Expertos en temas medio ambientales aseguran que el gobierno chileno carece de compromisos propios frente a la comunidad internacional respecto de las emisiones contaminantes y además denuncian que en el país siguen incrementándose los gases de efecto invernadero.
"La posición chilena contribuye al encuentro entre dos mundos, el de los países desarrollados y el de los países en vías de desarrollo, haciéndose cargo éticamente del tema que sin dudas es el tema del siglo XXI. No hay otro desafío que enfrente la humanidad más importante que el del cambio climático en este siglo XXI, y probablemente sea el desafío histórico de la humanidad”.
Con estas enérgicas palabras, la ministra de Medio Ambiente Ana Lya Uriarte daba a conocer la postura que el gobierno chileno presentará ante la decimoquinta Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU 2009 en Copenhague.
Un equipo chileno con representantes de diferentes ministerios y comisiones nacionales están en la capital danesa para defender la posición de nuestro país.
Cuatro puntos principales manifiestan la necesidad de que los países industrializados se comprometan a reducir sus emisiones contaminantes, a crear un fondo de mitigación de las consecuencias del cambio climáticos en países en vías de desarrollo, que la ONU se haga cargo de administrar y distribuir esos recursos y que los países subdesarrollados –como Chile- luchen en contra del cambio climático en la medida de sus circunstancias.
Este último punto en particular, produjo cierto resquemor en las organizaciones ambientalistas, pues aseguran que Chile está en condiciones de comprometerse a algo más.
El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Climáticos, Lucio Cuenca, calificó como ambigua la propuesta y aseguró además que el gobierno debió ser más exigente con los países desarrollados que tienen una deuda con países como el nuestro.
"Le pedíamos al gobierno que tuviera una posición clara respecto de compromisos propios de Chile frente a la comunidad internacional y eso no ha ocurrido porque las decisiones en política ambiental, energía y otros ámbitos de la vida del país vemos que justamente van a multiplicar las emisiones de gases en los próximos años, por lo tanto, es contradictorio. Aparecemos con un discurso internacional, pero internamente seguimos incrementando los gases de efecto invernadero", indicó Cuenca.
Para ejemplificar la situación, Cuenca recuerda que por todo el litoral de nuestro país hay proyectos termoeléctricos que se basan en el uso del carbón para su funcionamiento un combustible obsoleto desde el punto de vista del cuidado ambiental.
Aún así la ministra Ana Lya Uriarte, aseguró que el gobierno no está buscando beneficiar los intereses de ningún sector privado, sino sólo lo que puede contribuir a la conservación del planeta.
En ese sentido, la secretaria de Estado aseguró que Chile jugará un papel clave en las negociaciones como país bisagra, pues pertenece al gran grupo de países en vías de desarrollo, pero también a punto de entrar a la OCDE, puede negociar con las grandes potencias y producir acercamientos.
Sin embargo, los organismos medioambientales hubiesen preferido una jugada más audaz por parte del gobierno.
Paola Vasconi, coordinadora de la Fundación Terram, manifestó que Chile pudo ser mucho más exigente.
"Si Chile quiere liderar algún tema a nivel internacional podría haber sido mucho más audaz y haber planteado grandes inversiones en términos de energías renovables y dejarnos de este diez por ciento. Me parece que no es satisfactorio decir que contamos con una Ley de Energías Renovables que va a permitir al 2010 tener un 5 por ciento de la matriz, cuando en la práctica sabemos de todas las barreras y dificultades que enfrentan las energías renovables", señaló la experta.
Junto a los cien jefes de Estado y miles de delegados gubernamentales, en la cumbre medioambiental participarán otros miles de personas en representación de la sociedad civil, quienes estarán atentos cada una de las jugadas que hagan los países en esta trascendental cita planetaria.
Expertos en temas medio ambientales aseguran que el gobierno chileno carece de compromisos propios frente a la comunidad internacional respecto de las emisiones contaminantes y además denuncian que en el país siguen incrementándose los gases de efecto invernadero.
"La posición chilena contribuye al encuentro entre dos mundos, el de los países desarrollados y el de los países en vías de desarrollo, haciéndose cargo éticamente del tema que sin dudas es el tema del siglo XXI. No hay otro desafío que enfrente la humanidad más importante que el del cambio climático en este siglo XXI, y probablemente sea el desafío histórico de la humanidad”.
Con estas enérgicas palabras, la ministra de Medio Ambiente Ana Lya Uriarte daba a conocer la postura que el gobierno chileno presentará ante la decimoquinta Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU 2009 en Copenhague.
Un equipo chileno con representantes de diferentes ministerios y comisiones nacionales están en la capital danesa para defender la posición de nuestro país.
Cuatro puntos principales manifiestan la necesidad de que los países industrializados se comprometan a reducir sus emisiones contaminantes, a crear un fondo de mitigación de las consecuencias del cambio climáticos en países en vías de desarrollo, que la ONU se haga cargo de administrar y distribuir esos recursos y que los países subdesarrollados –como Chile- luchen en contra del cambio climático en la medida de sus circunstancias.
Este último punto en particular, produjo cierto resquemor en las organizaciones ambientalistas, pues aseguran que Chile está en condiciones de comprometerse a algo más.
El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Climáticos, Lucio Cuenca, calificó como ambigua la propuesta y aseguró además que el gobierno debió ser más exigente con los países desarrollados que tienen una deuda con países como el nuestro.
"Le pedíamos al gobierno que tuviera una posición clara respecto de compromisos propios de Chile frente a la comunidad internacional y eso no ha ocurrido porque las decisiones en política ambiental, energía y otros ámbitos de la vida del país vemos que justamente van a multiplicar las emisiones de gases en los próximos años, por lo tanto, es contradictorio. Aparecemos con un discurso internacional, pero internamente seguimos incrementando los gases de efecto invernadero", indicó Cuenca.
Para ejemplificar la situación, Cuenca recuerda que por todo el litoral de nuestro país hay proyectos termoeléctricos que se basan en el uso del carbón para su funcionamiento un combustible obsoleto desde el punto de vista del cuidado ambiental.
Aún así la ministra Ana Lya Uriarte, aseguró que el gobierno no está buscando beneficiar los intereses de ningún sector privado, sino sólo lo que puede contribuir a la conservación del planeta.
En ese sentido, la secretaria de Estado aseguró que Chile jugará un papel clave en las negociaciones como país bisagra, pues pertenece al gran grupo de países en vías de desarrollo, pero también a punto de entrar a la OCDE, puede negociar con las grandes potencias y producir acercamientos.
Sin embargo, los organismos medioambientales hubiesen preferido una jugada más audaz por parte del gobierno.
Paola Vasconi, coordinadora de la Fundación Terram, manifestó que Chile pudo ser mucho más exigente.
"Si Chile quiere liderar algún tema a nivel internacional podría haber sido mucho más audaz y haber planteado grandes inversiones en términos de energías renovables y dejarnos de este diez por ciento. Me parece que no es satisfactorio decir que contamos con una Ley de Energías Renovables que va a permitir al 2010 tener un 5 por ciento de la matriz, cuando en la práctica sabemos de todas las barreras y dificultades que enfrentan las energías renovables", señaló la experta.
Junto a los cien jefes de Estado y miles de delegados gubernamentales, en la cumbre medioambiental participarán otros miles de personas en representación de la sociedad civil, quienes estarán atentos cada una de las jugadas que hagan los países en esta trascendental cita planetaria.
Expertos en temas medio ambientales aseguran que el gobierno chileno carece de compromisos propios frente a la comunidad internacional respecto de las emisiones contaminantes y además denuncian que en el país siguen incrementándose los gases de efecto invernadero.
"La posición chilena contribuye al encuentro entre dos mundos, el de los países desarrollados y el de los países en vías de desarrollo, haciéndose cargo éticamente del tema que sin dudas es el tema del siglo XXI. No hay otro desafío que enfrente la humanidad más importante que el del cambio climático en este siglo XXI, y probablemente sea el desafío histórico de la humanidad”.
Con estas enérgicas palabras, la ministra de Medio Ambiente Ana Lya Uriarte daba a conocer la postura que el gobierno chileno presentará ante la decimoquinta Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU 2009 en Copenhague.
Un equipo chileno con representantes de diferentes ministerios y comisiones nacionales están en la capital danesa para defender la posición de nuestro país.
Cuatro puntos principales manifiestan la necesidad de que los países industrializados se comprometan a reducir sus emisiones contaminantes, a crear un fondo de mitigación de las consecuencias del cambio climáticos en países en vías de desarrollo, que la ONU se haga cargo de administrar y distribuir esos recursos y que los países subdesarrollados –como Chile- luchen en contra del cambio climático en la medida de sus circunstancias.
Este último punto en particular, produjo cierto resquemor en las organizaciones ambientalistas, pues aseguran que Chile está en condiciones de comprometerse a algo más.
El director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Climáticos, Lucio Cuenca, calificó como ambigua la propuesta y aseguró además que el gobierno debió ser más exigente con los países desarrollados que tienen una deuda con países como el nuestro.
"Le pedíamos al gobierno que tuviera una posición clara respecto de compromisos propios de Chile frente a la comunidad internacional y eso no ha ocurrido porque las decisiones en política ambiental, energía y otros ámbitos de la vida del país vemos que justamente van a multiplicar las emisiones de gases en los próximos años, por lo tanto, es contradictorio. Aparecemos con un discurso internacional, pero internamente seguimos incrementando los gases de efecto invernadero", indicó Cuenca.
Para ejemplificar la situación, Cuenca recuerda que por todo el litoral de nuestro país hay proyectos termoeléctricos que se basan en el uso del carbón para su funcionamiento un combustible obsoleto desde el punto de vista del cuidado ambiental.
Aún así la ministra Ana Lya Uriarte, aseguró que el gobierno no está buscando beneficiar los intereses de ningún sector privado, sino sólo lo que puede contribuir a la conservación del planeta.
En ese sentido, la secretaria de Estado aseguró que Chile jugará un papel clave en las negociaciones como país bisagra, pues pertenece al gran grupo de países en vías de desarrollo, pero también a punto de entrar a la OCDE, puede negociar con las grandes potencias y producir acercamientos.
Sin embargo, los organismos medioambientales hubiesen preferido una jugada más audaz por parte del gobierno.
Paola Vasconi, coordinadora de la Fundación Terram, manifestó que Chile pudo ser mucho más exigente.
"Si Chile quiere liderar algún tema a nivel internacional podría haber sido mucho más audaz y haber planteado grandes inversiones en términos de energías renovables y dejarnos de este diez por ciento. Me parece que no es satisfactorio decir que contamos con una Ley de Energías Renovables que va a permitir al 2010 tener un 5 por ciento de la matriz, cuando en la práctica sabemos de todas las barreras y dificultades que enfrentan las energías renovables", señaló la experta.
Junto a los cien jefes de Estado y miles de delegados gubernamentales, en la cumbre medioambiental participarán otros miles de personas en representación de la sociedad civil, quienes estarán atentos cada una de las jugadas que hagan los países en esta trascendental cita planetaria.
