Organizaciones que buscan disminuir la violencia hacia las mujeres presentaron un libro que compila investigaciones en América Latina, donde se destaca el de las damnificadas por el terremoto de 2010 del Maule y Biobío.
La arquitecta e investigadora de la Corporación Sur, Marisol Saborido, participa con dos artículos en esta edición que emanan de la intervención realizada a organizaciones de mujeres que lideran el día a día en las regiones afectadas por el terremoto y tsunami, las que han tenido que soportar un inexistente proceso de reconstrucción.
“El proceso se ha hecho sin participación ciudadana, eso significa que no se valora el conocimiento, la capacidad de las organizaciones, específicamente las organizaciones de mujeres y las líderes femeninas han sido protagonistas principales y están ahí en la lucha, pero hay que restituir sus derechos, hay que reparar estas violencias, hay que incorporar estas capacidades y hay que tener plazos y respuestas de solución”, señaló la experta.
El libro reúne un conjunto de experiencias territoriales que buscan reafirmar el derecho a la ciudad y comprometer a los gobiernos en la misión de reducir la inseguridad con que viven muchas mujeres, contextualizado en el trabajo que viene realizando desde el 2006 el programa “Ciudades sin violencia para las mujeres: Ciudades seguras para todas y todos” que concientiza sobre la problemática en el ámbito público.
Verónica Dos Anjos, coordinadora del programa Erradicación de la violencia hacia la mujer en América Latina de ONU Mujeres, plantea que esta es una situación común y generalizada en toda la región.
“Si la violencia contra las mujeres no es erradicada, no vamos a tener una vida en democracia, una vida en sociedad y una sociedad justa para los hombres y para las mujeres, porque no estamos hablando sólo de violencia contra las mujeres, estamos hablando de justicia e igualdad entre hombres y mujeres”, indicó la investigadora.
Este libro se presenta como un avance más hacia la construcción de una política social sobre el espacio público, que no limite la violencia en el espacio privado, sino que asuma que hay muchos otros tipos de violencia cotidiana y visible por todas y todos, sobre todo contra las mujeres.
Organizaciones que buscan disminuir la violencia hacia las mujeres presentaron un libro que compila investigaciones en América Latina, donde se destaca el de las damnificadas por el terremoto de 2010 del Maule y Biobío.
La arquitecta e investigadora de la Corporación Sur, Marisol Saborido, participa con dos artículos en esta edición que emanan de la intervención realizada a organizaciones de mujeres que lideran el día a día en las regiones afectadas por el terremoto y tsunami, las que han tenido que soportar un inexistente proceso de reconstrucción.
“El proceso se ha hecho sin participación ciudadana, eso significa que no se valora el conocimiento, la capacidad de las organizaciones, específicamente las organizaciones de mujeres y las líderes femeninas han sido protagonistas principales y están ahí en la lucha, pero hay que restituir sus derechos, hay que reparar estas violencias, hay que incorporar estas capacidades y hay que tener plazos y respuestas de solución”, señaló la experta.
El libro reúne un conjunto de experiencias territoriales que buscan reafirmar el derecho a la ciudad y comprometer a los gobiernos en la misión de reducir la inseguridad con que viven muchas mujeres, contextualizado en el trabajo que viene realizando desde el 2006 el programa “Ciudades sin violencia para las mujeres: Ciudades seguras para todas y todos” que concientiza sobre la problemática en el ámbito público.
Verónica Dos Anjos, coordinadora del programa Erradicación de la violencia hacia la mujer en América Latina de ONU Mujeres, plantea que esta es una situación común y generalizada en toda la región.
“Si la violencia contra las mujeres no es erradicada, no vamos a tener una vida en democracia, una vida en sociedad y una sociedad justa para los hombres y para las mujeres, porque no estamos hablando sólo de violencia contra las mujeres, estamos hablando de justicia e igualdad entre hombres y mujeres”, indicó la investigadora.
Este libro se presenta como un avance más hacia la construcción de una política social sobre el espacio público, que no limite la violencia en el espacio privado, sino que asuma que hay muchos otros tipos de violencia cotidiana y visible por todas y todos, sobre todo contra las mujeres.
Organizaciones que buscan disminuir la violencia hacia las mujeres presentaron un libro que compila investigaciones en América Latina, donde se destaca el de las damnificadas por el terremoto de 2010 del Maule y Biobío.
La arquitecta e investigadora de la Corporación Sur, Marisol Saborido, participa con dos artículos en esta edición que emanan de la intervención realizada a organizaciones de mujeres que lideran el día a día en las regiones afectadas por el terremoto y tsunami, las que han tenido que soportar un inexistente proceso de reconstrucción.
“El proceso se ha hecho sin participación ciudadana, eso significa que no se valora el conocimiento, la capacidad de las organizaciones, específicamente las organizaciones de mujeres y las líderes femeninas han sido protagonistas principales y están ahí en la lucha, pero hay que restituir sus derechos, hay que reparar estas violencias, hay que incorporar estas capacidades y hay que tener plazos y respuestas de solución”, señaló la experta.
El libro reúne un conjunto de experiencias territoriales que buscan reafirmar el derecho a la ciudad y comprometer a los gobiernos en la misión de reducir la inseguridad con que viven muchas mujeres, contextualizado en el trabajo que viene realizando desde el 2006 el programa “Ciudades sin violencia para las mujeres: Ciudades seguras para todas y todos” que concientiza sobre la problemática en el ámbito público.
Verónica Dos Anjos, coordinadora del programa Erradicación de la violencia hacia la mujer en América Latina de ONU Mujeres, plantea que esta es una situación común y generalizada en toda la región.
“Si la violencia contra las mujeres no es erradicada, no vamos a tener una vida en democracia, una vida en sociedad y una sociedad justa para los hombres y para las mujeres, porque no estamos hablando sólo de violencia contra las mujeres, estamos hablando de justicia e igualdad entre hombres y mujeres”, indicó la investigadora.
Este libro se presenta como un avance más hacia la construcción de una política social sobre el espacio público, que no limite la violencia en el espacio privado, sino que asuma que hay muchos otros tipos de violencia cotidiana y visible por todas y todos, sobre todo contra las mujeres.
