Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 26 de abril de 2024


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Brevísima relación del auge y caída de la Av. 11 de Septiembre

Columna de opinión por Enrique Norambuena y Carlos Zanzi
Jueves 2 de julio 2020 21:00 hrs.


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El   02 de julio de 2013 el Concejo Municipal de Providencia vota el cambio de nombre a la Av. 11 de septiembre por el de AVENIDA NUEVA PROVIDENCIA

A siete años del cambio de nombre de la avenida que en Santiago hacía un homenaje  al Golpe de Estado de 1973 siga aquí paso a paso cómo se logró tan importante triunfo simbólico.

  • En las Actas de  Sesiones de la municipalidad de Providencia consta que el 28 de junio de 1972 se acordó la modificación del Plano Regulador de la Comuna, autorizando la creación de una nueva vía,  paralela al sur de la Avenida Providencia, que debía considerar el trazado subterráneo del ferrocarril metropolitano.
  • El concepto arquitectónico que se  tuvo  presente en la transformación urbanística de Providencia  se apoyó en el Proyecto “Nueva Providencia”, diseñado por Germán Bannen Lay  quien, el año 1974,  fue distinguido por el Premio del Colegio de Arquitectos. La idea de hacer una relación entre la Avenida Providencia y una Avenida Nueva Providencia, como ejes articuladores de una Ciudad de Providencia –  un  espacio de identidad autónoma  en el Gran Santiago- permitiría que el centro de la comuna ganara la vitalidad funcional y estética  de una urbe moderna. Al recibir, el autor de aquella  propuesta,  el Premio Nacional de Urbanismo, el año 2003,  reconoció que él  seguía llamándole “Nueva Providencia” – y no “Avenida 11 de Septiembre”- a ese diseño  vial originario.
  • El nombre de “Avenida 11 de Septiembre”, que sustituye al de “Avenida Nueva Providencia”, se explica  por la voluntad política de las administraciones alcaldicias de Alfredo Alcaíno, Herman Chadwick, Carmen Grez y Cristián Labbé de rendir un homenaje permanente a la instauración,  en 1973, de una dictadura militar en Chile. Las actividades conmemorativas con las que  año tras año la Alcaldía de Providencia celebró oficialmente esta fecha tuvieron un hito de especial relevancia en 1980. El edil Alcaíno, con ocasión del séptimo aniversario del Golpe de Estado, refrendó con su firma el cambio de denominación de  la Avenida Nueva Esta  vía pública, según se estipula en el Decreto  Nº 500, de 29 de septiembre de 1980, se denominaría en adelante “Avenida 11 de Septiembre”.
  • Como único Considerando del Decreto Nº 500 de 1980,  para abrogar  el  nombre  de la Avenida Nueva Providencia, se arguye: “Que la gesta del día 11 de Septiembre de 1973, que libró al país de la opresión marxista, debe ser recordada por las generaciones presentes y futuras, en una obra de gran importancia urbanística”
  • Ante las reiteradas solicitudes de vecinas y vecinos de la Comuna para que se procediese, ya recuperada la democracia en el país, a dejar sin efecto el nombre  dado después de la intervención militar a la Avenida Nueva Providencia , y en  respuesta a uno de los varios  reclamos específicos interpuestos sobre esta materia , el Consejo de Desarrollo Comunal, bajo la presidencia de la alcaldesa Carmen Grez, acordó, el 19 de marzo de 1991,  rechazar la petición “y toda otra que se presente respecto al cambio de nombre de la Avenida Once de Septiembre, por cuanto tal denominación deriva de un hecho histórico de Chile” .
  • En la historia de Chile hay un sinnúmero de hechos significativos, y de todos ellos es evidente que las autoridades de Providencia decretaron   a su arbitrio, en 1980, que  la Avenida Nueva Providencia se denominaría “Avenida 11 de Septiembre” para recordar un evento preciso y determinado, y no otro: el Golpe de Estado  del año 1973. Este día, 11 de septiembre,  tiene una marcada significación de pasado para nuestro país;  se trata de una fecha en que tuvieron lugar diferentes acontecimientos  históricos relacionados entre sí: la sublevación militar, el bombardeo del Palacio de La Moneda, la clausura del Congreso Nacional, el cierre de varios medios de comunicación,  la defensa frustrada del orden constitucional vigente,  el término abrupto de un período presidencial, el suicidio del Primer Mandatario,  la prisión, tortura y muerte de muchos de sus partidarios, la instalación de un gobierno de facto, el festejo de sus adeptos y  las manifestaciones de  la comunidad internacional para que se pusiera fin a la violencia en Chile y se retornara a la democracia,   pueden aquí subrayarse entre otros.

Para la ciencia social de la historia, como  para  su filosofía y teoría crítica, en  el hecho histórico, el acontecimiento factual y su interpretación simbólica no pueden separarse en la memoria de quienes lo evocan o relatan posteriormente. La historia objetiva es siempre contada desde una subjetividad. Por esto se dice que la historia depende de la posición social e institucional de quien la escribe. Cada vez que los ediles de Providencia hablaban del “11 de septiembre de 1973” lo que pretendían era darle una impronta  de generoso patriotismo al  Golpe, que eufemísticamente, y por años,  vinieron en llamar  un “pronunciamiento” de las Fuerzas Armadas. Y por tanto lo que la señalética vial de Providencia hace hasta hoy, día con día y año con año, es recordarle a todas las personas que transitan por la  Avenida 11 de Septiembre, a todas las personas que viven o trabajan en la Comuna y a todas las personas de  Chile y el mundo conocedoras de esta denominación, que ese nombre simboliza, para un  reducto de la población,  un homenaje a  la  intervención militar de entonces.

Se sabe, sin embargo, que para muchísimas personas, incluso para quienes nacieron después de ese día, residan en nuestro país o fuera de él, la fecha en cuestión representa un episodio terrible para sus vidas y las de sus familiares, y si se considera nuestra historia republicana, una afrenta a los valores democráticos, tanto porque rememora una violenta agresión  al sistema político basado en la soberanía del pueblo como por constituir el comienzo de una etapa de sistemáticas violaciones a los derechos humanos.

  • En su Estudio de la Historia, Arnold J. Toynbee señala que los hechos de orden histórico tienen la calidad de “campos inteligibles de estudio”, y en cuanto tal pueden tratarse como unidades comparables de historia. Desde este punto de vista es pertinente revisar, aunque sea someramente, lo que ha sucedido con hechos históricos que siendo distintos  tienen de común su carácter traumático para los pueblos que los  experimentaron en su pasado reciente, y en torno a los cuales se ha abierto un debate de cómo se les debe rememorar en el espacio público de las ciudades.

El 11 de Septiembre de 2001, el ataque terrorista al World Trade Center en New York, el  impactante colapso de sus Torres Gemelas y la muerte  de  2.749 estadounidenses  que dejó la consumación del atentado llevaron a construir, en la llamada Zona Cero,  un Memorial 9/11. Esta es una constante simbólica de cómo cabe recordar aquellas circunstancias trágicas  de destrucción y  masiva pérdida de vidas humanas: los países resuelven  levantar monumentos memoriales para afrontar el trauma colectivo, en la idea de que no  se olvide lo que aconteció; de acompañar con un símbolo conmemorativo  a los familiares y cercanos de las víctimas,  así como a su comunidad más amplia de  pertenencia, y de advertir con un testimonio perdurable que nunca más debiera repetirse algo semejante. La fecha infausta queda grabada en la memoria colectiva, desde luego no para celebrarla sino para  compartir su recuerdo desde el significado que le dan  sus  víctimas,  y no por la supuesta  victoria  como en su  momento ,invariablemente,  la  caracterizan  sus causantes o victimarios.

En Argentina, el 24 de marzo de 1976,  los Comandantes  de las Fuerzas Armadas, bajo el mando del Teniente Gral. Jorge Rafael Videla, tomaron el poder e iniciaron un  “Proceso de Reorganización Nacional”, que se extendió hasta diciembre de 1983, con una secuela de más de diez mil opositores muertos o desparecidos. No hay una calle  que lleve la fecha del golpe en Argentina, como un recordatorio histórico de ese asalto armado a la democracia. Sin embargo, el año 2006,  la efemérides del 24 de marzo  se instituyó como “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia».

En  Alemania de la posguerra toda la simbología arquitectónica nazi fue demolida; los antiguos campos de concentración se convirtieron en memoriales del holocausto  y recientemente se han erigido monumentos dedicados a  los miles de homosexuales y romaníes muertos por el régimen hitleriano. En Japón, tampoco hay una avenida que tenga como denominación el 6 de agosto de 1945, fecha del siniestro ataque nuclear a Hiroshima, pero en la reconstrucción  de la ciudad se consideró un Parque de la Paz, con un cenotafio,  en silente homenaje a los cientos de miles de víctimas que murieron o quedaron horriblemente desfigurados a consecuencia de la bomba atómica.

A su vez, en España o en Irak o en Rusia los movimientos ciudadanos se han organizado para “desmonumentar”  en las grandes y pequeñas   ciudades los símbolos urbanos que perviven aún de los regímenes totalitarios que los gobernaron por décadas.

  • En Chile, a lo largo y ancho de una geografía mancillada por la cruenta represión que sobrevino al quiebre institucional de 1973, hay distintos espacios públicos asociados a la memoria de muchísimas personas que, despojadas de sus derechos fundamentales, se convirtieron en  víctimas de la dictadura. Solo en la Región Metropolitana, aparte del Museo de la Memoria, el catastro de memoriales consigna un número significativo de lugares donde se ubican casas, museos, parques, placas, cruces y otros símbolos que testimonian la verdad de las violaciones a los derechos humanos cometidas en ese período. Ninguno de estos memoriales -hasta que se logró la instalación del que recuerda a Nattino, Parada y Guerrero- se hallaba  en la comuna de Providencia; peor aún, contrariando abiertamente el espíritu del Nunca Más, una de sus avenidas principales, con el rótulo de “Av. 11 de Septiembre”,  durante años,  y todavía en democracia, proclamó  la   desventurada gesta de un   Golpe de Estado.
  • En una línea de reparación simbólica de las terribles consecuencias que en el ámbito de los derechos humanos produjo la ruptura antidemocrática  de hace 40 años, el Congreso vino a eliminar,  recién en 1998,  por   ley  Nº 19588, el  feriado del 11 de septiembre, hasta entonces fecha oficialmente adscrita a un supuesto  “Día de la Liberación Nacional”.
  • El 5 de abril de 2012, asumiendo una estrategia jurídico administrativa para recuperar la antigua denominación de “Nueva Providencia” para la mal llamada Av. 11 de Septiembre, el historiador Francisco Estévez Valencia, la entonces Presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Providencia Josefa Errázuriz y el miembro del Centro de Alumnos del Liceo José Victorino Lastarria, Marcos Santander, con el patrocinio del abogado del Instituto Igualdad, Héctor Valladares,  hicieron una presentación al Alcalde Cristián Labbé ( rolde ingreso 3662) para que mediante  una tramitación con los organismos municipales pertinentes – el Consejo de Organizaciones de la Sociedad Civil y el Concejo Comunal – se acogiera por fin la  solicitud ciudadana de que se le pusiera término, en bien del interés general de la comuna, a esa denominación celebratoria del Golpe de Estado de 1973.
  • Las y los ciudadanos que apoyan  esta petición se identifican comunicacionalmente como Iniciativa para Desmonumentar la Dictadura, grupo coordinado  por Francisco Javier Estévez, Isabel Morel de Letelier, Catalina Estévez Figueroa, Enrique Norambuena, Héctor Valladares, Carlos Zanzi, José Sáez, Claudio Rammsy y Lisette  Urrea, quienes abren un Facebook  asociado  y comienzan una campaña de difusión de los propósitos de esta acción
  • El 28 de junio de 2012, los peticionarios de la solicitud de abril presentaron ante la misma Municipalidad de Providencia un Requerimiento y Reclamo de Omisión Ilegal (rol de ingreso Nº 6851) contra el Alcalde Labbé por resistirse a cambiar el nombre de Avenida 11 de Septiembre. “El silencio de Labbé – señala Francisco Estévez-  ante la demanda ciudadana para que se le cambie el nombre a la avenida 11 de septiembre es una expresión de negligencia y complicidad culpable de parte de la máxima autoridad municipal. El alcalde tiene la atribución de iniciar un procedimiento administrativo que le restituya su nombre original a este bien nacional de uso público, pero se ha negado sistemáticamente a ejercerla. Es claro que esta conducta no tiene otra explicación que la afinidad personal del alcalde con el pinochetismo de ayer y hoy”
  • Este Requerimiento por Omisión Ilegal del 28 de junio de 2012 traía una importante novedad: Josefa Errázuriz   suscribe este recurso ya no solo  como dirigente vecinal sino  además como  candidata a la alcaldía de  la Comuna de Providencia.  En ese instante y durante la campaña ella declara: “Se viene el nacimiento de la Nueva Providencia en la primavera del 2012”.
  • El 01 de agosto de 2012, la Secretario Municipal, María Raquel de la Maza, comunica por escrito  que el Reclamo de Ilegalidad  se consideraba rechazado, por no pronunciamiento del Alcalde Labbé   dentro del plazo legal. El 09 de agosto de 2012 Francisco Estévez y Josefa Errázuriz, con el auspicio del abogado Héctor Valladares interponen una presentación ante la Corte de Apelaciones de Santiago (Ingreso 5696-2012)  en la forma de un Reclamo de Ilegalidad contra el Alcalde Labbé, que fue declarada admisible por el Tribunal el día 17 del mismo mes.

Extracto del recurso ante la Corte de Apelaciones:

Aquí los reclamantes sentimos representar una franja muy significativa de personas a quienes les resulta particularmente lamentable que una comuna donde viven, trabajan, estudian o transitan personas que hacen de su adhesión a la democracia y los derechos humanos un principio rector de su vida  personal, social y política se vean forzados por un acto administrativo arbitrario a desenvolver sus actividades en una comuna donde el municipio que la administra insiste en que  una de sus avenidas más importantes siga llevando como nombre el de un golpe de estado que marcó con el signo del dolor y el sufrimiento a todo el país.

Manifestamos nuestra declarada oposición a que se nos obligue arbitrariamente a soportar la pervivencia de  monumentos o símbolos dictatoriales de ayer en la democracia de hoy,  porque consideramos que el interés general comprometido en esta omisión ilegal, que afecta a tantas  personas que comparten nuestra  indignación ética por la mantención del nombre “Avenida 11 de Septiembre”, debiera ser razón suficiente para que la Ilustrísima Corte de Apelaciones restablezca el estado de derecho y deje sin efecto el acto administrativo de mantener vigente el decreto municipal 500 de 1980 en este año 2012, es decir, 39 años después del Golpe de Estado.

  • Josefa Errázuriz es  electa como Alcaldesa  el 28 de octubre de 2012. Al día siguiente reitera en los medios de prensa que el cambio de nombre de la avenida 11 de septiembre será  una de las prioridades del primer año de su gestión. La  alcaldesa comenta que, cuando asumiese  el nuevo Concejo Comunal plantearía este propósito. “Yo impulsé la idea cuando era dirigente vecinal y lo haré ahora”, aseguró.
  • El 26 de diciembre de 2012, una delegación del Círculo de Políticas Participativas y de la Iniciativa para Desmonumentar la Dictadura (Francisco Estévez, Carlos Zanzi, Claudio Rammsy, Enrique Norambuena y Héctor Valladares), se reúnen con la Alcaldesa de Providencia y abordan en tabla la implementación del cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre.
  • El 28 de diciembre de 2012 la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago recibe  un “Téngase Presente” de la I. Municipalidad de Providencia,  donde comunica que no concurrirá a alegar en defensa del nombre  actual de la Avenida 11 de Septiembre.  Lo anterior se debe – según se afirma en la comunicación al tribunal- a “que esta administración, encabezada por su Alcaldesa Doña María Josefa Errázuriz, conforme a lo dispuesto en la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades, y previa consulta a los entes y organismos competentes, que incluyen al Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil y al Honorable Concejo Municipal de esta Municipalidad, buscará realizar el cambio de nombre de la actual Av. 11 de Septiembre, objeto de este recurso”. El mismo día, en la Sexta Sala de la Corte el abogado Héctor Valladares hizo el alegato jurídico  en defensa de la  emblemática causa del cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre.
  • La Corte de Apelaciones (el 29 de enero de 2013)  rechaza finalmente  el recurso de ilegalidad contra el ex Alcalde Labbé  aduciendo en sus considerandos que la nueva autoridad  (Josefa Errázuriz) había comunicado al Tribunal que buscaría el cambio de nombre de esta Avenida, convocando para tal efecto a los organismos municipales competentes – el Consejo de Organizaciones de la Sociedad Civil y el Concejo Comunal- para que se pronunciaran. La Corte no se hizo cargo del argumento de inconstitucionalidad presentado por los requirentes ni de que las mantención del acto administrativo de la denominación antidemocrática de  Avenida 11 de Septiembre –  mediante un decreto que en su fundamento como razón de estado invoca el antimarxismo, en consonancia con el derogado artículo 8 de la   Constitución de 1980 – es   abiertamente contrario a la libertad política y de pensamiento, garantizada en el artículo 19 N° 6  de la Constitución vigente que  garantiza el ejercicio libre de todas las creencias.
  • El 10 de junio de 2013, Juan Eduardo Donoso, Jefe de Gabinete de la Alcaldesa Errázuriz, y Francisco Estévez, en su calidad de coordinador de Iniciativa para Desmonumentar la Dictadura se reúnen para intercambiar puntos de vista de cómo la ciudadanía se podía  comprometer más  activamente en la propuesta de cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre.   El 14 de junio  de 2013 vecinos de la coordinación “Ciudadanos con memoria”, con la  vocería de Luis Mariano Rendón y Felipe Portales,  entregan una carta -suscrita por 600 personas- en la municipalidad de Providencia para respaldar el cumplimiento de la promesa de campaña de la  candidata  a alcaldesa, Josefa Errázuriz, en cuanto a que se debía  cambiar el nombre de esta avenida  por su denominación original de “Av. Nueva Providencia”.
  • El 18 de junio de 2013 el Consejo de Organizaciones de la Sociedad Civil de la Comuna de Providencia se reunió para que se expresaran los pareceres de sus integrantes acerca del cambio de nombre de la Avenida 11 de Septiembre. Este Consejo, en su mayoría  proclive a la antigua administración  del ex  Coronel Labbé,   manifestó  reparos económicos e ideológicos a la propuesta.  En el debate del Cosoc, las consejeras Gabriela  Miranda ,  María Eugenia Vergara,  María Cristina Pérez de Arce y los consejeros Santiago Escobar y Osvaldo Silva encabezaron la defensa de la iniciativa que puso en consulta de este organismo la alcaldesa  Josefa  Errázuriz.
  • En el Concejo Municipal de Providencia del martes 25 de junio de 2013 la alcaldesa puso como primer punto de la tabla el cambio de nombre de la Av. 11 de septiembre por el de Av. Nueva Providencia, lo que no pudo concretarse por falta de quórum debido a la inasistencia de los cuatro concejales de la derecha. El Concejo quedó convocado para el martes siguiente. El    02 de julio de 2013  el Concejo de Providencia vota el cambio de nombre a la Av. 11 de septiembre en esa comuna, lo que se  aprueba por cuatro votos contra uno. La medida se concretó con los votos a favor de los concejales Jaime Parada, Nicolás Muñoz, Rodrigo García Márquez y David Silva, mientras que el  voto en contra lo expresó el concejal RN, Manuel José Monckeberg, que fue el único concejal de la Alianza que asistió a la sesión.  La actual alcaldesa tomó para sí la idea y la incluyó como una de sus medidas a implementar en su programa comunal antes  de asumir como alcaldesa.” La alcaldesa de Providencia defiende la decisión tomada  por el Concejo Municipal, y dice  que la modificación  del nombre se hará efectiva durante julio, luego de que se apruebe el acta del Concejo y se firme el decreto municipal.  “Acá  tenemos un concepto de comuna que queremos construir –dijo-,   y 11 de septiembre es una fecha que divide. Nueva Providencia no divide, supera el pasado;  hay gente que esperó este cambio 16 años”
  • Con la denominación “Av. 11 de Septiembre” por años se produjo  la paradoja de que se celebrara con ese nombre la perdida de la democracia, la caída del estado de derecho y la imposición de un régimen de facto, utilizando como plataforma un acto administrativo vigente en el funcionamiento del estado. En plena democracia se infringió con pertinacia y a sabiendas de sus implicancias dañinas para la convivencia nacional y del oprobio  internacional que nos causaba una denominación que es  un símbolo de la violación a los derechos humanos en nuestro país, América Latina y el mundo.
  • A cuarenta y seis años del Golpe de Estado y del establecimiento  de una dictadura condenada por la opinión pública mundial, después de cuarenta  años del secuestro del nombre original de la Avenida Nueva Providencia y su suplantación por una denominación falsa y agraviante para la memoria democrática del país, como fue el de “Avenida 11 de Septiembre”, y ahora que se cumplen siete años de que fuera oficialmente eliminada esa denominación que pretendía homenajear un hecho tan infausto para nuestra historia,  estamos seguros de  que  en adelante las anchas alamedas y las nuevas providencias se seguirán abriendo para el paso digno, valiente  y transformador de sus  hombres y mujeres libres.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.