En diferentes lugares estratégicos se reunieron colectiveros para realizar cortes de tránsito, esto para visibilizar su molestia sobre distintos puntos que los afectan y que fueron discutidos durante cinco meses en comisiones de trabajo, sin resultados favorables.
En la movilización participaron colectiveros de comunas como San Bernardo, Puente Alto, La Reina, La Florida, Peñalolén, Renca, Cerro Navia, protesta que además de expandió a otras ciudades como Coquimbo, Rancagua, Osorno y Valdivia.
“Es una tristre estrategia de un grupo minoritario” planteó el ministro de Transporte Pedro Errázuriz, al enterarse de lo realizado por las líneas de colectivos en diferentes puntos de Santiago. A esto respondió Eduardo Castillo, presidente del Consejo Nacional de Taxis Colectivos de Chile, CNTCH, quien declaró que “estamos hablando que en la calle hubo 30 mil taxi colectivos, hay ciudades que se paralizaron, y Santiago tuvo más del 60 por ciento movilizado. Son acciones pacíficas, pero del momento en que el gobierno no instaure una mesa de trabajo, vamos a radicalizar el movimiento”.
Carlos Frez, representante de la línea 6067 que une las comunas de Maipú y Santiago planteó que el gobierno “está apagando los incendios con bencina, que está muy cara lo que se agrava con los impuestos”, y agregó que no es la actitud adecuada por parte de un ministro. “Estamos molestos por la opinión del ministro, él no debiera opinar quien es minoritario o mayoritario. Nosotros creemos que el ministerio nos tomó el pelo al cerrar un diálogo de cinco meses al negarnos todo en apenas cinco minutos”.
Uno de los objetivos de la protesta fue acompañar la entrega de una carta en La Moneda con una serie de demandas relacionadas a promesas incumplidas y sustanciales para sus intereses.
Javier Concha, Secretario General de la Federación Metropolitana de Taxis Colectivos, al igual que los otros dirigente, explica que la fundamental demanda está relacionada a una promesa incumplida del presidente Piñera en tiempos de campaña, que en dos actos públicos, e incluso firmando un documento, se comprometía a realizar un reconocimiento público y estatal a estos transportistas, lo que les permitiría mejorar las condiciones laborales y competir con otro tipo de transporte.
La segunda demanda en importancia tiene que ver con el impuesto específico que encarece el precio de los combustibles para todos los usuarios en Chile, y que para ellos afecta directamente su fuente de ingresos.
El dirigente nacional, Eduardo Castillo sabe que es imposible que se elimine el impuesto, pero “en otros períodos ha habido rebajas y se han creado fórmulas compensatorios, además no somos intransigentes, estamos diciendo sentémonos en la mesa y busquemos la fórmula”, aclara el dirigente.
Otras discusiones se dan en torno a la posibilidad de que taxis colectivos ingresen a las vías segregadas, y el rechazo total a suspender o quitar definitivamente sus licencias de acuerdo a un puntaje.
Durante la tarde de ayer, se reunieron a analizar lo acontecido en las diferentes ciudades, para luego evaluar la convocatoria y analizar próximas acciones que irán en progresivo aumento, tanto en su forma como en la cantidad de adheridos a las protestas.
En diferentes lugares estratégicos se reunieron colectiveros para realizar cortes de tránsito, esto para visibilizar su molestia sobre distintos puntos que los afectan y que fueron discutidos durante cinco meses en comisiones de trabajo, sin resultados favorables.
En la movilización participaron colectiveros de comunas como San Bernardo, Puente Alto, La Reina, La Florida, Peñalolén, Renca, Cerro Navia, protesta que además de expandió a otras ciudades como Coquimbo, Rancagua, Osorno y Valdivia.
“Es una tristre estrategia de un grupo minoritario” planteó el ministro de Transporte Pedro Errázuriz, al enterarse de lo realizado por las líneas de colectivos en diferentes puntos de Santiago. A esto respondió Eduardo Castillo, presidente del Consejo Nacional de Taxis Colectivos de Chile, CNTCH, quien declaró que “estamos hablando que en la calle hubo 30 mil taxi colectivos, hay ciudades que se paralizaron, y Santiago tuvo más del 60 por ciento movilizado. Son acciones pacíficas, pero del momento en que el gobierno no instaure una mesa de trabajo, vamos a radicalizar el movimiento”.
Carlos Frez, representante de la línea 6067 que une las comunas de Maipú y Santiago planteó que el gobierno “está apagando los incendios con bencina, que está muy cara lo que se agrava con los impuestos”, y agregó que no es la actitud adecuada por parte de un ministro. “Estamos molestos por la opinión del ministro, él no debiera opinar quien es minoritario o mayoritario. Nosotros creemos que el ministerio nos tomó el pelo al cerrar un diálogo de cinco meses al negarnos todo en apenas cinco minutos”.
Uno de los objetivos de la protesta fue acompañar la entrega de una carta en La Moneda con una serie de demandas relacionadas a promesas incumplidas y sustanciales para sus intereses.
Javier Concha, Secretario General de la Federación Metropolitana de Taxis Colectivos, al igual que los otros dirigente, explica que la fundamental demanda está relacionada a una promesa incumplida del presidente Piñera en tiempos de campaña, que en dos actos públicos, e incluso firmando un documento, se comprometía a realizar un reconocimiento público y estatal a estos transportistas, lo que les permitiría mejorar las condiciones laborales y competir con otro tipo de transporte.
La segunda demanda en importancia tiene que ver con el impuesto específico que encarece el precio de los combustibles para todos los usuarios en Chile, y que para ellos afecta directamente su fuente de ingresos.
El dirigente nacional, Eduardo Castillo sabe que es imposible que se elimine el impuesto, pero “en otros períodos ha habido rebajas y se han creado fórmulas compensatorios, además no somos intransigentes, estamos diciendo sentémonos en la mesa y busquemos la fórmula”, aclara el dirigente.
Otras discusiones se dan en torno a la posibilidad de que taxis colectivos ingresen a las vías segregadas, y el rechazo total a suspender o quitar definitivamente sus licencias de acuerdo a un puntaje.
Durante la tarde de ayer, se reunieron a analizar lo acontecido en las diferentes ciudades, para luego evaluar la convocatoria y analizar próximas acciones que irán en progresivo aumento, tanto en su forma como en la cantidad de adheridos a las protestas.
En diferentes lugares estratégicos se reunieron colectiveros para realizar cortes de tránsito, esto para visibilizar su molestia sobre distintos puntos que los afectan y que fueron discutidos durante cinco meses en comisiones de trabajo, sin resultados favorables.
En la movilización participaron colectiveros de comunas como San Bernardo, Puente Alto, La Reina, La Florida, Peñalolén, Renca, Cerro Navia, protesta que además de expandió a otras ciudades como Coquimbo, Rancagua, Osorno y Valdivia.
“Es una tristre estrategia de un grupo minoritario” planteó el ministro de Transporte Pedro Errázuriz, al enterarse de lo realizado por las líneas de colectivos en diferentes puntos de Santiago. A esto respondió Eduardo Castillo, presidente del Consejo Nacional de Taxis Colectivos de Chile, CNTCH, quien declaró que “estamos hablando que en la calle hubo 30 mil taxi colectivos, hay ciudades que se paralizaron, y Santiago tuvo más del 60 por ciento movilizado. Son acciones pacíficas, pero del momento en que el gobierno no instaure una mesa de trabajo, vamos a radicalizar el movimiento”.
Carlos Frez, representante de la línea 6067 que une las comunas de Maipú y Santiago planteó que el gobierno “está apagando los incendios con bencina, que está muy cara lo que se agrava con los impuestos”, y agregó que no es la actitud adecuada por parte de un ministro. “Estamos molestos por la opinión del ministro, él no debiera opinar quien es minoritario o mayoritario. Nosotros creemos que el ministerio nos tomó el pelo al cerrar un diálogo de cinco meses al negarnos todo en apenas cinco minutos”.
Uno de los objetivos de la protesta fue acompañar la entrega de una carta en La Moneda con una serie de demandas relacionadas a promesas incumplidas y sustanciales para sus intereses.
Javier Concha, Secretario General de la Federación Metropolitana de Taxis Colectivos, al igual que los otros dirigente, explica que la fundamental demanda está relacionada a una promesa incumplida del presidente Piñera en tiempos de campaña, que en dos actos públicos, e incluso firmando un documento, se comprometía a realizar un reconocimiento público y estatal a estos transportistas, lo que les permitiría mejorar las condiciones laborales y competir con otro tipo de transporte.
La segunda demanda en importancia tiene que ver con el impuesto específico que encarece el precio de los combustibles para todos los usuarios en Chile, y que para ellos afecta directamente su fuente de ingresos.
El dirigente nacional, Eduardo Castillo sabe que es imposible que se elimine el impuesto, pero “en otros períodos ha habido rebajas y se han creado fórmulas compensatorios, además no somos intransigentes, estamos diciendo sentémonos en la mesa y busquemos la fórmula”, aclara el dirigente.
Otras discusiones se dan en torno a la posibilidad de que taxis colectivos ingresen a las vías segregadas, y el rechazo total a suspender o quitar definitivamente sus licencias de acuerdo a un puntaje.
Durante la tarde de ayer, se reunieron a analizar lo acontecido en las diferentes ciudades, para luego evaluar la convocatoria y analizar próximas acciones que irán en progresivo aumento, tanto en su forma como en la cantidad de adheridos a las protestas.
