ha debido atravesar el ministerio: “Son trabajos de larga data y de mucha sensibilidad”, comentó para explicar el conflicto que existe con las funcionarias y funcionarios de la secretaría de Estado. “Hace dos meses atrás la ministra Plá renunció en el contexto del 8M donde tuvimos en Chile una marcha de más de dos millones de personas, una de las más grandes del mundo. Eso no es menor, no se puede ignorar. Es una trayectoria que no se trunca en pandemia, sino que se hace más urgente. En ese sentido, y después de dos meses de espera, poner a la persona donde uno podría decir que ´la escogieron con pinzas´ . Un cuoteo político que uno dice, es muy difícil haber escogido a alguien peor”.