La polémica por los negativos resultados de la Prueba “Inicia”, que mide los conocimientos técnicos de los docentes recién egresados, siguen generando disputas entre el gobierno y el Colegio de Profesores.
Luego que la autoridad gubernamental hace unos días calificara como “preocupante” los resultados del examen, el ministerio de Educación señaló que ahora están preparando una serie de modificaciones en el proceso evaluativo.
En ese sentido, el titular de la cartera, el economista Joaquín Lavín, anticipó que a la luz de las cifras de la Prueba Inicia se está trabajando para que los mejores puntajes de la PSU estudien Pedagogía.
“Lo que estamos trabajando hacia el futuro es cómo atraer a postulantes que hayan obtenido 600, 700 puntos en la PSU y ver también cómo la Prueba Inicia sea rendida por todos los egresados de Pedagogía, además que sus resultados sean conocidos y no como ahora que son privados”, indicó Lavín.
El secretario de Estado añadió que “hasta hoy la brecha en la calidad de la educación es gigantesca” y que esto se evidencia en los resultados de la PSU y en los de la prueba Simce, los que se conocerán el próximo 2 de junio.
La reacción inmediata a este anuncio vino por parte del presidente del Magisterio, Jaime Gajardo, quien desestimó la Prueba Inicia, señalando que no puede apoyar un instrumento que no conocen y del cual no han sido consultados.
Por ello, afirmó que el gremio no se puede hacer responsable de los resultados que conocen sólo las universidades que se someten a esta evaluación.
“No podemos ser los responsables de un proceso de evaluación que no conocemos. Cómo ha funcionado, quién la hizo, cuál es la tabla de cotejo, cuál es la transparencia, cuál es el grado de dificultad, cuáles son los criterios para cada asignatura y también importante quién confeccionó todo esto. No podemos avalar una prueba que desconocemos absolutamente”, explicó el dirigente.
La Prueba Inicia Generalista, que es optativa y se aplica a los recién egresados de la carrera Pedagogía y a quienes cursan el último año de esta especialidad, reveló que los profesores de matemáticas de ciclo básico lograron un 33 por ciento de respuestas correctas de un total de 45 preguntas. La cifra bajó respecto del 39 por ciento obtenido en la primera medición.
Demostró, además, que estudiantes de universidades del Consejo de Rectores, obtuvieron 10 por ciento más logros que sus pares de universidades privadas y 13 por ciento más que los egresados de institutos profesionales.
Asimismo, el análisis de los datos arrojó que existe una directa relación entre los puntajes obtenidos en esta medición y los de la PSU.
La polémica por los negativos resultados de la Prueba “Inicia”, que mide los conocimientos técnicos de los docentes recién egresados, siguen generando disputas entre el gobierno y el Colegio de Profesores.
Luego que la autoridad gubernamental hace unos días calificara como “preocupante” los resultados del examen, el ministerio de Educación señaló que ahora están preparando una serie de modificaciones en el proceso evaluativo.
En ese sentido, el titular de la cartera, el economista Joaquín Lavín, anticipó que a la luz de las cifras de la Prueba Inicia se está trabajando para que los mejores puntajes de la PSU estudien Pedagogía.
“Lo que estamos trabajando hacia el futuro es cómo atraer a postulantes que hayan obtenido 600, 700 puntos en la PSU y ver también cómo la Prueba Inicia sea rendida por todos los egresados de Pedagogía, además que sus resultados sean conocidos y no como ahora que son privados”, indicó Lavín.
El secretario de Estado añadió que “hasta hoy la brecha en la calidad de la educación es gigantesca” y que esto se evidencia en los resultados de la PSU y en los de la prueba Simce, los que se conocerán el próximo 2 de junio.
La reacción inmediata a este anuncio vino por parte del presidente del Magisterio, Jaime Gajardo, quien desestimó la Prueba Inicia, señalando que no puede apoyar un instrumento que no conocen y del cual no han sido consultados.
Por ello, afirmó que el gremio no se puede hacer responsable de los resultados que conocen sólo las universidades que se someten a esta evaluación.
“No podemos ser los responsables de un proceso de evaluación que no conocemos. Cómo ha funcionado, quién la hizo, cuál es la tabla de cotejo, cuál es la transparencia, cuál es el grado de dificultad, cuáles son los criterios para cada asignatura y también importante quién confeccionó todo esto. No podemos avalar una prueba que desconocemos absolutamente”, explicó el dirigente.
La Prueba Inicia Generalista, que es optativa y se aplica a los recién egresados de la carrera Pedagogía y a quienes cursan el último año de esta especialidad, reveló que los profesores de matemáticas de ciclo básico lograron un 33 por ciento de respuestas correctas de un total de 45 preguntas. La cifra bajó respecto del 39 por ciento obtenido en la primera medición.
Demostró, además, que estudiantes de universidades del Consejo de Rectores, obtuvieron 10 por ciento más logros que sus pares de universidades privadas y 13 por ciento más que los egresados de institutos profesionales.
Asimismo, el análisis de los datos arrojó que existe una directa relación entre los puntajes obtenidos en esta medición y los de la PSU.
La polémica por los negativos resultados de la Prueba “Inicia”, que mide los conocimientos técnicos de los docentes recién egresados, siguen generando disputas entre el gobierno y el Colegio de Profesores.
Luego que la autoridad gubernamental hace unos días calificara como “preocupante” los resultados del examen, el ministerio de Educación señaló que ahora están preparando una serie de modificaciones en el proceso evaluativo.
En ese sentido, el titular de la cartera, el economista Joaquín Lavín, anticipó que a la luz de las cifras de la Prueba Inicia se está trabajando para que los mejores puntajes de la PSU estudien Pedagogía.
“Lo que estamos trabajando hacia el futuro es cómo atraer a postulantes que hayan obtenido 600, 700 puntos en la PSU y ver también cómo la Prueba Inicia sea rendida por todos los egresados de Pedagogía, además que sus resultados sean conocidos y no como ahora que son privados”, indicó Lavín.
El secretario de Estado añadió que “hasta hoy la brecha en la calidad de la educación es gigantesca” y que esto se evidencia en los resultados de la PSU y en los de la prueba Simce, los que se conocerán el próximo 2 de junio.
La reacción inmediata a este anuncio vino por parte del presidente del Magisterio, Jaime Gajardo, quien desestimó la Prueba Inicia, señalando que no puede apoyar un instrumento que no conocen y del cual no han sido consultados.
Por ello, afirmó que el gremio no se puede hacer responsable de los resultados que conocen sólo las universidades que se someten a esta evaluación.
“No podemos ser los responsables de un proceso de evaluación que no conocemos. Cómo ha funcionado, quién la hizo, cuál es la tabla de cotejo, cuál es la transparencia, cuál es el grado de dificultad, cuáles son los criterios para cada asignatura y también importante quién confeccionó todo esto. No podemos avalar una prueba que desconocemos absolutamente”, explicó el dirigente.
La Prueba Inicia Generalista, que es optativa y se aplica a los recién egresados de la carrera Pedagogía y a quienes cursan el último año de esta especialidad, reveló que los profesores de matemáticas de ciclo básico lograron un 33 por ciento de respuestas correctas de un total de 45 preguntas. La cifra bajó respecto del 39 por ciento obtenido en la primera medición.
Demostró, además, que estudiantes de universidades del Consejo de Rectores, obtuvieron 10 por ciento más logros que sus pares de universidades privadas y 13 por ciento más que los egresados de institutos profesionales.
Asimismo, el análisis de los datos arrojó que existe una directa relación entre los puntajes obtenidos en esta medición y los de la PSU.
