En la previa de lo que fue el inicio del Mundial de Qatar 2022, el presidente de FIFA, Gianni Infantino, defendió a la organización y aseguró sentirse “árabe, gay y trabajador migrante” pero sin profundizar en las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos cometidas por el gobierno qatarí en contra de los trabajadores que participaron de la construcción de los recintos que serán parte del Mundial.
Es más, Infantino acusó a los países occidentales de ser hipócritas y argumentó que “Occidente debería pedir disculpas por los tres mil años de atrocidades que cometió en diversas partes del mundo”.
Las declaraciones del presidente de la FIFA tuvieron respuesta desde Amnistía Internacional que desde hace años viene denunciando las vulneraciones que se estaban cometiendo en suelo qatarí.
Fue el director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, Steve Cockburn, quien respondió al máximo encargado del balompié a nivel mundial y señaló que “al ignorar las críticas legítimas en materia de derechos humanos, Gianni Infantino no sólo está dejando de lado el enorme precio que han pagado los trabajadores y trabajadoras migrantes para hacer posible este emblemático torneo, sino también la responsabilidad de la FIFA en ello”.
En ese sentido, Cockburn agregó que “Las exigencias de igualdad, dignidad y compensación no pueden ser tratadas como una especie de guerra de culturas: son derechos humanos universales que la FIFA se ha comprometido a respetar en sus propios estatutos”.
Por lo mismo, a juicio del representante de Amnistía, “sólo queda un resquicio de esperanza: que Infantino anuncie que la FIFA va a crear un fondo tras la Copa Mundial. Pero esto no puede ser una mera operación cosmética”.
“Si la FIFA quiere salvar algo de este torneo, debe anunciar que va a invertir una parte importante de los 6.000 millones de dólares estadounidenses que la organización va a sacar del evento y a garantizar que este fondo se utiliza para indemnizar directamente a los trabajadores y trabajadoras y a sus familiares”, finalizó Steve Cockburn.