La machi Francisca Linconao nuevamente está internada en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial. Debido a su delicado estado de salud, Amnistía Internacional demandó la necesidad de modificar las medidas cautelares que hoy la mantienen bajo prisión preventiva mientras dura el juicio por la muerte del matrimonio Luchsinger- Mackay.
En la declaración, Ana Piquer, directora ejecutiva de la institución señaló que “con la información existente a la fecha, no se ve ninguna justificación para mantener la prisión preventiva: la machi Francisca Linconao debe esperar el juicio en libertad. Y a menos de que existan pruebas sólidas y admisibles en contra de la machi Linconao que la conecten de manera clara y directa con los hechos que se le imputan; la Fiscalía y el Ministerio del Interior, en su rol de querellante, no deberían perseverar con el juicio en su contra”.
El documento agrega que “la sola gravedad del delito que se imputa no puede ser razón suficiente para mantener al acusado en prisión preventiva por periodos prolongados de tiempo. Tratar la prisión preventiva como si fuera una sanción anticipada implica en sí mismo vulnerar la presunción de inocencia”.
La machi lleva más de 7 meses privada de libertad, a la espera del juicio en su contra por cargos de incendio con resultado de muerte de acuerdo a la legislación antiterrorista chilena.