Las astronómicas utilidades de la banca, que en el mes de julio rondaron los mil 900 millones de dólares, pusieron en alerta a los empleados de las entidades encargadas de gestionar créditos a las personas y empresas.
Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, durante la primera parte del año la utilidad “se debió a la disminución en el gasto en provisiones por riesgo de crédito, un aumento en otros ingresos operacionales netos, un mayor resultado de operaciones financieras acompañado además, de un aumento de las comisiones netas”.
Este mayor dividendo, a juicio de la directiva de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Bancarios, sólo sería disfrutado por los altos ejecutivos y accionistas de los bancos comerciales.
El secretario general de la organización sindical, Luis Mesina, indicó que “las cifras de las colocaciones de la banca que opera en Chile son elocuentes sobre el grado de concentración que ha alcanzado la industria”.
Mesina agrega que para los trabajadores resulta inexcusable que siendo parte de un sector que obtiene tantas utilidades, en gran medida por el trabajo de sus empleados, “se niegue sistemáticamente a distribuir parte de ellas entre los trabajadores”.
En caso que los sueldos no se condigan con las ganancias netas del sector, el dirigente asegura que no descartan iniciar movilizaciones.
“Lo único que están haciendo es incubando e hipotecando las condiciones de esta instruía, que se basa sobre la más absoluta explotación, sobre la expoliación a los usuarios, que son los que dan en el empleo. Tenemos el derecho legítimo a pedir que los empleadores distribuyan parte de las riquezas que generamos con nuestro esfuerzo y el de los consumidores a la banca. No son el señor Somerville y compañía los que aportan a la riqueza de los bancos, ellos se llevan la riqueza”, denunció Mesina.
Al ser consultado por esta situación, el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, Hernán Somerville, resaltó las condiciones laborales que ostenta la industria y en vista de ello, aseguró que los reclamos y las demandas de los trabajadores son injustificados.
“Los niveles de empleo en la banca nunca han sido afectados y son niveles altos, los niveles de remuneración están en todas las encuestas muy por encima, encabezando todo. Las remuneraciones nuestras son muy competitivas”, argumentó Somerville.
La mayor parte de los sindicatos de la industria financiera han solicitado a los ejecutivos un “Bono Bicentenario”. Hasta la fecha sólo el Banco Chile ha entregado un monto de 300 mil. Sin embargo, los demás bancos no han accedido a dar este beneficio.
Las astronómicas utilidades de la banca, que en el mes de julio rondaron los mil 900 millones de dólares, pusieron en alerta a los empleados de las entidades encargadas de gestionar créditos a las personas y empresas.
Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, durante la primera parte del año la utilidad “se debió a la disminución en el gasto en provisiones por riesgo de crédito, un aumento en otros ingresos operacionales netos, un mayor resultado de operaciones financieras acompañado además, de un aumento de las comisiones netas”.
Este mayor dividendo, a juicio de la directiva de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Bancarios, sólo sería disfrutado por los altos ejecutivos y accionistas de los bancos comerciales.
El secretario general de la organización sindical, Luis Mesina, indicó que “las cifras de las colocaciones de la banca que opera en Chile son elocuentes sobre el grado de concentración que ha alcanzado la industria”.
Mesina agrega que para los trabajadores resulta inexcusable que siendo parte de un sector que obtiene tantas utilidades, en gran medida por el trabajo de sus empleados, “se niegue sistemáticamente a distribuir parte de ellas entre los trabajadores”.
En caso que los sueldos no se condigan con las ganancias netas del sector, el dirigente asegura que no descartan iniciar movilizaciones.
“Lo único que están haciendo es incubando e hipotecando las condiciones de esta instruía, que se basa sobre la más absoluta explotación, sobre la expoliación a los usuarios, que son los que dan en el empleo. Tenemos el derecho legítimo a pedir que los empleadores distribuyan parte de las riquezas que generamos con nuestro esfuerzo y el de los consumidores a la banca. No son el señor Somerville y compañía los que aportan a la riqueza de los bancos, ellos se llevan la riqueza”, denunció Mesina.
Al ser consultado por esta situación, el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, Hernán Somerville, resaltó las condiciones laborales que ostenta la industria y en vista de ello, aseguró que los reclamos y las demandas de los trabajadores son injustificados.
“Los niveles de empleo en la banca nunca han sido afectados y son niveles altos, los niveles de remuneración están en todas las encuestas muy por encima, encabezando todo. Las remuneraciones nuestras son muy competitivas”, argumentó Somerville.
La mayor parte de los sindicatos de la industria financiera han solicitado a los ejecutivos un “Bono Bicentenario”. Hasta la fecha sólo el Banco Chile ha entregado un monto de 300 mil. Sin embargo, los demás bancos no han accedido a dar este beneficio.
Las astronómicas utilidades de la banca, que en el mes de julio rondaron los mil 900 millones de dólares, pusieron en alerta a los empleados de las entidades encargadas de gestionar créditos a las personas y empresas.
Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, durante la primera parte del año la utilidad “se debió a la disminución en el gasto en provisiones por riesgo de crédito, un aumento en otros ingresos operacionales netos, un mayor resultado de operaciones financieras acompañado además, de un aumento de las comisiones netas”.
Este mayor dividendo, a juicio de la directiva de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Bancarios, sólo sería disfrutado por los altos ejecutivos y accionistas de los bancos comerciales.
El secretario general de la organización sindical, Luis Mesina, indicó que “las cifras de las colocaciones de la banca que opera en Chile son elocuentes sobre el grado de concentración que ha alcanzado la industria”.
Mesina agrega que para los trabajadores resulta inexcusable que siendo parte de un sector que obtiene tantas utilidades, en gran medida por el trabajo de sus empleados, “se niegue sistemáticamente a distribuir parte de ellas entre los trabajadores”.
En caso que los sueldos no se condigan con las ganancias netas del sector, el dirigente asegura que no descartan iniciar movilizaciones.
“Lo único que están haciendo es incubando e hipotecando las condiciones de esta instruía, que se basa sobre la más absoluta explotación, sobre la expoliación a los usuarios, que son los que dan en el empleo. Tenemos el derecho legítimo a pedir que los empleadores distribuyan parte de las riquezas que generamos con nuestro esfuerzo y el de los consumidores a la banca. No son el señor Somerville y compañía los que aportan a la riqueza de los bancos, ellos se llevan la riqueza”, denunció Mesina.
Al ser consultado por esta situación, el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, Hernán Somerville, resaltó las condiciones laborales que ostenta la industria y en vista de ello, aseguró que los reclamos y las demandas de los trabajadores son injustificados.
“Los niveles de empleo en la banca nunca han sido afectados y son niveles altos, los niveles de remuneración están en todas las encuestas muy por encima, encabezando todo. Las remuneraciones nuestras son muy competitivas”, argumentó Somerville.
La mayor parte de los sindicatos de la industria financiera han solicitado a los ejecutivos un “Bono Bicentenario”. Hasta la fecha sólo el Banco Chile ha entregado un monto de 300 mil. Sin embargo, los demás bancos no han accedido a dar este beneficio.
