El jueves pasado se realizó un acto para conmemorar los 35 años de la publicación del listado de los 119 prisioneros asesinados y hechos desaparecer en la Operación Colombo.
Cabe señalar que este operativo efectuado por la DINA fue seguido por el encubrimiento de las desapariciones, a través de un montaje comunicacional que pretendía convencer a la ciudadanía y al resto del mundo que los detenidos habían huido del país o se habían matado entre ellos por rencillas internas. La frase “Exterminan como ratas a miristas” publicada en el diario La Segunda es uno de los titulares más reveladores de este cobarde montaje urdido por agentes de la dictadura.
En la ceremonia, que se llevó a cabo simbólicamente en el lugar donde funcionó el Comité de Cooperación para la Paz en Chile, la presidenta del Colectivo de Familiares y Compañeros de los 119, Magdalena Navarrete, recordó que desde allí salieron miles de recursos de amparo que, aunque no fueron acogidos, permitieron dar a conocer las atrocidades cometidas por la Junta Militar.
Magdalena Navarrete rindió un homenaje al cardenal Raúl Silva Henríquez y, en esta línea, hizo un llamado a las autoridades a no indultar a condenados por violaciones a los Derechos Humanos.
“Con toda la fuerza de nuestro amor e historia hacemos un enérgico llamado a nuestra sociedad, a las autoridades, particularmente a las religiosas. Los delitos contra la humanidad no prescriben, ni pueden ser amnistiados, ni favorecidos por el indulto. Los principios de verdad y justicia son permanentes y garantía de la convivencia democrática. Juicio y castigo a los violadores de los derechos humanos”, indicó Navarrete.
En representación de la Iglesia Católica, Rodrigo Tupper, vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, dijo que le duele que se cuestionen las intenciones de la jerarquía eclesiástica, recordando el rol que Alejandro Goic tuvo durante el gobierno de facto. .
Rodrigo Tupper hizo además un llamado a no perder de vista un punto central del mensaje de los obispos, que es mejorar las condiciones de vida en las actuales cárceles chilenas.
El jueves pasado se realizó un acto para conmemorar los 35 años de la publicación del listado de los 119 prisioneros asesinados y hechos desaparecer en la Operación Colombo.
Cabe señalar que este operativo efectuado por la DINA fue seguido por el encubrimiento de las desapariciones, a través de un montaje comunicacional que pretendía convencer a la ciudadanía y al resto del mundo que los detenidos habían huido del país o se habían matado entre ellos por rencillas internas. La frase “Exterminan como ratas a miristas” publicada en el diario La Segunda es uno de los titulares más reveladores de este cobarde montaje urdido por agentes de la dictadura.
En la ceremonia, que se llevó a cabo simbólicamente en el lugar donde funcionó el Comité de Cooperación para la Paz en Chile, la presidenta del Colectivo de Familiares y Compañeros de los 119, Magdalena Navarrete, recordó que desde allí salieron miles de recursos de amparo que, aunque no fueron acogidos, permitieron dar a conocer las atrocidades cometidas por la Junta Militar.
Magdalena Navarrete rindió un homenaje al cardenal Raúl Silva Henríquez y, en esta línea, hizo un llamado a las autoridades a no indultar a condenados por violaciones a los Derechos Humanos.
“Con toda la fuerza de nuestro amor e historia hacemos un enérgico llamado a nuestra sociedad, a las autoridades, particularmente a las religiosas. Los delitos contra la humanidad no prescriben, ni pueden ser amnistiados, ni favorecidos por el indulto. Los principios de verdad y justicia son permanentes y garantía de la convivencia democrática. Juicio y castigo a los violadores de los derechos humanos”, indicó Navarrete.
En representación de la Iglesia Católica, Rodrigo Tupper, vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, dijo que le duele que se cuestionen las intenciones de la jerarquía eclesiástica, recordando el rol que Alejandro Goic tuvo durante el gobierno de facto. .
Rodrigo Tupper hizo además un llamado a no perder de vista un punto central del mensaje de los obispos, que es mejorar las condiciones de vida en las actuales cárceles chilenas.
El jueves pasado se realizó un acto para conmemorar los 35 años de la publicación del listado de los 119 prisioneros asesinados y hechos desaparecer en la Operación Colombo.
Cabe señalar que este operativo efectuado por la DINA fue seguido por el encubrimiento de las desapariciones, a través de un montaje comunicacional que pretendía convencer a la ciudadanía y al resto del mundo que los detenidos habían huido del país o se habían matado entre ellos por rencillas internas. La frase “Exterminan como ratas a miristas” publicada en el diario La Segunda es uno de los titulares más reveladores de este cobarde montaje urdido por agentes de la dictadura.
En la ceremonia, que se llevó a cabo simbólicamente en el lugar donde funcionó el Comité de Cooperación para la Paz en Chile, la presidenta del Colectivo de Familiares y Compañeros de los 119, Magdalena Navarrete, recordó que desde allí salieron miles de recursos de amparo que, aunque no fueron acogidos, permitieron dar a conocer las atrocidades cometidas por la Junta Militar.
Magdalena Navarrete rindió un homenaje al cardenal Raúl Silva Henríquez y, en esta línea, hizo un llamado a las autoridades a no indultar a condenados por violaciones a los Derechos Humanos.
“Con toda la fuerza de nuestro amor e historia hacemos un enérgico llamado a nuestra sociedad, a las autoridades, particularmente a las religiosas. Los delitos contra la humanidad no prescriben, ni pueden ser amnistiados, ni favorecidos por el indulto. Los principios de verdad y justicia son permanentes y garantía de la convivencia democrática. Juicio y castigo a los violadores de los derechos humanos”, indicó Navarrete.
En representación de la Iglesia Católica, Rodrigo Tupper, vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, dijo que le duele que se cuestionen las intenciones de la jerarquía eclesiástica, recordando el rol que Alejandro Goic tuvo durante el gobierno de facto. .
Rodrigo Tupper hizo además un llamado a no perder de vista un punto central del mensaje de los obispos, que es mejorar las condiciones de vida en las actuales cárceles chilenas.