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La posibilidad de utilizarlas para generar tejidos o prevenir enfermedades abre un extenso campo para nuevos tratamientos médicos e intervenciones quirúrgicas, pero la forma de obtenerlas ha generado el rechazo de diversos grupos. Y es que hasta hace algunos años, sólo podrían ser extraídas de los embriones humanos, pero en la actualidad se han descubierto distintos e insólitos rincones del cuerpo donde estas células viven.

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Células madre:

La capacidad del organismo de sanarse a sí mismo

La posibilidad de utilizarlas para generar tejidos o prevenir enfermedades abre un extenso campo para nuevos tratamientos médicos e intervenciones quirúrgicas, pero la forma de obtenerlas ha generado el rechazo de diversos grupos. Y es que hasta hace algunos años, sólo podrían ser extraídas de los embriones humanos, pero en la actualidad se han descubierto distintos e insólitos rincones del cuerpo donde estas células viven.

Andrea Domedel

  Martes 29 de septiembre 2009 10:40 hrs. 
Radio-Uchile

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El debate ético sobre la experimentación con células madre ha tenido atados de manos a los investigadores en el campo médico. La posibilidad de utilizarlas para generar tejidos o prevenir enfermedades abre un extenso e innovador campo para nuevos tratamientos médicos e intervenciones quirúrgicas, pero la forma de obtener estas “madres de todas las células” ha generado el rechazo de diversos grupos  sociales, políticos y religiosos.

Y es que hasta hace algunos años, sólo podrían ser extraídas de los embriones humanos, pero en la actualidad se han descubierto distintos e insólitos rincones del cuerpo donde estas células están alojadas.

Pero ¿qué utilidad tienen y cuáles son las implicancias de su uso? Estas fueron algunas de las interrogantes que Vicky Quevedo les planteó a sus invitados, el doctor en biología molecular y director del Núcleo Milenio Centro Genómica de la Célula, Miguel Allende, y Constanza Martínez, odontóloga y estudiante de doctorado, quien desarrolla su tesis sobre células madre.

Para qué sirven

El impacto de las células madre puede darse en diversas áreas de la medicina como en la cura de enfermedades, entre ellas el mal de Alzhéimer o Parkinson, diabetes, infartos cerebrales o cardiopatías. Además, sirven para conocer el funcionamiento de la genética en las etapas iniciales del desarrollo celular, lo que permitiría prevenir ciertas patologías.

Pero es en  los trasplantes donde están puestas las mayores esperanzas de utilización en un futuro no muy lejano. El doctor Miguel Allende señala que la regeneración de tejidos en un órgano enfermo es un proceso lento que requiere cumplir con algunos requisitos.

“Primero, hay que encontrar las células madre que sirven para crear la célula que se necesita, la que se puede transformar in Vitro, en una placa de cultivo. Lo segundo, es fabricar el tejido, lo que significa manipular las células para crezcan de una manera apropiada”.

Pero este es un proceso complejo, y para graficarlo pone como ejemplo al hígado. “Es una estructura en tres dimensiones, que ocupa espacio, no es una capita de células en dos dimensiones como las concebimos en el laboratorio, por lo que fabricar un órgano no es nada de fácil, es muy distinto a como lo hace el  cuerpo cuando se desarrolla”.

Uno de los grandes problemas de injertar un cuerpo extraño a un organismo es el rechazo, lo que hace que muchas personas lleven años esperando por un órgano compatible. Es aquí donde las células madre podrían ser de gran ayuda. “La solución para eso sería tomar del mismo paciente células madres  de otro lugar y tratar de fabricar células hepáticas que son las que forman el hígado, tratando de reparar ese tejido con las células propias. Eso sería milagroso, pero es realista planteárselo porque hacia allá es donde apunta esta tecnología”, afirma el doctor Allende.

Dónde están

El doctor Miguel Allende explica que hasta hace poco se sabía que las células sólo vivían en los embriones, lo que “generó todo un dilema ético que no permitía trabajar con la conciencia tan suelta (…) Pero hace poco se descubrió que también existían en adultos, y están guardadas en distintas partes de nuestro cuerpo”.

La médula ósea es una de las partes del cuerpo donde pueden encontrarse las células madres, pero también hay otros lugares menos conocidos y que han tenido un gran desarrollo en el último tiempo como el cordón umbilical.   

Esta alternativa ha tenido un fuerte desarrollo en el último tiempo, incluso, en Chile ya existen laboratorios especializados para almacenarlas. El procedimiento que siguen estos “bancos de células madre” es guardar trozos del cordón de los recién nacidos y congelarlas para ser utilizadas en la cura de enfermedades que esos mismos niños puedan padecer en el futuro.

Pero hay grandes sorpresas en este recorrido por el cuerpo humano en la búsqueda de células madre. Tejidos tan diferenciados y con funciones tan especiales como la pulpa dental aún guardan unas pocas células que tienen potencialidad para fabricar diferentes cosas.

La odontóloga Constanza Martínez realiza su tesis de doctorado en este tema y cuenta cómo pueden ser utilizadas en su especialidad. “En la enfermedad periodontal, en la que se caen los dientes por la pérdida de los tejidos de soporte, no hay posibilidad de esos tejidos se regeneren (…) Pero dentro de los tejidos que componen los dientes, hay células troncales, y lo que estamos tratando de hacer es buscar moléculas que permitan amplificar el número de células in vitro y llevarlas al camino de la regeneración de esos tejidos de soporte de los dientes”, explica.

La pieza dental donde se está investigando es el la muela del juicio. Lo que se hace es buscar factores de crecimiento que permitan que esas células troncales que están en la pulpa de los dientes puedan ser expandidas y utilizadas en el futuro para terapias regenerativas.

“Ellas tienen un número limitado en esos tejidos, entonces, al cultivarlas en el laboratorio se espera tener una cantidad suficiente para poder generar un tejido. Para que ese número aumente tenemos que poner una molécula, un factor al cual las células respondan, permita que se dividan y obtengamos un mayor número de células madre”, detalla la especialista.

También encontramos células madres en lugares insólitos como el tejido graso. Esto ofrece una oportunidad única, por la cantidad de gente que hoy se realiza intervenciones con fines estéticos como la liposucción.

Embrionaria versus adulta

Pese a que aún no se conocen con exactitud las diferencias de una célula madre de un embrión con las existentes en las distintas partes del cuerpo mencionadas, si hay algunas premisas que manejan los investigadores.

El doctor Allende afirma que “por el momento sabemos que las embrionarias son totipotentes, es decir, son capaces de fabricar cualquier célula. No se ha demostrado que una adulta tenga esa característica”.

En este sentido, explica que hay células multipotentes que tienen muchas potencialidades, pero no hay pruebas concretas de que aquellas existentes en otros lugares sean de tan buena calidad y en tantas cantidades como las de un embrión.

Esto tiene que ver con la edad de nuestro cuerpo ya que “a medida que envejecemos nuestras células madre van disminuyendo en número y en calidad. Cada vez que hay una división celular se pierden elementos y son cada vez menos capaces de fabricarlas”.

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