Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 19 de abril de 2024


Escritorio

La falsa superioridad


Martes 29 de diciembre 2020 21:05 hrs.


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Señor Director:

Reciba usted y todos los colaboradores de su publicación mis deseos de buena salud y que continúen el buen trabajo que hacen y que nos mantiene unidos diariamente con Chile, dondequiera que estemos en este grande y pequeño mundo.

Como chileno trasplantado cerca de París, concuerdo totalmente con la posición del Diario con respecto a los migrantes. Me parece evidente que en Chile hay, en general, dos tipos de personas con respecto a la actitud frente a los migrantes, las mujeres, los LGTB, los trabajadores manuales, los pobres y los mapuches: quienes los respetan como seres humanos y quienes no los respetan.

Me parece interesante observar que ningún miembro de los grupos mencionados eligió libremente formar parte de su/s grupo/s.

Cuando pasé del liceo Dario Salas a la universidad, me asombró constatar que una parte de mis compañeros de curso se consideraban sinceramente superiores y mejores que los miembros de los seis grupos mencionados. Ademas consideraban a los otros países de América Latina como francamente inferiores a Chile (En realidad a Su grupo).  Ellos aprobaban a EUA y a Europa (“Los ingleses de Latinoamerica”). Esta actitud formaba parte importante de su seguridad personal.

Las notas y las intervenciones en clases y en los pasos prácticos, rápidamente vinieron a plantear interrogantes con respecto a esta impresión de superioridad de ese grupo.

Esto me llevó a preguntarme por qué esos estudiantes tenían esa actitud. Al poco tiempo pude darme cuenta que sus familias y los enseñantes que habían tenido en el nivel primario y secundario los habían convencido de su indiscutible superioridad en todos los aspectos de la vida y lo que había que pensar si alguien de su grupo bebía en exceso o se drogaba, pagaba miserablemente a sus dependientes, insultaba a alguien, criticaba en voz alta a alguien, para mencionar los casos menores mas frecuentes, etc.

Cuando la prensa publicaba un comportamiento antisocial cometido por un miembro de los seis grupos mencionados, la reacción era: “Era esperable, hay que castigar”.  Cuando el hechor NO era miembro de los seis grupos la reacción era: “Es comprensible, tenia seguramente serios problemas”

Estas observaciones me llevaron a concluir que los padres y los enseñantes no les enseñaron a estos jóvenes la solidaridad, los Derechos del Hombre y de la Mujer, la Democracia, la superioridad de la acción en común con respecto al individualismo, el diálogo, la superioridad del trabajo y del bienestar de todos con respecto al enriquecimiento individual a costa del trabajo, mal remunerado, de muchos.

Lo saludo atentamente.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl