Dentro de la Universidad Católica aumenta la molestia por la venta de un 66 por ciento de la propiedad de Canal 13 al grupo económico Luksic.
La asociación de sindicatos de la Universidad Católica, que reúne a más de 3 mil 200 trabajadores de la casa de estudios se sumaron al rechazo del sindicato de la estación televisiva a la forma y fondo de este negocio.
En una declaración pública, los trabajadores cuestionan “la absoluta falta de trasparencia y de participación” en el acuerdo comercial, agregando que con esto la casa de estudios se desprende de una parte importante de su patrimonio valórico.
Además, los trabajadores afirman que “no debe consolidarse como una práctica aceptada el que la universidad se desprenda tan fácilmente de sus funcionarios sin explicación, participación ni aseguramiento de condiciones mínimas en la nueva realidad” y recordaron otros ejemplos de privatización de otras entidades universitarias como la clínica San Carlos de Apoquindo o el reconocido Dictuc.
Por eso, el secretario general del sindicato de Canal 13, afirma que la llegada del denominado “socio estratégico” cambia la relación de la empresa con sus trabajadores y por eso, agrega, existe temor sobre el futuro laboral de los mismos.
“El rol social de la iglesia dista mucho del rol de los grupos financieros y económicos, desde ese punto de vista siempre vamos a encontrar una resistencia a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Al entrar a operar el control de Canal 13 un grupo económico importante se vislumbra un recorte de la planta del personal, esa especulación genera temor en la gente y la iglesia no lo consideró al momento de plantear esta venta sin haber informado siquiera”, indicó el dirigente sindical.
En tanto, la federación de Estudiantes de la Universidad Católica FEUC también hizo un llamado a la protección de los funcionarios que, afirman, no tienen la responsabilidad por las grandes deudas que acumula el canal y que habría detonado el negocio.
El presidente de la FEUC, Joaquín Walker calificó la gestión financiera como un gran fracaso de la Universidad Católica que llevó a canal 13 a transformarse en una carga financiera que, además, jugaba en contra de otros objetivos de la casa de estudios, como el ser más inclusiva.
El dirigente estudiantil agregó que la desvinculación de los objetivos universitarios de los de la estación venía desde hace tiempo.
“Hace tiempo que la Universidad Católica abandonó Canal 13 y tenía una relación de valores bastante decorativa en instancias mínimas y el canal dejó de tener un espacio y un aporte en la sociedad de manera universitaria y de manera católica. Por eso insistimos en que el Canal estaba vendido hace rato e insistimos en que la universidad mientras sea parte de la sociedad por acciones que se forma debe velar porque no se vean afectados los trabajadores”, señaló Walker.
La Feuc además llamó a vender, en el mediano plazo, la totalidad de su participación en Canal 13 y buscar nuevas alternativas (como la Televisión Digital) donde sea posible influir con independencia y fidelidad a sus principios.
En tanto, ya comienza a armarse el ahora canal de los Luksic. David Belmar, Director de Gestión de Televisión Nacional es el primer ejecutivo que deja su cargo para integrarse de inmediato a un “Comité de Transición” de Canal 13.
Dentro de la Universidad Católica aumenta la molestia por la venta de un 66 por ciento de la propiedad de Canal 13 al grupo económico Luksic.
La asociación de sindicatos de la Universidad Católica, que reúne a más de 3 mil 200 trabajadores de la casa de estudios se sumaron al rechazo del sindicato de la estación televisiva a la forma y fondo de este negocio.
En una declaración pública, los trabajadores cuestionan “la absoluta falta de trasparencia y de participación” en el acuerdo comercial, agregando que con esto la casa de estudios se desprende de una parte importante de su patrimonio valórico.
Además, los trabajadores afirman que “no debe consolidarse como una práctica aceptada el que la universidad se desprenda tan fácilmente de sus funcionarios sin explicación, participación ni aseguramiento de condiciones mínimas en la nueva realidad” y recordaron otros ejemplos de privatización de otras entidades universitarias como la clínica San Carlos de Apoquindo o el reconocido Dictuc.
Por eso, el secretario general del sindicato de Canal 13, afirma que la llegada del denominado “socio estratégico” cambia la relación de la empresa con sus trabajadores y por eso, agrega, existe temor sobre el futuro laboral de los mismos.
“El rol social de la iglesia dista mucho del rol de los grupos financieros y económicos, desde ese punto de vista siempre vamos a encontrar una resistencia a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Al entrar a operar el control de Canal 13 un grupo económico importante se vislumbra un recorte de la planta del personal, esa especulación genera temor en la gente y la iglesia no lo consideró al momento de plantear esta venta sin haber informado siquiera”, indicó el dirigente sindical.
En tanto, la federación de Estudiantes de la Universidad Católica FEUC también hizo un llamado a la protección de los funcionarios que, afirman, no tienen la responsabilidad por las grandes deudas que acumula el canal y que habría detonado el negocio.
El presidente de la FEUC, Joaquín Walker calificó la gestión financiera como un gran fracaso de la Universidad Católica que llevó a canal 13 a transformarse en una carga financiera que, además, jugaba en contra de otros objetivos de la casa de estudios, como el ser más inclusiva.
El dirigente estudiantil agregó que la desvinculación de los objetivos universitarios de los de la estación venía desde hace tiempo.
“Hace tiempo que la Universidad Católica abandonó Canal 13 y tenía una relación de valores bastante decorativa en instancias mínimas y el canal dejó de tener un espacio y un aporte en la sociedad de manera universitaria y de manera católica. Por eso insistimos en que el Canal estaba vendido hace rato e insistimos en que la universidad mientras sea parte de la sociedad por acciones que se forma debe velar porque no se vean afectados los trabajadores”, señaló Walker.
La Feuc además llamó a vender, en el mediano plazo, la totalidad de su participación en Canal 13 y buscar nuevas alternativas (como la Televisión Digital) donde sea posible influir con independencia y fidelidad a sus principios.
En tanto, ya comienza a armarse el ahora canal de los Luksic. David Belmar, Director de Gestión de Televisión Nacional es el primer ejecutivo que deja su cargo para integrarse de inmediato a un “Comité de Transición” de Canal 13.
Dentro de la Universidad Católica aumenta la molestia por la venta de un 66 por ciento de la propiedad de Canal 13 al grupo económico Luksic.
La asociación de sindicatos de la Universidad Católica, que reúne a más de 3 mil 200 trabajadores de la casa de estudios se sumaron al rechazo del sindicato de la estación televisiva a la forma y fondo de este negocio.
En una declaración pública, los trabajadores cuestionan “la absoluta falta de trasparencia y de participación” en el acuerdo comercial, agregando que con esto la casa de estudios se desprende de una parte importante de su patrimonio valórico.
Además, los trabajadores afirman que “no debe consolidarse como una práctica aceptada el que la universidad se desprenda tan fácilmente de sus funcionarios sin explicación, participación ni aseguramiento de condiciones mínimas en la nueva realidad” y recordaron otros ejemplos de privatización de otras entidades universitarias como la clínica San Carlos de Apoquindo o el reconocido Dictuc.
Por eso, el secretario general del sindicato de Canal 13, afirma que la llegada del denominado “socio estratégico” cambia la relación de la empresa con sus trabajadores y por eso, agrega, existe temor sobre el futuro laboral de los mismos.
“El rol social de la iglesia dista mucho del rol de los grupos financieros y económicos, desde ese punto de vista siempre vamos a encontrar una resistencia a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores. Al entrar a operar el control de Canal 13 un grupo económico importante se vislumbra un recorte de la planta del personal, esa especulación genera temor en la gente y la iglesia no lo consideró al momento de plantear esta venta sin haber informado siquiera”, indicó el dirigente sindical.
En tanto, la federación de Estudiantes de la Universidad Católica FEUC también hizo un llamado a la protección de los funcionarios que, afirman, no tienen la responsabilidad por las grandes deudas que acumula el canal y que habría detonado el negocio.
El presidente de la FEUC, Joaquín Walker calificó la gestión financiera como un gran fracaso de la Universidad Católica que llevó a canal 13 a transformarse en una carga financiera que, además, jugaba en contra de otros objetivos de la casa de estudios, como el ser más inclusiva.
El dirigente estudiantil agregó que la desvinculación de los objetivos universitarios de los de la estación venía desde hace tiempo.
“Hace tiempo que la Universidad Católica abandonó Canal 13 y tenía una relación de valores bastante decorativa en instancias mínimas y el canal dejó de tener un espacio y un aporte en la sociedad de manera universitaria y de manera católica. Por eso insistimos en que el Canal estaba vendido hace rato e insistimos en que la universidad mientras sea parte de la sociedad por acciones que se forma debe velar porque no se vean afectados los trabajadores”, señaló Walker.
La Feuc además llamó a vender, en el mediano plazo, la totalidad de su participación en Canal 13 y buscar nuevas alternativas (como la Televisión Digital) donde sea posible influir con independencia y fidelidad a sus principios.
En tanto, ya comienza a armarse el ahora canal de los Luksic. David Belmar, Director de Gestión de Televisión Nacional es el primer ejecutivo que deja su cargo para integrarse de inmediato a un “Comité de Transición” de Canal 13.
