Reynaldo Bignone, último dictador del régimen de facto de Argentina , fue condenado a 25 años en una cárcel común, luego de ser encontrado culpable violaciones a los derechos humanos.
El Tribunal Oral Federal Nº1 de San Martín declaró que Bignone fue coautor responsable de 56 casos de allanamiento ilegal, robo agravado, privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos cometidos en el centro de exterminio que funcionó en el complejo militar de Campo de Mayo.
En una resolución aplaudida por familiares de las víctimas de la dictadura que presenciaron el veredicto, el Tribunal ordenó además que se revoque la prisión domiciliaria que hasta hoy gozaba Bignone, quien ahora será llevado a una cárcel común.
La presidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó el fallo judicial como “ejemplar” y un aliciente para continuar en la lucha para esclarecer los casos de violaciones a los derechos humanos cometidos en la dictadura argentina.
“La justicia a veces tarda pero llega y eso es muy importante. 114 casos de condenados hasta ahora es un ejemplo bastante fuerte y duro de llevar. Falta mucho todavía, pero mientras avancemos estamos en muy buen camino. Estamos muy conformes, se ha dictado cárcel común para todos y nada de privilegios. Todo esto ayuda a que otros imiten esta sentencia”, señaló Carlotto.
En sus descargos ante la justicia, Bignone, de 82 años, justificó los hechos aduciendo que en Argentina se vivía una guerra. “Lo real era que existían organizaciones clandestinas terroristas que no eran demasiados jóvenes ni idealistas, su ideal era la toma del poder por la fuerza subversiva”, dijo.
Además, Bignone cuestionó la cantidad de desaparecidos durante la última dictadura, cifrada en treinta mil.
Declaraciones que rechazó Estela de Carlotto, afirmando además que por sus palabras, el ex dictador, si bien recibió un castigo judicial, nunca se ha arrepentido de sus crímenes.
“Se dará cuenta de lo que le espera, pero que no se arrepiente. Son personas que no tienen sentimientos, son seres humanos sin sentimientos. Ellos hablan de guerra, nosotros hablamos de terrorismo de Estado. Él no era un Presidente, era un canalla que estaba usurpando el poder y, por lo tanto, un delincuente”, acusó Carlotto.
Los delitos por los que fue condenado Bignone ocurrieron entre 1976 y 1978, cuando el ex dictador era director de la guarnición de Ejército terrestre de Campo de Mayo, donde funcionó un centro clandestino de exterminio.
Los jueces también dictaron penas de 25 años de cárcel para los ex generales Santiago Omar Riveros y Fernando Ver-plaet-sen, y sentenciaron a 20 años al ex militar Carlos Tepedino. Asimismo, condenaron a los antiguos militares Jorge García y Eugenio Guañabens Perelló a 18 y 17 años de prisión, respectivamente. En cambio, absolvieron al ex policía Germán Montenegro.
Reynaldo Bignone, último dictador del régimen de facto de Argentina , fue condenado a 25 años en una cárcel común, luego de ser encontrado culpable violaciones a los derechos humanos.
El Tribunal Oral Federal Nº1 de San Martín declaró que Bignone fue coautor responsable de 56 casos de allanamiento ilegal, robo agravado, privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos cometidos en el centro de exterminio que funcionó en el complejo militar de Campo de Mayo.
En una resolución aplaudida por familiares de las víctimas de la dictadura que presenciaron el veredicto, el Tribunal ordenó además que se revoque la prisión domiciliaria que hasta hoy gozaba Bignone, quien ahora será llevado a una cárcel común.
La presidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó el fallo judicial como “ejemplar” y un aliciente para continuar en la lucha para esclarecer los casos de violaciones a los derechos humanos cometidos en la dictadura argentina.
“La justicia a veces tarda pero llega y eso es muy importante. 114 casos de condenados hasta ahora es un ejemplo bastante fuerte y duro de llevar. Falta mucho todavía, pero mientras avancemos estamos en muy buen camino. Estamos muy conformes, se ha dictado cárcel común para todos y nada de privilegios. Todo esto ayuda a que otros imiten esta sentencia”, señaló Carlotto.
En sus descargos ante la justicia, Bignone, de 82 años, justificó los hechos aduciendo que en Argentina se vivía una guerra. “Lo real era que existían organizaciones clandestinas terroristas que no eran demasiados jóvenes ni idealistas, su ideal era la toma del poder por la fuerza subversiva”, dijo.
Además, Bignone cuestionó la cantidad de desaparecidos durante la última dictadura, cifrada en treinta mil.
Declaraciones que rechazó Estela de Carlotto, afirmando además que por sus palabras, el ex dictador, si bien recibió un castigo judicial, nunca se ha arrepentido de sus crímenes.
“Se dará cuenta de lo que le espera, pero que no se arrepiente. Son personas que no tienen sentimientos, son seres humanos sin sentimientos. Ellos hablan de guerra, nosotros hablamos de terrorismo de Estado. Él no era un Presidente, era un canalla que estaba usurpando el poder y, por lo tanto, un delincuente”, acusó Carlotto.
Los delitos por los que fue condenado Bignone ocurrieron entre 1976 y 1978, cuando el ex dictador era director de la guarnición de Ejército terrestre de Campo de Mayo, donde funcionó un centro clandestino de exterminio.
Los jueces también dictaron penas de 25 años de cárcel para los ex generales Santiago Omar Riveros y Fernando Ver-plaet-sen, y sentenciaron a 20 años al ex militar Carlos Tepedino. Asimismo, condenaron a los antiguos militares Jorge García y Eugenio Guañabens Perelló a 18 y 17 años de prisión, respectivamente. En cambio, absolvieron al ex policía Germán Montenegro.
Reynaldo Bignone, último dictador del régimen de facto de Argentina , fue condenado a 25 años en una cárcel común, luego de ser encontrado culpable violaciones a los derechos humanos.
El Tribunal Oral Federal Nº1 de San Martín declaró que Bignone fue coautor responsable de 56 casos de allanamiento ilegal, robo agravado, privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos cometidos en el centro de exterminio que funcionó en el complejo militar de Campo de Mayo.
En una resolución aplaudida por familiares de las víctimas de la dictadura que presenciaron el veredicto, el Tribunal ordenó además que se revoque la prisión domiciliaria que hasta hoy gozaba Bignone, quien ahora será llevado a una cárcel común.
La presidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, calificó el fallo judicial como “ejemplar” y un aliciente para continuar en la lucha para esclarecer los casos de violaciones a los derechos humanos cometidos en la dictadura argentina.
“La justicia a veces tarda pero llega y eso es muy importante. 114 casos de condenados hasta ahora es un ejemplo bastante fuerte y duro de llevar. Falta mucho todavía, pero mientras avancemos estamos en muy buen camino. Estamos muy conformes, se ha dictado cárcel común para todos y nada de privilegios. Todo esto ayuda a que otros imiten esta sentencia”, señaló Carlotto.
En sus descargos ante la justicia, Bignone, de 82 años, justificó los hechos aduciendo que en Argentina se vivía una guerra. “Lo real era que existían organizaciones clandestinas terroristas que no eran demasiados jóvenes ni idealistas, su ideal era la toma del poder por la fuerza subversiva”, dijo.
Además, Bignone cuestionó la cantidad de desaparecidos durante la última dictadura, cifrada en treinta mil.
Declaraciones que rechazó Estela de Carlotto, afirmando además que por sus palabras, el ex dictador, si bien recibió un castigo judicial, nunca se ha arrepentido de sus crímenes.
“Se dará cuenta de lo que le espera, pero que no se arrepiente. Son personas que no tienen sentimientos, son seres humanos sin sentimientos. Ellos hablan de guerra, nosotros hablamos de terrorismo de Estado. Él no era un Presidente, era un canalla que estaba usurpando el poder y, por lo tanto, un delincuente”, acusó Carlotto.
Los delitos por los que fue condenado Bignone ocurrieron entre 1976 y 1978, cuando el ex dictador era director de la guarnición de Ejército terrestre de Campo de Mayo, donde funcionó un centro clandestino de exterminio.
Los jueces también dictaron penas de 25 años de cárcel para los ex generales Santiago Omar Riveros y Fernando Ver-plaet-sen, y sentenciaron a 20 años al ex militar Carlos Tepedino. Asimismo, condenaron a los antiguos militares Jorge García y Eugenio Guañabens Perelló a 18 y 17 años de prisión, respectivamente. En cambio, absolvieron al ex policía Germán Montenegro.
