Ezzati: “El poder no puede ser la meta de quienes se dedican al servicio público”
Durante el Te Deum ecuménico, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, se refirió a la profunda desigualdad en el país y a los alcances del conflicto en la educación.
Domingo 18 de septiembre 2011 18:05 hrs.
Con un fuerte énfasis en la contingencia se realizó el Te Deum ecuménico de este año. El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, hizo un llamado a una reflexión “sincera y profunda” sobre las movilizaciones sociales que se han realizado este año, en especial, en torno a la educación y a la desigualdad.
Ezzati aseguró que la inequidad en Chile constituía un “drama pendiente” y comentó que “el poder no puede ser la meta de las aspiraciones de quienes se dedican al servicio público”. “Sirviendo a la justicia y trabajando por la dignificación de personas, sólo así política podrá recuperar aprecio y re-encantar jóvenes”, dijo.
Sobre el conflicto en la enseñanza, el arzobispo sostuvo que “Dios quiera que la voluntad de diálogo responsable sobre los reales problemas que afectan a la educación logre dar vida a una legislación educativa que sepa integrar armónicamente derecho y libertad de educación, responsabilidad pública y privada, y que tenga como eje central el crecimiento integral de toda persona y de todas las personas, especialmente de las más desposeídas, en comunión y solidaridad de destino”.
Ezzati agregó que “sería muy pobre una educación que se limitara a dar nociones e informaciones, dejando a un lado la gran pregunta acerca de la verdad, sobre todo acerca de la verdad que puede guiar la vida. Igualmente, pobre sería un proceso educativo que no lograra encontrar el equilibrio adecuado entre libertad y disciplina”.
En la ceremonia participó el Presidente Sebastián Piñera, la Primera Dama, los titulares del Senado y de la Cámara de Diputados, Guido Girardi y Patrico Melero, y el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica.
Con un fuerte énfasis en la contingencia se realizó el Te Deum ecuménico de este año. El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, hizo un llamado a una reflexión “sincera y profunda” sobre las movilizaciones sociales que se han realizado este año, en especial, en torno a la educación y a la desigualdad.
Ezzati aseguró que la inequidad en Chile constituía un “drama pendiente” y comentó que “el poder no puede ser la meta de las aspiraciones de quienes se dedican al servicio público”. “Sirviendo a la justicia y trabajando por la dignificación de personas, sólo así política podrá recuperar aprecio y re-encantar jóvenes”, dijo.
Sobre el conflicto en la enseñanza, el arzobispo sostuvo que “Dios quiera que la voluntad de diálogo responsable sobre los reales problemas que afectan a la educación logre dar vida a una legislación educativa que sepa integrar armónicamente derecho y libertad de educación, responsabilidad pública y privada, y que tenga como eje central el crecimiento integral de toda persona y de todas las personas, especialmente de las más desposeídas, en comunión y solidaridad de destino”.
Ezzati agregó que “sería muy pobre una educación que se limitara a dar nociones e informaciones, dejando a un lado la gran pregunta acerca de la verdad, sobre todo acerca de la verdad que puede guiar la vida. Igualmente, pobre sería un proceso educativo que no lograra encontrar el equilibrio adecuado entre libertad y disciplina”.
En la ceremonia participó el Presidente Sebastián Piñera, la Primera Dama, los titulares del Senado y de la Cámara de Diputados, Guido Girardi y Patrico Melero, y el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica.
Con un fuerte énfasis en la contingencia se realizó el Te Deum ecuménico de este año. El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, hizo un llamado a una reflexión “sincera y profunda” sobre las movilizaciones sociales que se han realizado este año, en especial, en torno a la educación y a la desigualdad.
Ezzati aseguró que la inequidad en Chile constituía un “drama pendiente” y comentó que “el poder no puede ser la meta de las aspiraciones de quienes se dedican al servicio público”. “Sirviendo a la justicia y trabajando por la dignificación de personas, sólo así política podrá recuperar aprecio y re-encantar jóvenes”, dijo.
Sobre el conflicto en la enseñanza, el arzobispo sostuvo que “Dios quiera que la voluntad de diálogo responsable sobre los reales problemas que afectan a la educación logre dar vida a una legislación educativa que sepa integrar armónicamente derecho y libertad de educación, responsabilidad pública y privada, y que tenga como eje central el crecimiento integral de toda persona y de todas las personas, especialmente de las más desposeídas, en comunión y solidaridad de destino”.
Ezzati agregó que “sería muy pobre una educación que se limitara a dar nociones e informaciones, dejando a un lado la gran pregunta acerca de la verdad, sobre todo acerca de la verdad que puede guiar la vida. Igualmente, pobre sería un proceso educativo que no lograra encontrar el equilibrio adecuado entre libertad y disciplina”.
En la ceremonia participó el Presidente Sebastián Piñera, la Primera Dama, los titulares del Senado y de la Cámara de Diputados, Guido Girardi y Patrico Melero, y el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica.
