Vale la pena gastar cuatro mil millones de pesos por reconstruir una escuela, sí y mil veces sí cuando se trata de recuperar la primera escuela pública de la región, cuando se trata de lograr garantizar que el Estado sea capaz de otorgar una educación de calidad a los sectores más modestos del país.

Sí,  cuando se trata de terminar con la segregación a la que ha sido conducida la educación chilena, la escuela N° 1 Domingo Santa María era esencialmente democrática ya que permitía que chilenos de distinta condición social convivieran en sana armonía.

Es cierto que los alumnos abandonan las aulas de la educación pública y no haya como llenar la Escuela, es realmente un desafío para el Estado pero también es cierto que la historia es cíclica y la escuela particular subvencionada no ha sido probada en tiempos de crisis.

Es cierto que quienes posean más recursos aseguren el futuro de sus hijos acudiendo a la educación particular, pero no pueden asegurar la paz social, ningún país puede construir futuro si estimula la lucha de clases.

Quién así lo crea solo puede aspirar a la represión eterna y en Chile las cárceles están abarrotadas y estas,  sí son escuelas de maldad.

Siempre he sostenido que los obreros ante el dilema de escuela o museo, prefieran escuela, porque ellos ahí se sentían más seguros, no imaginaban que la metralla se podía descargar sobre un templo del saber, además ansiaban para sus hijos una mejor educación, principal arma para vencer el subdesarrollo;  como poder explicarle a la historia que si una vez extranjeros disfrutaron de las riquezas del salitre, hoy nuevamente disfrutan de las riquezas del cobre, ante el silencio de las clases dirigentes.

El edificio demolido fue construido en el gobierno del ex – Presidente Arturo Alessandri Palma, en tiempos de crisis del salitre, quién además fue senador por la región, en su gobierno se construyeron más de 130 escuelas, mas de 80.000 chilenos tuvieron derecho a la educación, vamos a renegar de nuestro pasado?

Hoy cuando el país dispone de más de 16 mil millones de dólares en depósitos, prácticamente subsidiando al país más poderoso de la historia, realmente es una pena de quienes disfrutan del poder, retrasen  la reconstrucción de la primera escuela pública de la región.

Vale la pena gastar más de cuatro mil millones de pesos por reconstruir la Escuela Santa María, sí y mil veces sí, si somos capaces de construir futuro.

Iván Cardemil López
Ex – alumno Escuela N° 1 Domingo Santa María de Iquique.