En nombre de los Aviadores –Oficiales y Suboficiales- que compartimos junto al General Alberto Bachelet Martínez las vicisitudes del 11 de septiembre del 73 y sus consecuencias, me permito expresar en nombre de nuestro colectivo el profundo dolor y congoja ante la partida de Ángela Jeria Gómez.

Ha sido un largo recorrido compartido con ella, con sus penas y alegrías, en el que Ángela fue siempre inspiración y ejemplo de fortaleza, consecuencia y compromiso. Esta sabia compañía suya se inicia en los pasillos de la Secretaría Nacional de Distribución, donde el General Bachelet fungía como su Secretario Ejecutivo; continuó en los vericuetos del Consejo de Guerra de la Fuerza Aérea y en la Cárcel Pública, donde compartíamos celda con el General y continuó por los azarosos caminos del exilio.

Así fue que conocimos a una Ángela quien, más que esposa del General, era su fuerza, soporte y luz en su carrera y en la heroica culminación de su vida. Tenaz defensora de los Derechos Humanos, en el retorno la encontramos poniendo su talento y voluntad en ayudar en la reinserción de los exiliados; en apoyar las causas sociales que recuperaban su voz; y en acogernos maternalmente a los aviadores que volvíamos a la Patria.

Su consecuencia política y su honestidad intelectual han sido y son un referente en los círculos políticos de nuestro país. ¡Generosa con los débiles, solidaria con los comprometidos, clara e intransigente con los poderosos!

La amplitud de su espíritu, siempre libre de rencores y resentimientos, la llevó a aceptar la mano reconciliadora que nos tendiera la Fuerza Aérea a quienes habíamos sido sus víctimas. Su generosidad no exenta de fortaleza y crítica, le ganó el respeto y admiración de las renovadas autoridades institucionales.
Fiel a la memoria del General Bachelet, Ángela supo mantener viva la llama de su recuerdo y legado en vastos espacios sociales, sagrada herencia que recibimos los aviadores que le sobrevivimos.

Al partir Ángela, sentimos un profundo sentimiento de orfandad. ¡Era nuestro referente, la imagen que recogía en su persona nuestra historia, sueños y anhelos!

Querida Ángela, tu recuerdo y compañía serán imperecederos, como lo es el recuerdo del General Bachelet y de sus camaradas que han seguido la ruta de ”los cóndores lejanos”.

Ángela Jeria Gómez, descansa en Paz.

El autor es Capitán (R) de la  Fuerza Aérea de Chile