Los trabajadores de la empresa San Esteban protagonizaron una protesta en el Campamento Esperanza, mientras se desarrollaba una ceremonia ecuménica con la presencia de varios de los 33 mineros rescatados.
La manifestación se debe a que los empleados aún se sienten amarrados a la empresa, debido a que no han firmado sus finiquitos, pese a la existencia de una carta en la que se firma la desvinculación.
Evelyn Olmos, dirigenta de los mineros, manifestó que la empresa ofrece pagar recién en diciembre un cuarto del finiquito y el resto en 11 cuotas, lo que a todas luces, les parece injusto: “No es digno, tenemos trabajadores que llevan 25 años acá y necesitan que sean finiquitados en el corto plazo, y que se les cancele todo como se debe”, dijo.
Si bien durante los últimos días los trabajadores han tenido la oportunidad de plantear la preocupación a los 33 rescatados y al Gobierno, aseguran que no hay un compromiso para pagar el dinero por los años de servicio prestados por los cerca de 300 trabajadores de la minera.
Javier Castillo, secretario general del sindicato de la empresa, explicó que la Empresa Nacional de Minería (Enami) se comprometió a apoyar el pago, tomando en consideración que antes ya había prestado dinero a la empresa, pero aún no hay nada definido.
“No nos bastan los discursos, porque los discursos para el bronce dan para mucho, pero necesitamos cosas concretas. Que se diga que se va a pagar el finiquito como corresponde y como la ley mandata. No estamos pidiendo ni más ni menos, solo un derecho que los trabajadores tiene a sus años de servicio, nada más”, recalcó.
Otro punto es el compromiso del Gobierno a través del subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda, quien prometió reubicar a los trabajadores de San Esteban.
Según Javier Castillo, hasta el momento sólo cinco han sido contratados, pero el resto sigue sin trabajo, mientras que otros han recibido ofertas consideradas miserables por los trabajadores.
En vista de que la mayoría de los mineros tendrán que buscar trabajo por su propia cuenta, solicitan al menos tener los dineros correspondientes a sus finiquitos para mantenerse algunos meses.
Los trabajadores de la empresa San Esteban protagonizaron una protesta en el Campamento Esperanza, mientras se desarrollaba una ceremonia ecuménica con la presencia de varios de los 33 mineros rescatados.
La manifestación se debe a que los empleados aún se sienten amarrados a la empresa, debido a que no han firmado sus finiquitos, pese a la existencia de una carta en la que se firma la desvinculación.
Evelyn Olmos, dirigenta de los mineros, manifestó que la empresa ofrece pagar recién en diciembre un cuarto del finiquito y el resto en 11 cuotas, lo que a todas luces, les parece injusto: “No es digno, tenemos trabajadores que llevan 25 años acá y necesitan que sean finiquitados en el corto plazo, y que se les cancele todo como se debe”, dijo.
Si bien durante los últimos días los trabajadores han tenido la oportunidad de plantear la preocupación a los 33 rescatados y al Gobierno, aseguran que no hay un compromiso para pagar el dinero por los años de servicio prestados por los cerca de 300 trabajadores de la minera.
Javier Castillo, secretario general del sindicato de la empresa, explicó que la Empresa Nacional de Minería (Enami) se comprometió a apoyar el pago, tomando en consideración que antes ya había prestado dinero a la empresa, pero aún no hay nada definido.
“No nos bastan los discursos, porque los discursos para el bronce dan para mucho, pero necesitamos cosas concretas. Que se diga que se va a pagar el finiquito como corresponde y como la ley mandata. No estamos pidiendo ni más ni menos, solo un derecho que los trabajadores tiene a sus años de servicio, nada más”, recalcó.
Otro punto es el compromiso del Gobierno a través del subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda, quien prometió reubicar a los trabajadores de San Esteban.
Según Javier Castillo, hasta el momento sólo cinco han sido contratados, pero el resto sigue sin trabajo, mientras que otros han recibido ofertas consideradas miserables por los trabajadores.
En vista de que la mayoría de los mineros tendrán que buscar trabajo por su propia cuenta, solicitan al menos tener los dineros correspondientes a sus finiquitos para mantenerse algunos meses.
Los trabajadores de la empresa San Esteban protagonizaron una protesta en el Campamento Esperanza, mientras se desarrollaba una ceremonia ecuménica con la presencia de varios de los 33 mineros rescatados.
La manifestación se debe a que los empleados aún se sienten amarrados a la empresa, debido a que no han firmado sus finiquitos, pese a la existencia de una carta en la que se firma la desvinculación.
Evelyn Olmos, dirigenta de los mineros, manifestó que la empresa ofrece pagar recién en diciembre un cuarto del finiquito y el resto en 11 cuotas, lo que a todas luces, les parece injusto: “No es digno, tenemos trabajadores que llevan 25 años acá y necesitan que sean finiquitados en el corto plazo, y que se les cancele todo como se debe”, dijo.
Si bien durante los últimos días los trabajadores han tenido la oportunidad de plantear la preocupación a los 33 rescatados y al Gobierno, aseguran que no hay un compromiso para pagar el dinero por los años de servicio prestados por los cerca de 300 trabajadores de la minera.
Javier Castillo, secretario general del sindicato de la empresa, explicó que la Empresa Nacional de Minería (Enami) se comprometió a apoyar el pago, tomando en consideración que antes ya había prestado dinero a la empresa, pero aún no hay nada definido.
“No nos bastan los discursos, porque los discursos para el bronce dan para mucho, pero necesitamos cosas concretas. Que se diga que se va a pagar el finiquito como corresponde y como la ley mandata. No estamos pidiendo ni más ni menos, solo un derecho que los trabajadores tiene a sus años de servicio, nada más”, recalcó.
Otro punto es el compromiso del Gobierno a través del subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda, quien prometió reubicar a los trabajadores de San Esteban.
Según Javier Castillo, hasta el momento sólo cinco han sido contratados, pero el resto sigue sin trabajo, mientras que otros han recibido ofertas consideradas miserables por los trabajadores.
En vista de que la mayoría de los mineros tendrán que buscar trabajo por su propia cuenta, solicitan al menos tener los dineros correspondientes a sus finiquitos para mantenerse algunos meses.
