Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, la humanidad debe prevalecer ante todo

  • 10-11-2023

Todas las víctimas nos preocupan por igual, pero no todos los grupos de agresores son lo mismo. Ante situaciones de crisis como la que está viviendo Israel y Gaza, debemos ser claros y tajantes en lo referente a las violaciones de derechos humanos y a los crímenes de guerra.

Israel y los Territorios Palestinos Ocupados están viviendo desde el 7 de octubre una catástrofe humanitaria sin precedentes debido a los ataques lanzados por Hamás y otros grupos armados palestinos, y el castigo colectivo a la población palestina por parte del Estado de Israel.

Las cifras hablan por sí solas: los grupos armados palestinos han matado al menos a mil 400 personas y han tomado más de 200 rehenes. Por su parte, las fuerzas armadas israelíes han matado a más de 10.000 personas, la mayoría civiles, de las cuales más de 4 mil eran menores de edad. Dejaron más de 17 mil personas heridas y han detenido a más de 2 mil, contra quienes han utilizado tortura y malos tratos.

Según el derecho internacional humanitario, ambas partes tienen la obligación de proteger la vida de las personas civiles y han cometido crímenes de guerra que deben ser investigados y sancionados.

Sin embargo, no podemos olvidar que, por un lado, estamos hablando de grupos armados, y por otro, de la fuerza de todo un Estado que lleva 16 años sometiendo a la población palestina al apartheid, un crimen de lesa humanidad.

Desde 2007, Israel ha impuesto a la Franja de Gaza un bloqueo aéreo, terrestre y marítimo. En 2022 denunciamos que dicho Estado ha realizado un ataque generalizado y sistemático para mantener un sistema de opresión y dominación sobre la población palestina.

En su intención de destruir a Hamás, el ejército de Israel está matando civiles masivamente y destruyendo infraestructuras esenciales. Mientras tanto, Gaza, debido a la intensificación del bloqueo, se queda rápidamente sin agua, medicamentos, combustible y electricidad. Además, una orden de evacuación les ha sometido al desplazamiento forzado y un bloqueo comunicacional les impide informar e informarse, lo cual hace cada vez más difícil documentar las violaciones de derechos humanos. Los civiles no deben utilizarse como peones políticos y no pueden devaluarse sus vidas.

Desde Amnistía Internacional pedimos a la comunidad internacional que lleve a cabo un embargo de armas y exija un alto el fuego humanitario, significativo e inmediato, y que ejerzan toda la presión necesaria sobre las autoridades israelíes y Hamás para que acaten este llamamiento. Ello permitirá el acceso de ayuda humanitaria y poner fin al sufrimiento de la población civil. Se debe pensar también en un compromiso de recuperación a largo plazo de Gaza: trabajos de reconstrucción, ayudas a las personas afectadas, y medios de supervivencia; reconocimiento del derecho de la población de Gaza a regresar a sus hogares y a las zonas donde vivían antes; y, por supuesto, incluir una solución política a la crisis.

Ante una devastación y un sufrimiento sin precedentes, la humanidad debe prevalecer.

 

Rodrigo Bustos Bottai, director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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