Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 26 de abril de 2024


Escritorio

Chile aún no define cómo reducirá emisiones de CO2 comprometidas en Copenhague

María Jeanette Moya

  Miércoles 20 de enero 2010 9:47 hrs. 
Radio-Uchile

Compartir en

El cambio climático es cada día más manifiesto y se torna urgente tomar decisiones a nivel macro para combatirlos. En esta dirección, el gobierno de Chile se comprometió durante la reciente cumbre de Copenhague a reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 20 por ciento de aquí a 2020.

Una importante medida, considerando que en 25 años nuestro país aumentó sus emisiones CO2 en un 170 por ciento. Los resultados ambientales de este anuncio, no obstante, no son altamente significativos por cuanto Chile solo aporta el 0,2 por ciento de las emisiones totales de dióxido de carbono a la atmósfera.

Ramiro Fernández, representante de la ONG latinoamericana Avina, valoró el liderazgo que implica este compromiso suscrito por Chile en una cumbre donde no se alcanzaron grandes acuerdos, ante un escenario de cambio climático que en breve podrá tener serias consecuencias para el planeta.

“Cualquier compromiso de los países para abordar el cambio climático es muy positivo. Chile ha ejercido un rol de liderazgo  durante Copenhague al asumir estos compromisos, queriendo incentivar al grupo de países para llegar a algún acuerdo. Con respecto a si es un desafío posible, necesario, si es suficiente, es ya un debate que corresponde a nivel país. Vamos  hacia un escenario crítico y lo que nos dice la ciencia es que las catástrofes naturales a las”, aseguró Fernández.

El cambio climático nos afecta a todos y por esta razón es relevante que los líderes, más que informar sobre las decisiones que cada gobierno está tomando, realicen diagnósticos de manera participativa.

Nicole Borregaard es representante de la plataforma Escenarios Energéticos Chile 2030,  y señaló que el grupo justamente busca abrir espacios de discusión en torno al tema, para conversar de manera seria sobre la urgencia que existe  para determinar una acción medioambiental concertada entre todos los sectores.

“Apuntamos a proporcionar un diálogo mayor, serio, basado en conocimiento técnicos y científico al país, para poder discutir los escenarios, opciones energéticas en el año 2030. Y en realidad uno ve que hay gente de muy alto nivel que no está participando en un diálogo para realmente dar su opinión, entregar sus visiones para alimentar hacia dónde vamos”, señaló Borregaard.

Sin embargo, más allá  de las declaraciones de la delegación chilena en Copenhague, hasta hoy no ha existido un delineamiento concreto que explique cómo Chile reducirá en un 20 por ciento sus emisiones de CO2 a la atmósfera. Los plazos no están claros y en materia medioambiental ya no son suficientes las buenas intenciones, explicó la directora ejecutiva de la ONG Terram, Flavia Liberona.

“El compromiso de reducción del 20 por ciento es de una base del año 2007 como ha declarado la representa de Conama (Comisión Nacional de Medio Ambiente), Claudia Ferrero, por lo tanto no es una reducción muy significativa. Segundo, hay que preguntarse qué significa reducir 20 por ciento en términos de proyectos de generación eléctrica ¿vamos a tener mejores normas para las hidroeléctricas? ¿Se va a aprobar Hidroaysen? ¿Se va implementar la nuclear? Porque esas cosas no han sido aclaradas por el gobierno y, por lo tanto creemos que más allá de una declaración pública hay que decir lo que hay de trasfondo”, afirmó Liberona.

Pero más allá  de que los expertos no tengan voz en las decisiones políticas, también la ciudadanía tiene mucho que decir respecto del cuidado del medioambiente.

Flavia Liberona afirmó que es vital abrir el debate hacia la sociedad civil, para que esta tome consciencia sobre el deterioro que está sufriendo el planeta y a la vez pueda nutrir a los expertos de información sobre desastres ambientales y falta de regulación.

“No es fácil el tema. Aquí hay temas conceptuales, temas legales, donde el sistema es bastante críptico y yo diría que mucho de los problemas que tiene el sistema tiene que ver con esto, que es un sistema  muy cerrado, que durante muchos años ha sido manejado entre gobierno y técnicos y sector empresarial y muy poco cuidadamente y eso está haciendo crisis, donde existe cada día más la necesidad de entender el problema, de entender cómo funciona el sistema para poder aplicar los cambios”, sostuvo Liberona.

Es de esperar, entonces, que antes del cambio de mando el gobierno saliente de Michelle Bachelet ponga a disposición de todos los sectores un instructivo que dé  cuenta de la manera cómo el país debe trabajar para reducir en un 20 por ciento sus emisiones de dióxido de carbono hacia la atmósfera. Una meta que sin duda va más allá de un anuncio gubernamental y que, por el contrario, debe ser tarea de todos.

 
 

 

Síguenos en