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Estudios genéticos ratifican preponderancia de mestizaje en Chile

La proporción genética de los chilenos indica la preponderancia del mestizaje entre los europeos que colonizaron América y las amerindias nativas de estas tierras. Esto es resultado de una serie de investigaciones cuyo pionero fue Francisco Rothhammer, investigador en genética de la Universidad de Tarapacá quien fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias Naturales 2016.

Claudio Garrido

  Sábado 10 de septiembre 2016 9:54 hrs. 
ADN

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El quehacer científico hace noticia por sus avances y también por los reconocimientos que tiene este importante trabajo. Hoy en día, una de las áreas importantes es el estudio de la genética, sobre todo en el caso de Chile, donde los estudios han revelado datos importantes.

Como por ejemplo, los que ha consignado el proyecto Candela, el que ha definido a través de su trabajo en nuestro país, que el 44 por ciento de los genes de los chilenos tienen origen indígena, 52 por ciento europeos y 4 por ciento africanos.

El recientemente galardonado Premio Nacional de Ciencias Naturales y e investigador del Instituto de Alta Investigación de la Universidad de Tarapacá, Francisco Rothhammer, conversó acerca del alcance de estos estudios, diciendo que en términos históricos hace justicia al reconocimiento a nuestro origen amerindio.

“Nosotros estamos fundamentalmente interesados en averiguar estos distintos porcentajes de ancestría porque pensamos que hay que transparentar la cosa. Hay sentimientos siempre en contra de los que, digamos, son distintos. Siempre están los unos y los otros, están los amigos y enemigos. Entonces esa dicotomización entre dos polos es lo que queremos evitar”, indicó Rothhammer.

El experto explicó que estos estudios de caracterización de los genes locales permitirían, por ejemplo, analizar y mapear las enfermedades que puedan asociase a la influencia genética de diversos grupos étnicos.

Por otro lado, hace pocas semanas se lanzó en nuestro país el libro “El ADN de los Chilenos y sus orígenes genéticos”, trabajo que recopila estudios en esta disciplina realizados por equipos de la Universidad de Chile.

Su editora, la profesora el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Casa de Bello, Soledad Berríos Del Solar, ratificó el mestizaje, diciendo que la idea de “raza chilena” que brindaba un sentido patrio a los discursos nacionalistas no es real desde el punto de vista biológico, ya que en términos de raza, los chilenos son heterogéneos.

Apuntó además, a la utilidad del conocimiento de estos estudios por parte de la población, de modo de poder mejorar la elaboración de políticas públicas de salud.

“Chile no se podía quedar atrás, necesitamos formar recursos humanos, porque esta demanda futura va a ser muy potente. Ya está apareciendo una oferta comercial del análisis genético. Nuestro sentido no era individualista, no era para que una persona diga cómo van a ser sus características, sino que poblacional”, expresó la académica.

Soledad Berríos agregó que “el conocernos, y conocer nuestra diversidad apunta a que en el futuro sean mucho más precisas las políticas públicas hacia los grupos a los cuales van dirigidas”.

Se trata de un trabajo que la académica estimó importante en términos de acercar el quehacer científico a las personas que están interesadas, de paso destacando la obra e influencia de Rothhamer, ya que se trata del aporte a un conocimiento que se vuelve acumulativo.

El profesor Francisco Rothhammer destacó este sentido colaborativo que ha manifestado la comunidad científica: “Esto de que hayan varios grupos trabajando el mismo tema es muy positivo para la ciencia, porque los hallazgos que hace un grupo se pueden ratificar, se pueden validar con los trabajos que están haciendo los otros grupos. Así que a mí me parece muy positiva esta interacción”.

Según aseguraron tanto Francisco Rothhammer como Soledad Berríos, son trabajos que en el futuro permitirán un mejor desarrollo, en la medicina, en la investigación forense, y también para las ciencias sociales.

Caracterizando el ADN chileno

Ambos investigadores han enfatizado de forma concluyente que en la composición genética de los chilenos revela que existe una heterogeneidad. Las influencias vienen principalmente desde Europa, de la mano de los invasores que colonizaron América. Sin embargo, también existe un componente africano, que según Rothhammer, está ligado a la llegada de esclavos desde el África subsahariana y que llegaron a Chile desde Lima y el Caribe.

Dentro de la proporción de componente americano, europeo y africano, se destaca que en las regiones extremas del país, tanto en el norte como en el sur, hay una prevalencia de genes amerindios.

Otro dato importante, es la figura de la mujer indígena oprimida por el hombre europeo, que se explicita en la conformación genética de los chilenos. Los análisis que ha expuesto Soledad Berríos, explicitan que la información mitocondrial, que habla de la herencia genética que aporta la madre, tienen un componente principalmente indígena, evidenciando además el desplazamiento que tuvo el hombre indígena en la mayor parte de la reproducción de los futuros chilenos.

Actualmente, Rothhammer continúa trabajando para mapear los grupos étnicos y sus composiciones genéticas, de manera de poder establecer potenciales enfermedades a las que están propensas estas personas. En un estudio que lleva a cabo junto al profesor Lorenzo Bermejo de la Universidad de Heidelberg, Alemania, ha descrito que hay una cantidad variopinta de variables genéticas en las distintas etnias, las cuales comenzaron a ser estudiadas desde los mapuche y los aymara.

Proyecciones y consideraciones éticas

Un amplio campo de evolución tiene la genética, a la luz de los descubrimientos que se realizan cada año. Por ejemplo, Francisco Rothhammer indicó que el Proyecto Candela Internacional se encuentra trabajando en determinar cuáles son los genes que determinan la morfología facial. Esto permitirá determinar qué forma tienen determinados aspectos del rostro de una persona, lo cual representará un avance en medicina forense, con proyección de aportar, por ejemplo, a investigaciones criminales.

“Si usted parte de la base que podemos tener una muestra de sangre, semen o saliva, en fin, de una persona cuya identidad nosotros queremos conocer; en base a los genes que se pueden obtener, la información genética que se puede obtener de estas muestras, se puede establecer un retrato de la persona que depositó esa muestra”, explica Rothhammer, aclarando que si bien hoy eso todavía no es posible, los estudios en la materia apuntan a esa dirección, y se espera que en los próximos años, esta práctica sea una realidad.

La académica Soledad Berríos sostiene al respecto que esto puede ser posible si se considera la implementación de bancos de datos de ADN, sin embargo, advierte que esto puede generar controversias éticas, debido al manejo que puede tener esta información, sobre todo si llega a manos de instituciones que comercialicen estos datos o sean utilizados, por ejemplo, para la afiliación en Isapres.

Respecto al futuro de la genética, Rothhammer indica que las iniciativas apuntan en avanzar en los descubrimientos realizados en el genoma humano y su interacción genómica y con el medio ambiente. Sin embargo, el experto expresó sus aprensiones.

Dijo Rothhammer: “Yo creo que va a ser tarde o temprano, yo ya no lo voy a vivir, pero va a llegar un momento en el que se va a conocer todo esto y se va a aproximar un momento en el que se va a discutir el asunto de cómo crear un individuo en un laboratorio. Desgraciadamente no se puede descartar como una posibilidad”. Calificó esta idea de “escalofriante”, por los alcances que puede tener el manejo de una información que, sin el tratamiento adecuado, puede poner en serio peligro a la misma humanidad.

Trabajo e influencia de Francisco Rothhammer

El profesor Francisco Rothhammer cuenta con vasta experiencia en estudios relacionados con la genética. Con cerca de 200 publicaciones, el académico de 76 años se ha dedicado más de cincuenta de ellos a estos estudios. Trabajó en distintos departamentos de nuestra universidad, llegando a ser director del Programa de Genética Humana del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile.

Soledad Berríos, actual directora de aquella dependencia, destacó la influencia de Rotthammer en la actual generación de investigadores. “Es un genetista muy destacado, yo creo que es muy merecido su premio, nos enorgullece a todos”, expresó la académica, agregando que dentro del trabajo de su libro, se encuentran citas del profesor.

Por su parte, Rothhammer agradeció que “el Gobierno y su país” le reconozca su trabajo. “Es increíble la cantidad de gente, que yo no veo hace muchos años y se acordaron de mí y me felicitan. Me he sentido querido por todo el mundo. Uno se sorprende con este tipo de situaciones que ocurren”, expresó el académico.

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