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Año XVI, 28 de marzo de 2024


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Nuevo comité abre debate sobre utilización de desechos de alimentos

El Comité Nacional para la Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en el País, como instancia multidisciplinaria abordará la creación de políticas públicas para mitigar la pérdida de productos por parte de la sociedad y la industria. Según plantea parte del comité, los empresarios han cercado la información, puesto que no quieren revelar las cantidades ni los lugares dónde se generan estos desperdicios.

Francisco Velásquez

  Miércoles 7 de junio 2017 22:01 hrs. 
desperdicio

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La organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto con el Ministerio de Agricultura, la Corporación Red de Alimentos, la Universidad de Santiago de Chile y la organización Cadenas de Valor Sustentables, oficializaron hoy el primer comité nacional para la prevención y reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos en el país.

Entre los principales objetivos del grupo de trabajo, se encuentra el facilitar y coordinar estrategias con los distintos sectores responsables de producir desperdicios de alimentos, proporcionar un marco para la elaboración de leyes, políticas públicas y acciones con el sector privado.

Según la representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, “esta iniciativa responde al llamado de FAO para que los países se coordinen y formen instancias de participación para terminar con los desperdicios de alimentos. Hoy día distintos actores asumieron un importante compromiso con el país y esperamos que más actores puedan participar y sumarse a esta instancia”.

Julio González, decano de la Facultad Tecnológica de la Universidad Santiago, aseguró que “El aporte que proyectan tiene relación con el desarrollo de investigación en el área que permita generar insumos para la creación de políticas públicas”.

Mitigación de desperdicios

Los datos, recopilados en el segundo Boletín de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos de la FAO (2015), estiman que en Chile se desperdician 63,3 kg de pan al año por familia, lo que corresponde al 16,7 por ciento del consumo promedio en la población nacional.

El informe destaca que al menos 140 toneladas de arroz se pierden en molinos industriales, equivalentes a 9.000 porciones del cereal a la semana. La principal causa de esto, es el manejo inadecuado que genera daños en el producto y caída al suelo en la etapa de almacenaje y envasado. Asimismo, pasa con las frutas y verduras producidas por las grandes empresas agropecuarias que surten a mercados internacionales y cadenas de supermercados del país.

La producción en serie de estos alimentos ha llevado a entender que estas especies deben tener un tamaño y una forma determinada, que de no cumplirse, pasan al mercado nacional o simplemente son desechadas.

Esta es una de las coyunturas que tendrá que resolver el recién creado comité Nacional para la Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en el País.

Luis Saez, miembro de la comisión y académico del Departamento de Gestión Agraria de la Usach, explica que las empresas de este sector “no están dispuestas a entregar antecedentes, porque no quieren que la población sepa en qué medida y en qué lugar se pierden alimentos. Es un tema tabú que nos ha costado vencer hasta ahora. Hemos tratado de levantar cierta calidad de información con ellos, pero es muy cerrado todavía ese sistema, nos cuesta mucho”.

“El trabajo con la industria se está haciendo desde el punto de vista de la gobernanza o las leyes. En algunos casos se están planteando incentivos tributarios a las industrias que recuperen alimentos. A mí parecer deberían ser multas”.

En contraste con la gran industria agropecuaria, se encuentran los mercados locales, verdulerías y ferias libres, donde según plantea Luis Saez, se produce una democratización de los alimentos, ya que los precios y tipos varían a diferencia de los supermercados.

“Pasa mucho en Chile que se ha perdido el respeto por los alimentos, se toma como un bien de consumo y no como una cosa vital, en la medida en que lo tomamos como un bien de consumo, solo lo valorizamos con dinero, entonces se puede botar tranquilamente, porque ya está pagado”, reflexiona el representante del comité.

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