Fortalecer competencias y así mejorar la gestión de los programas para niños y niñas que están en situación de vulneración de sus derechos, es el objetivo del trabajo conjunto que está desarrollando el Servicio Nacional de Menores (Sename) junto a los Tribunales de Familia, que encabeza la jueza Mónica Jeldrez.
La labor de la mesa entre ambas instancias surgió luego de conocerse las listas de espera para el acceso a programas de menores en estos problemas, debido a, entre otros factores, la violencia intrafamiliar, tal como lo explica Magdalena Lioi, jefa subrogante de Protección de Derechos del Sename.
“Eso implica poder racionalizar también el uso de la oferta de programas que desarrollan los organismos colaboradores acreditados del Sename en materia de protección, porque prácticamente el 90 por ciento de los programas lo ejecutan organismos privados de carácter colaborador del servicio, no lo hacen de forma directa. Entonces algunos de estos proyectos tienden a tener largas listas de espera”, señaló Lioi.
Precisamente, uno de los trabajos que se realizó con los tribunales fue analizar cerca de cuatro mil causas para conocer la vigencia de peticiones, formuladas para que los menores en situación de vulnerabilidad fueran integrados a programas de protección.
El trabajo de la mesa entre el Sename y los Tribunales de Familia se dedica sólo a la atención de menores en esta situación y no de infractores que están sometidos a la ley de responsabilidad adolescente, como explicó la jefa subrogante de Protección de Derechos de la entidad dependiente del Ministerio de Justicia.
“Llegan porque hay una sospecha fundada o una vulneración declarada de derechos y ahí los tribunales intervienen y piden un diagnóstico de situación a los proyectos DAM, que eran los que generaron tanto revuelo porque tenían largas de esperas, y que es lo que se despejó desde los Tribunales de Familia, y ahí es donde mayoritariamente está el nudo de gestión”, afirmó Lioi.
Los menores que entran en estos programas son niños que no han podido ejercer de manera adecuada sus derechos y que su desarrollo general puede estar afectado por distintas causas como abuso, maltrato, abandono, negligencia parental, situación de calle o trabajo infantil.
Este es el objetivo del trabajo conjunto entre el Sename y los Tribunales de Familia en una mesa establecida por la Corte Suprema y que busca descomprimir la demanda sobre los programas que van en ayuda de estos menores, labor que como precisó Magdalena Lioi, es de carácter permanente.
Fortalecer competencias y así mejorar la gestión de los programas para niños y niñas que están en situación de vulneración de sus derechos, es el objetivo del trabajo conjunto que está desarrollando el Servicio Nacional de Menores (Sename) junto a los Tribunales de Familia, que encabeza la jueza Mónica Jeldrez.
La labor de la mesa entre ambas instancias surgió luego de conocerse las listas de espera para el acceso a programas de menores en estos problemas, debido a, entre otros factores, la violencia intrafamiliar, tal como lo explica Magdalena Lioi, jefa subrogante de Protección de Derechos del Sename.
“Eso implica poder racionalizar también el uso de la oferta de programas que desarrollan los organismos colaboradores acreditados del Sename en materia de protección, porque prácticamente el 90 por ciento de los programas lo ejecutan organismos privados de carácter colaborador del servicio, no lo hacen de forma directa. Entonces algunos de estos proyectos tienden a tener largas listas de espera”, señaló Lioi.
Precisamente, uno de los trabajos que se realizó con los tribunales fue analizar cerca de cuatro mil causas para conocer la vigencia de peticiones, formuladas para que los menores en situación de vulnerabilidad fueran integrados a programas de protección.
El trabajo de la mesa entre el Sename y los Tribunales de Familia se dedica sólo a la atención de menores en esta situación y no de infractores que están sometidos a la ley de responsabilidad adolescente, como explicó la jefa subrogante de Protección de Derechos de la entidad dependiente del Ministerio de Justicia.
“Llegan porque hay una sospecha fundada o una vulneración declarada de derechos y ahí los tribunales intervienen y piden un diagnóstico de situación a los proyectos DAM, que eran los que generaron tanto revuelo porque tenían largas de esperas, y que es lo que se despejó desde los Tribunales de Familia, y ahí es donde mayoritariamente está el nudo de gestión”, afirmó Lioi.
Los menores que entran en estos programas son niños que no han podido ejercer de manera adecuada sus derechos y que su desarrollo general puede estar afectado por distintas causas como abuso, maltrato, abandono, negligencia parental, situación de calle o trabajo infantil.
Este es el objetivo del trabajo conjunto entre el Sename y los Tribunales de Familia en una mesa establecida por la Corte Suprema y que busca descomprimir la demanda sobre los programas que van en ayuda de estos menores, labor que como precisó Magdalena Lioi, es de carácter permanente.
Fortalecer competencias y así mejorar la gestión de los programas para niños y niñas que están en situación de vulneración de sus derechos, es el objetivo del trabajo conjunto que está desarrollando el Servicio Nacional de Menores (Sename) junto a los Tribunales de Familia, que encabeza la jueza Mónica Jeldrez.
La labor de la mesa entre ambas instancias surgió luego de conocerse las listas de espera para el acceso a programas de menores en estos problemas, debido a, entre otros factores, la violencia intrafamiliar, tal como lo explica Magdalena Lioi, jefa subrogante de Protección de Derechos del Sename.
“Eso implica poder racionalizar también el uso de la oferta de programas que desarrollan los organismos colaboradores acreditados del Sename en materia de protección, porque prácticamente el 90 por ciento de los programas lo ejecutan organismos privados de carácter colaborador del servicio, no lo hacen de forma directa. Entonces algunos de estos proyectos tienden a tener largas listas de espera”, señaló Lioi.
Precisamente, uno de los trabajos que se realizó con los tribunales fue analizar cerca de cuatro mil causas para conocer la vigencia de peticiones, formuladas para que los menores en situación de vulnerabilidad fueran integrados a programas de protección.
El trabajo de la mesa entre el Sename y los Tribunales de Familia se dedica sólo a la atención de menores en esta situación y no de infractores que están sometidos a la ley de responsabilidad adolescente, como explicó la jefa subrogante de Protección de Derechos de la entidad dependiente del Ministerio de Justicia.
“Llegan porque hay una sospecha fundada o una vulneración declarada de derechos y ahí los tribunales intervienen y piden un diagnóstico de situación a los proyectos DAM, que eran los que generaron tanto revuelo porque tenían largas de esperas, y que es lo que se despejó desde los Tribunales de Familia, y ahí es donde mayoritariamente está el nudo de gestión”, afirmó Lioi.
Los menores que entran en estos programas son niños que no han podido ejercer de manera adecuada sus derechos y que su desarrollo general puede estar afectado por distintas causas como abuso, maltrato, abandono, negligencia parental, situación de calle o trabajo infantil.
Este es el objetivo del trabajo conjunto entre el Sename y los Tribunales de Familia en una mesa establecida por la Corte Suprema y que busca descomprimir la demanda sobre los programas que van en ayuda de estos menores, labor que como precisó Magdalena Lioi, es de carácter permanente.
