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OMS apunta al aire irrespirable de 13 ciudades chilenas

Arica, Valparaíso, Temuco, Chillán, Santiago y Rancagua son algunas de las urbes que hasta triplican los índices de material particulado recomendados por la OMS, que calcula en dos millones las muertes anuales en el mundo por esta causa. Las medidas, dicen los especialistas, no son efectivas mientras las ciudades sigan creciendo sin límites.

Rodrigo Alarcón López

  Martes 27 de septiembre 2011 15:31 hrs. 
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Un informe de la Organización Mundial de la Salud determinó que trece ciudades chilenas sobrepasan e incluso triplican los niveles de contaminación atmosférica recomendados.

El documento, de menor a mayor nivel de contaminación, contempló Arica, Arauco, Valparaíso, Temuco, Concepción, Talca, Calama, Alto Hospicio, Chillán, La Calera, Antofagasta, Santiago y Rancagua.

Según la entidad, más de dos millones de personas mueren anualmente en el mundo por la inhalación de pequeñas partículas que contaminan el aire.

El mapa de la contaminación ambiental (clic para ampliar).

Las partículas PM10, que fueron consideradas en este informe, pueden ingresar por los pulmones y llegar al torrente sanguíneo. De esta manera, son causa de cardiopatías, cáncer pulmonar, asma e infecciones agudas de las vías respiratorias.

La OMS establece 20 microgramos por metro cúbico (ug/m3 ) como media anual recomendable, índice que superan todas las ciudades chilenas. Desde Arica, que registra 41 ug/m3, a Santiago (69 ug/m3) y Rancagua (74 ug/m3).

A nivel regional, con una media de 62 ug/m3, Chile es el cuarto con mayor nivel  de MP10, luego de Bolivia, Perú y Colombia.

El director del Centro de Ciencias Ambientales de la Universidad de Chile, Raúl Morales, comentó que nuestro país tiene particularidades geográficas y climáticas, como las cuencas atmosféricas en los valles, que facilitan la saturación.

“En el lado argentino, tienes una gran cuenca de más de mil kilómetros planos, sin un cerro, que hace que las condiciones metereológicas de ventilación sean muy diferentes. La otra variable es que la contaminación por partículas crece muy fuerte en el período de otoño e invierno y disminuye bastante hacia los meses de primavera y verano”, explicó.

A esto se debe sumar, en ciudades como Santiago y Concepción, el alto flujo vehicular, y el uso de leña como combustible, principalmente en el sur del país.

Raúl Morales

En esa línea, el especialista advirtió que varias ciudades y localidades que no son consideradas por la OMS, como Padre Las Casas, Osorno, Coyhaique y Puerto Montt, también estarían sobre los niveles recomendados.

Las ciudades interminables

Los especialistas coincidieron en que las medidas para disminuir el smog no serán efectivas si no se pone atención a otro factor: la expansión de las ciudades. En el caso de Santiago, dijo Raúl Morales, iniciativas como vías segregadas y reversibles, forestación y limpieza de pavimento, no pueden lograr su cometido.

“Todo eso no ha sido suficiente, porque se sigue aumentando el radio urbano. Esas medidas hubieran sido estupendas en la medida que se hubiera congelado el radio urbano. Santiago no puede seguir creciendo en radio urbano, número de automóviles, etc. A medida que se mejoran las emisiones de partículas, se empeora por la densificación poblacional. Ese ha sido el drama de Santiago y va a ser el mismo de muchas ciudades”, advirtió, enumerando los casos de Valparaíso, Concepción, Temuco y Puerto Montt.

En este sentido, Paola Vasconi, coordinadora del programa de Medio Ambiente de la Fundación Terram, cuestionó el nuevo Plan Regulador Metropolitano de Santiago y señaló la falta de una política integradora: “Uno no puede aplicar medidas de descontaminación si no las vincula con otras políticas en la ciudad. Por ejemplo, lo que se hace en calidad del aire versus la expansión territorial. Hay un problema de cómo se hace la gestión, no es integral. Cómo vinculamos todas las políticas de transporte, calidad del aire, expansión de la ciudad, áreas verdes, en función de mejorar la calidad del aire”, indicó.

Paola Vasconi

“Si uno mira Santiago, ve que la presión sobre la cuenca no da para más. Tenemos casi la mitad de la población del país viviendo en la ciudad y los centros financiero, económico y universitario. La presión es muy grande”, añadió.

La representante de Terram consideró que la entrada en vigencia de la nueva norma para MP 2,5 (material particulado más fino) en 2012, además, no asegura mejores niveles: “Debería haber una mesa de trabajo sobre las medidas que tendrían iniciarse en 2012 y esa mesa no existe. Las autoridades están apostando a que las medidas van a ser más eficaces, pero no las están discutiendo con la sociedad civil”, criticó.

Para Paola Vasconi, “si no se toman realmente medidas que en general son impopulares, Santiago no podrá respirar aire de calidad o en base a las recomendaciones que da la OMS en el mediano plazo”.

El informe de la OMS, en todo caso, solo trae noticias positivas para pocos, ya que de los 91 países incluidos, solo once alcanzan los niveles recomendados. Y de las 1.081 ciudades examinadas, hay 483 que se pueden reconocer como saludables.

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