El estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y aplicado a 26 profesores y funcionarios de la escuela La Greda, confirma la presencia de metales pesados, como arsénico y plomo, en el cuerpo de los afectados.
La Seremi de Salud informó que los resultados no exceden los límites que impone la norma ajustada a los estándares de la Organización Mundial de la Salud y que sólo cinco docentes tuvieron índices sobre el promedio, los que deberán repetir los exámenes.
El abogado Gonzalo Pereira, que representa a más de 50 de las niñas y niños afectados y sus profesores, plantea que existe cierta desconfianza sobre estos estudios, por lo que probablemente se pedirán exámenes complementarios. “Tanto de los papás y profesores, hay escepticismo y dudas. Se planteaba la posibilidad de realizarse exámenes por cuenta propia para tener un segundo informe, a fin de comprobar la veracidad de los resultados”, sostuvo.
El abogado comentó que luego de tener una segunda opinión, analizarán las posibles acciones legales y será decisión de cada uno de los afectados si demandar o no a los responsables de las afecciones y enfermedades que sufren los alumnos, profesores y funcionarios de la escuela, y recalcó que “la etapa en que estamos hoy es requerir una asesoría médica, que nos revise los exámenes, y después de eso un análisis jurídico destinado a la presencia de arsénico y plomo ante una eventual reparación del daño”.
Miguel Insunza, presidente del consejo Ecológico Puchuncaví-Quintero, señala que, “la situación sigue siendo grave, por la alta contaminación, y el costo social que esto implica en las comunidades que están insertas donde está el complejo industrial que afecta a un radio de 20 kilómetros. La contaminación en el suelo, en el aire y en el mar es brutal. La comunidad percibe, siente, y su experiencia de vida es de enfermedades”.
Ya han sido rechazados varios lugares, propuestos por el gobierno para emplazar el nuevo establecimiento, los apoderados alegan que este debe ser elegido según un análisis químico y no por suposiciones de las autoridades. Lo que si está decidido es que desde el 31 de diciembre la escuela La Greda será clausurada.
Docentes de La Greda repiten exámenes y crece escepticismo por metales pesados en su cuerpo
Profesores de la escuela La Greda buscan una segunda opinión luego de tener los resultados que confirman la presencia de metales pesados en su cuerpo. La comunidad exige que se les reubique en un lugar sin contaminación.
El estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y aplicado a 26 profesores y funcionarios de la escuela La Greda, confirma la presencia de metales pesados, como arsénico y plomo, en el cuerpo de los afectados.
La Seremi de Salud informó que los resultados no exceden los límites que impone la norma ajustada a los estándares de la Organización Mundial de la Salud y que sólo cinco docentes tuvieron índices sobre el promedio, los que deberán repetir los exámenes.
El abogado Gonzalo Pereira, que representa a más de 50 de las niñas y niños afectados y sus profesores, plantea que existe cierta desconfianza sobre estos estudios, por lo que probablemente se pedirán exámenes complementarios. “Tanto de los papás y profesores, hay escepticismo y dudas. Se planteaba la posibilidad de realizarse exámenes por cuenta propia para tener un segundo informe, a fin de comprobar la veracidad de los resultados”, sostuvo.
El abogado comentó que luego de tener una segunda opinión, analizarán las posibles acciones legales y será decisión de cada uno de los afectados si demandar o no a los responsables de las afecciones y enfermedades que sufren los alumnos, profesores y funcionarios de la escuela, y recalcó que “la etapa en que estamos hoy es requerir una asesoría médica, que nos revise los exámenes, y después de eso un análisis jurídico destinado a la presencia de arsénico y plomo ante una eventual reparación del daño”.
Miguel Insunza, presidente del consejo Ecológico Puchuncaví-Quintero, señala que, “la situación sigue siendo grave, por la alta contaminación, y el costo social que esto implica en las comunidades que están insertas donde está el complejo industrial que afecta a un radio de 20 kilómetros. La contaminación en el suelo, en el aire y en el mar es brutal. La comunidad percibe, siente, y su experiencia de vida es de enfermedades”.
Ya han sido rechazados varios lugares, propuestos por el gobierno para emplazar el nuevo establecimiento, los apoderados alegan que este debe ser elegido según un análisis químico y no por suposiciones de las autoridades. Lo que si está decidido es que desde el 31 de diciembre la escuela La Greda será clausurada.
El estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y aplicado a 26 profesores y funcionarios de la escuela La Greda, confirma la presencia de metales pesados, como arsénico y plomo, en el cuerpo de los afectados.
La Seremi de Salud informó que los resultados no exceden los límites que impone la norma ajustada a los estándares de la Organización Mundial de la Salud y que sólo cinco docentes tuvieron índices sobre el promedio, los que deberán repetir los exámenes.
El abogado Gonzalo Pereira, que representa a más de 50 de las niñas y niños afectados y sus profesores, plantea que existe cierta desconfianza sobre estos estudios, por lo que probablemente se pedirán exámenes complementarios. “Tanto de los papás y profesores, hay escepticismo y dudas. Se planteaba la posibilidad de realizarse exámenes por cuenta propia para tener un segundo informe, a fin de comprobar la veracidad de los resultados”, sostuvo.
El abogado comentó que luego de tener una segunda opinión, analizarán las posibles acciones legales y será decisión de cada uno de los afectados si demandar o no a los responsables de las afecciones y enfermedades que sufren los alumnos, profesores y funcionarios de la escuela, y recalcó que “la etapa en que estamos hoy es requerir una asesoría médica, que nos revise los exámenes, y después de eso un análisis jurídico destinado a la presencia de arsénico y plomo ante una eventual reparación del daño”.
Miguel Insunza, presidente del consejo Ecológico Puchuncaví-Quintero, señala que, “la situación sigue siendo grave, por la alta contaminación, y el costo social que esto implica en las comunidades que están insertas donde está el complejo industrial que afecta a un radio de 20 kilómetros. La contaminación en el suelo, en el aire y en el mar es brutal. La comunidad percibe, siente, y su experiencia de vida es de enfermedades”.
Ya han sido rechazados varios lugares, propuestos por el gobierno para emplazar el nuevo establecimiento, los apoderados alegan que este debe ser elegido según un análisis químico y no por suposiciones de las autoridades. Lo que si está decidido es que desde el 31 de diciembre la escuela La Greda será clausurada.
Docentes de La Greda repiten exámenes y crece escepticismo por metales pesados en su cuerpo
Profesores de la escuela La Greda buscan una segunda opinión luego de tener los resultados que confirman la presencia de metales pesados en su cuerpo. La comunidad exige que se les reubique en un lugar sin contaminación.
El estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y aplicado a 26 profesores y funcionarios de la escuela La Greda, confirma la presencia de metales pesados, como arsénico y plomo, en el cuerpo de los afectados.
La Seremi de Salud informó que los resultados no exceden los límites que impone la norma ajustada a los estándares de la Organización Mundial de la Salud y que sólo cinco docentes tuvieron índices sobre el promedio, los que deberán repetir los exámenes.
El abogado Gonzalo Pereira, que representa a más de 50 de las niñas y niños afectados y sus profesores, plantea que existe cierta desconfianza sobre estos estudios, por lo que probablemente se pedirán exámenes complementarios. “Tanto de los papás y profesores, hay escepticismo y dudas. Se planteaba la posibilidad de realizarse exámenes por cuenta propia para tener un segundo informe, a fin de comprobar la veracidad de los resultados”, sostuvo.
El abogado comentó que luego de tener una segunda opinión, analizarán las posibles acciones legales y será decisión de cada uno de los afectados si demandar o no a los responsables de las afecciones y enfermedades que sufren los alumnos, profesores y funcionarios de la escuela, y recalcó que “la etapa en que estamos hoy es requerir una asesoría médica, que nos revise los exámenes, y después de eso un análisis jurídico destinado a la presencia de arsénico y plomo ante una eventual reparación del daño”.
Miguel Insunza, presidente del consejo Ecológico Puchuncaví-Quintero, señala que, “la situación sigue siendo grave, por la alta contaminación, y el costo social que esto implica en las comunidades que están insertas donde está el complejo industrial que afecta a un radio de 20 kilómetros. La contaminación en el suelo, en el aire y en el mar es brutal. La comunidad percibe, siente, y su experiencia de vida es de enfermedades”.
Ya han sido rechazados varios lugares, propuestos por el gobierno para emplazar el nuevo establecimiento, los apoderados alegan que este debe ser elegido según un análisis químico y no por suposiciones de las autoridades. Lo que si está decidido es que desde el 31 de diciembre la escuela La Greda será clausurada.
El estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y aplicado a 26 profesores y funcionarios de la escuela La Greda, confirma la presencia de metales pesados, como arsénico y plomo, en el cuerpo de los afectados.
La Seremi de Salud informó que los resultados no exceden los límites que impone la norma ajustada a los estándares de la Organización Mundial de la Salud y que sólo cinco docentes tuvieron índices sobre el promedio, los que deberán repetir los exámenes.
El abogado Gonzalo Pereira, que representa a más de 50 de las niñas y niños afectados y sus profesores, plantea que existe cierta desconfianza sobre estos estudios, por lo que probablemente se pedirán exámenes complementarios. “Tanto de los papás y profesores, hay escepticismo y dudas. Se planteaba la posibilidad de realizarse exámenes por cuenta propia para tener un segundo informe, a fin de comprobar la veracidad de los resultados”, sostuvo.
El abogado comentó que luego de tener una segunda opinión, analizarán las posibles acciones legales y será decisión de cada uno de los afectados si demandar o no a los responsables de las afecciones y enfermedades que sufren los alumnos, profesores y funcionarios de la escuela, y recalcó que “la etapa en que estamos hoy es requerir una asesoría médica, que nos revise los exámenes, y después de eso un análisis jurídico destinado a la presencia de arsénico y plomo ante una eventual reparación del daño”.
Miguel Insunza, presidente del consejo Ecológico Puchuncaví-Quintero, señala que, “la situación sigue siendo grave, por la alta contaminación, y el costo social que esto implica en las comunidades que están insertas donde está el complejo industrial que afecta a un radio de 20 kilómetros. La contaminación en el suelo, en el aire y en el mar es brutal. La comunidad percibe, siente, y su experiencia de vida es de enfermedades”.
Ya han sido rechazados varios lugares, propuestos por el gobierno para emplazar el nuevo establecimiento, los apoderados alegan que este debe ser elegido según un análisis químico y no por suposiciones de las autoridades. Lo que si está decidido es que desde el 31 de diciembre la escuela La Greda será clausurada.
Docentes de La Greda repiten exámenes y crece escepticismo por metales pesados en su cuerpo
Profesores de la escuela La Greda buscan una segunda opinión luego de tener los resultados que confirman la presencia de metales pesados en su cuerpo. La comunidad exige que se les reubique en un lugar sin contaminación.
El estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y aplicado a 26 profesores y funcionarios de la escuela La Greda, confirma la presencia de metales pesados, como arsénico y plomo, en el cuerpo de los afectados.
La Seremi de Salud informó que los resultados no exceden los límites que impone la norma ajustada a los estándares de la Organización Mundial de la Salud y que sólo cinco docentes tuvieron índices sobre el promedio, los que deberán repetir los exámenes.
El abogado Gonzalo Pereira, que representa a más de 50 de las niñas y niños afectados y sus profesores, plantea que existe cierta desconfianza sobre estos estudios, por lo que probablemente se pedirán exámenes complementarios. “Tanto de los papás y profesores, hay escepticismo y dudas. Se planteaba la posibilidad de realizarse exámenes por cuenta propia para tener un segundo informe, a fin de comprobar la veracidad de los resultados”, sostuvo.
El abogado comentó que luego de tener una segunda opinión, analizarán las posibles acciones legales y será decisión de cada uno de los afectados si demandar o no a los responsables de las afecciones y enfermedades que sufren los alumnos, profesores y funcionarios de la escuela, y recalcó que “la etapa en que estamos hoy es requerir una asesoría médica, que nos revise los exámenes, y después de eso un análisis jurídico destinado a la presencia de arsénico y plomo ante una eventual reparación del daño”.
Miguel Insunza, presidente del consejo Ecológico Puchuncaví-Quintero, señala que, “la situación sigue siendo grave, por la alta contaminación, y el costo social que esto implica en las comunidades que están insertas donde está el complejo industrial que afecta a un radio de 20 kilómetros. La contaminación en el suelo, en el aire y en el mar es brutal. La comunidad percibe, siente, y su experiencia de vida es de enfermedades”.
Ya han sido rechazados varios lugares, propuestos por el gobierno para emplazar el nuevo establecimiento, los apoderados alegan que este debe ser elegido según un análisis químico y no por suposiciones de las autoridades. Lo que si está decidido es que desde el 31 de diciembre la escuela La Greda será clausurada.
