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¿Seguirá Singapur aumentando las colosales brechas con Chile?

Columna de opinión por Roberto Araya
Martes 19 de diciembre 2023 14:19 hrs.


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A pesar de la pandemia, Singapur aumentó aún más su gran desempeño en matemáticas en PISA 2022. Ahora nos saca 163 puntos de ventaja. Según PISA, esa brecha equivale a más de 8 años adicionales de progreso. Es una enorme diferencia, alcanzada en los 9 años ocupados en educar desde los 6 a los 15 años de edad.

¿Qué puede explicar esta increíble brecha?

Primero, es un país pequeño. Tiene menos de 6 millones de habitantes y está concentrado en una ciudad. Eso lo haría más fácil de administrar. Aun así, anda mucho mejor que cualquier ciudad nuestra.

Segundo, según el Banco Mundial, Singapur tiene un ingreso per cápita casi 6 veces el chileno. Sin embargo, sus resultados en PISA están muy por arriba de los de chilenos de los mismos niveles de ingreso de Singapur.

Tercero, en Singapur el gasto acumulado en educación de 6 a 15 años de edad por estudiante, medidos en paridad de poder adquisitivo (PPA), es el triple que en Chile. Es una gran diferencia. ¿Será sólo triplicar el gasto del Mineduc para estudiantes de esas edades? En Chile hemos aumentado considerablemente el gasto por estudiante desde hace más de una década, pero PISA sigue estancado.

Cuarto, el método pedagógico. Singapur desarrolló el método COPISI. Parte con lo concreto, luego transita a lo pictórico, y luego a lo simbólico. Es una adaptación de ideas pedagógicas milenarias. Ya lo proponía Arquímedes. En el CIAE, lo llamamos metáforas, y lo enseñamos desde 2017.

Quinto, la Academia de Ciencias se involucra directamente buscando estrategias para mejorar la educación escolar. Su publicación oficial, Proceedings of the Singapore National Academy of Science, dedica constantemente números a la educación. En  2022, publicó un número especial dedicado a “Innovación en educación matemática”, en el que fui invitado a contribuir y publiqué el artículo: “¿Es factible enseñar modelamiento computacional basado en agentes a estudiantes de primaria y secundaria?”.

Sexto, el profesor enseña a toda la clase sincronizadamente. No segrega entre estudiantes adelantados y menos adelantados. No hay tutorías personalizadas. Consideran el aprendizaje como un fenómeno social, donde los estudiantes aprenden interactuando entre ellos.

Séptimo, hay un énfasis en el razonamiento y la argumentación, y no sólo en memorizar y calcular. Este es un aspecto crítico, pues muchos creen que matemáticas es calcular. Sin embargo, la argumentación es central para el intercambio de ideas y el aprendizaje profundo.

Octavo, la formación de profesores. Los docentes parten desde el primer año con los pies en el aula. No es formación teórica. La estrategia es el estudio de clases, adaptada del método japonés. Lo central es observar, hacer clases y analizar clases de matemáticas. Es una estrategia práctica, de mejoramiento continuo, e interactuando con docentes en ejercicio.

Noveno, capacitación permanente de profesores. Cada año, la Asociación de Educadores de Matemáticas de Singapur (AME, por su sigla en inglés), realiza una inauguración del año escolar. En ella los docentes revisan sus estrategias. Además, la Asociación coloca el tema del año e invita a especialistas. En 2022 el tema fue “la instrucción en matemática para el futuro”. Tuve el honor de ser invitado a dar una conferencia en la inauguración.

Décimo, el uso de tecnología. Según la UNESCO, en Singapur todos los estudiantes tienen acceso a plataformas digitales de aprendizaje. Como en Japón, el uso es principalmente con preguntas abiertas. Los estudiantes responden en línea en forma escrita. Luego hay revisión entre pares y se retroalimentan.

Undécimo, como en todo Asia, existe una cultura de gran respeto al maestro. No sólo es cosa de sueldo. Es una valoración y agradecimiento por su disposición a ayudarnos a aprender. Eso es quizás lo que más me ha impactado de la educación desde Japón y Corea del Sur, hasta Tailandia, Indonesia y Singapur.

Duodécimo, Singapur está en constante preparación para el futuro. Existe la percepción de que vienen grandes transformaciones, y especialmente ahora con la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA). Dado esto, The Mathematician Educator, la revista oficial de AME, sacó recientemente un número especial sobre el tema. Tuve el privilegio de ser invitado a contribuir sobre cómo incluir IA desde primero básico. El título de mi escrito es “¿Qué y cómo enseñar matemáticas para el futuro?”.

Son dos brechas desmedidas. Aprenden a más del doble de velocidad que en Chile y sus ingresos per cápita ya son casi 6 veces los nuestros. Dada su proactiva estrategia hacia el futuro y nuestro pasivo estancamiento, lo más probable es que ambas insoportables brechas sigan aumentando. Los estudiantes de 15 años de edad, nos sacarán mucho más de 8 años de diferencia en aprendizaje y ganarán aún más de 6 veces que nosotros. ¿Hay algo que podamos hacer para quebrar nuestra inercia?

Roberto Araya

Instituto de Educación, CIAE, Universidad de Chile

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.